"Twisters": la nostalgia de los años 90

A medida que la temporada de tormentas se intensifica, se desencadenan fenómenos aterradores nunca vistos. Kate, Tyler y sus equipos que compiten entre sí, se toparán con múltiples sistemas de tormentas que convergen sobre el centro de Oklahoma mientras luchan por sus vidas. (Universal Pictures International Spain)

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Singular y plural

Twister (1996) ha envejecido a la perfección. En un mundo cada vez más dominado por la IA, es increíble comprobar que aquellos efectos visuales sigan conservando su buena calidad de manera intacta. Es cierto que la historia era lo de menos, allí se iba a lo que se iba: a cazar tornados. Y aquí, en 2024, con una narrativa semejante, la finalidad sigue siendo la misma.

El cambio del singular al plural no solamente se produce en el título, también se encuentra en las buenas intenciones de Chung. Porque si el espectador quiere un tornado F5, pues Twisters intentará a toda costa sumarlos a una ecuación que ya de por sí era inmejorable. Y sin duda, Roland Emmerich observará con recelo desde su butaca como sus catástrofes se verán amenazadas ante el posible resurgimiento de un subgénero que con el paso de los años ha ido perdiendo fuelle.

Daisy Edgar-Jones y Glen Powell dentro del tornado Hollywoodiense

La historia es simple. Kate Cooper (Daisy Edgar-Jones), tras un traumático acontecimiento, se verá obligada a ponerse nuevamente en la piel de una cazadora de tormentas. En el camino hacia ello se topará con Tyler Owens (Glen Powell), un personaje que es el reflejo de un mundo absorto en las redes sociales, pero nada es lo que parece, y en el caso de Owens, sus supuestos propósitos exentos de humanidad darán un giro de 180º.

Entre catástrofe y catástrofe Chung intenta enriquecer con diversos matices la creación de sus dos protagonistas, pero, aunque es innegable su capacidad para ello, Twisters no parece ser el proyecto idóneo en el que poder retratar un drama con franqueza y delicadeza. Eso sí, la química entre Edgar-Jones y Powell aumenta correctamente a lo largo del metraje. Dos actores en el punto de mira que ya demostraron, respectivamente, con la miniserie Normal People y Hit Man. Asesino por casualidad, ser grandes intérpretes gracias a una envidiable capacidad adaptativa. La férrea presencia de Edgar-Jones frente al plausible carisma de Powell es la mejor combinación surgida dentro de la parte dramática de Twisters.

Varios aciertos, un fallo

El mayor acierto de esta nueva versión es la forma en cómo logra jugar con el espectador. Cuando parece empezar a perder interés, las secuencias de acción se hacen cada vez más espectaculares. Desde el apabullante prólogo hasta el acto final, Chung consigue un notable ejercicio cinematográfico debido a un ritmo frenético que fácilmente podría caer en lo repetitivo reutilizando códigos propios del género. En términos generales Twisters es afortunadamente infatigable.

Sin embargo, se echa en falta algún que otro plano general en el que poder disfrutar del tornado como sí sucedía en el final de 1996. En la memoria colectiva quedará congelado el fotograma del F5 en el que Helen Hunt y Bill Paxton huían despavoridos de semejante monstruo meteorológico. En cambio, en Twisters las imágenes, a veces, suceden tan abruptamente que terminan por perderse en un batiburrillo de fuegos artificiales.

Por otro lado, no se pueden pasar por alto los diversos guiños nostálgicos que justifican el título de esta crítica. No duden en ver ambas para descubrirlos. Pero con cautela, porque el exceso de nostalgia puede llegar a resultar peligroso.

Conclusión de 'Twisters'

¿Estamos ante un remake o una secuela? Quizá ninguna repuesta sea correcta, y el objetivo principal era crear una actualización para las nuevas generaciones. No importa. Twisters está por encima de la media de muchos blockbusters veraniegos. Con una pareja protagonista interesante, excelentes escenas de acción, puro entretenimiento sin pretensiones, y pequeñas píldoras de nostalgia, ¿qué más se puede pedir? Quizá una experiencia totalmente completa, pero para eso habría que volver un minuto al pasado.

Reportaje de Twisters en Días de Cine TVE

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