El último refugio significó un punto de inflexión en la carrera de Humphrey Bogart. Tanto por su rol protagonista, como por su caracterización moral. Se trata de una mezcla de cine negro y película de gánsters dirigida por el gran Raoul Walsh. Completan el reparto, entre otros, Ida Lupino, Joan Leslie y Arthur Kennedy. El propio Walsh hizo un remake en 1949 llamado Juntos hasta la muerte. La película está basada en la novela de W.R Burnett, que fue el coguionista junto con John Houston. Recientemente se ha agregado al catálogo de Filmin y de Amazon Prime Video.



El último refugio

Crítica de 'El último refugio'

Ficha Técnica

Título: El último refugio
Título original: High Sierra

Reparto:
Humphrey Bogart (Roy Earle)
Ida Lupino (Marie)
Alan Curtis ('Babe')
Arthur Kennedy ('Red')
Joan Leslie (Velma)
Henry Hull ('Doc' Banton)
Henry Travers (Pa)
Jerome Cowan (Healy)
Minna Gombell (Mrs. Baughmam)
Barton MacLane (Jake Kranmer)
Elisabeth Risdon (Ma)

Año: 1941
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: Raoul Walsh
Guion: John Huston, W.R. Burnett (Novela: W.R. Burnett)
Fotografía: Tony Gaudio (B&W)
Música: Adolph Deutsch
Género: Cine negro
Distribuidor: Warner Bros

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'El último refugio' en VO

Sinopsis

Joya de la corona del cine de Raoul Walsh ("Al Rojo Vivo"), que en esta ocasión junta a dos de las grandes estrellas del cine clásico de Hollywood; Humphrey Bogart e Ida Lupino. Esta obra maestra ya es todo un clásico a la par que uno de los exponentes principal del cine negro de los 40 junto a "El Sueño Eterno", "Tener y no Tener" o "Cayo Largo", todas protagonizadas por Bogart.

Roy Earle sale de prisión antes de cumplir condena gracias a su buena conducta y a la fianza depositada por Big Mac, jefe de la banda a la que perteneció. Poco después, un miembro de la banda le comunica que Big Mac, que prepara un nuevo golpe, le espera en California. Roy, pese a su intención de cambiar de vida, decide acudir a la cita. En su viaje a través del país, entabla amistad con una humilde familia de granjeros, cuya nieta, Vilma, conquista su corazón. (Filmin)

Premios

  • National Board of Review: Mejores diez películas del año. 1941

Donde se puede ver la película



Entre dos mundos

El último refugio se sitúa entre dos tipos de película que se complementan a la perfección. Las historias de gánsters de los años 30 y el incipiente cine negro de los años 40. En cierto modo tiene aire de película bisagra. En cualquier caso, se trata de una película tensa, violenta (para los cánones de la época) y enérgica. Como hecho histórico, además, fue la consagración de Humphrey Bogart como estrella, toda vez que hasta entonces su carrera se había sostenido en papeles secundarios.

En concreto interpreta a Roy Earle, un atracador profesional que sale de presidio gracias a su buena conducta a y la generosidad de Big Mac (Donald Macbride), el jefe de la antigua banda para la que trabajaba. Al momento de salir de la cárcel ya está enredado en una nueva trama delictiva: el atraco a un hotel de lujo de la sierra de California, que en temporada alta puede tener gran cantidad de dinero y joyas.

La narración empieza a ser contundente desde el mismo inicio. Vemos a un Bogart hosco, temperamental, algo déspota. La presentación de personajes que hace Walsh es magistral, Roy Earle como líder de los atracadores, dos tarambanas insensatos como Red (Arthur Kennedy) y Babe (Alan Curtis), e inesperadamente Marie (Ida Lupino). Curiosamente será el personaje femenino casi el único  capaz de mirar a Roy a la cara sin un asomo de temor o servilismo.

El último refugio

El difícil camino de la redención

Hay un rasgo atípico en El último refugio respecto de otras películas parecidas. El ambiente. Normalmente las historias de atracos y bandas de gánsters suelen ser urbanitas y estar asentadas en el asfalto de las grandes ciudades. No en esta película. La acción se sitúa en unas cabañas al pie de la alta sierra de California (Sierra Nevada), en un ambiente casi campestre. Ello aporta una impronta física concreta a la película. Una mayor aspereza, un comportamiento más impetuoso de los personajes y una agobiante sensación de calor.

En cualquier caso, mientras los preparativos del atraco al hotel se van sucediendo, Roy conoce a una familia de granjeros arruinados (se nota el aire de La Gran Depresión) que pretenden llegar a Los Ángeles. He aquí la primera muestra de la complejidad del personaje interpretado por Humphrey Bogart. No solo procurará la amistad de esta apacible familia, sino que se enamorará de la joven Velma (Joan Leslie), una muchacha con un pie deforme que casi no puede andar. De algún modo Roy, tratará de ayudar a Velma.

Y he aquí una de las situaciones clásicas de algunas películas de cine negro. La oportunidad de redención del maleante. La película llevará a Roy a elegir entre retirarse tras el atraco y hacer planes de futuro con Velma o, inesperadamente, unirse con Marie, que no es tan candorosa, pero en realidad es mucho más parecida a él. Lo que Roy no sospecha es que la decisión no depende solo de él.

High Sierra

Una cuestión de ritmo

El último refugio tiene muchas de las características del cine de Raoul Walsh. Una narración directa, presta a ir al meollo de la trama, y un ritmo constante que nunca decae. Aporta un elemento pasional,a a veces áspero y otras épico a medida que nos acercamos al final. La capacidad de Walsh para narrar es sencilla e inteligente. Véase como ejemplo el momento de la presentación del personaje de Velma donde, de forma algo inusual, lo primero que nos muestra es su pie deforme, dando a entender la importancia que tendrá en la trama.

Esta intensidad en la narración es una característica significativa en el cine de Walsh. Ya sea en el cine bélico con Objetivo: Birmania (1945), en el western con Murieron con las botas puestas (1941)  o en el cine de aventuras con Tambores lejanos (1951). Solo por citar unos ejemplos. Siempre hay un conseguido sentido de la acción en las película de Raoul Walsh.

El último refugio es una película apasionada en varias acepciones del término. Lo es de forma tensa y violenta en el apartado criminal. También en el apartado sentimental, bordeando el drama romántico, pero alejándose al mismo tiempo de cualquier paradigma cursi o melifluo del concepto. Particularmente el vínculo entre Roy y Marie echa chispas.

El último refugio

Dos notables actuaciones

El último refugio fue un antes y un después en la carrera de Humphrey Bogart. Hasta entonces sus papeles eran de actor secundario y en muchas ocasiones vinculados a villanos o a criminales. Véase como ejemplo Ángeles con caras sucias (1938) de Michael Curtiz, o El bosque petrificado (1936) de Archie Mayo. Este, sin embargo, es un papel fronterizo. Es cierto que interpreta a un criminal, pero se ve una profunda veta de buenos sentimientos y bondad dentro de él. A partir de ahí, ya vendrían Casablanca (1942), El halcón maltés (1941), El sueño eterno (1946), La reina de África (1951)...

Bogart luchó mucho por este papel (no era la primera opción como actor) y además de realizar una compleja y enérgica actuación, acertó de lleno en la elección de El último refugio como apuesta personal. Ida Lupino da una réplica magnífica. Marie, su personaje, tiene un carácter nada sumiso y aunque a veces parezca un poco dependiente de Roy, es capaz de coger un revolver si la ocasión lo requiere. No en vano, uno de los compinches de Roy dice "tiene más valor que muchos hombres". La actuación es magnífica, sólida y algo trágica.

Ida Lupino, por cierto, ocupará un lugar algo inadvertido pero relevante para la historia del cine, al ser de las escasísimas mujeres directoras en la época del Hollywood clásico. Quizá el signo de los tiempos no la dejó triunfar, pero dirigió títulos interesantes como El bígamo (1953), o El autoestopista (1953). En televisión llegó a ser una realizadora relativamente prolífica. En ciertos aspectos, por lo tanto, fue una pionera. No nos podemos olvidar de Pard... un perro que se convertirá en todo un símbolo del fatalismo.

High Sierra

Conclusiones de El último refugio

El último refugio es un pequeño cruce de caminos. Suma al cine negro unos poco complacientes elementos románticos, todo ello reflejado con enorme pasión. Se trata, además, de una piedra de toque para la carrera de Bogart, que se beneficia del eficaz y robusto ritmo de Raoul Walsh. Como película se trata de una parada inexcusable para los amantes del cine clásico en general, y del cine negro en particular.

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