Marcos Fernández Alonso protagoniza, escribe y dirige Un peral entra por la ventana, obra producida por la compañía y teatro Nueve Norte para SURGE 2019. Protagonizada por María Segalerva, fundadora de NueveNorte, Antonio Romero, conocido por sus papeles en "Vis a vis" o "La casa de papel"; Maya Reyes, que ha participado en títulos como "La mujer que hablaba con los muertos" o "Centro médico" y Fernández Alonso, como se ha comentado anteriormente. Los domingos de noviembre en el Teatro NueveNorte a las 19:30.
Crítica de 'Un peral entra por la ventana'
Resumen
Ficha Técnica de 'Un peral entra por la ventana'
Título: Un peral entra por la ventana
Título original: Un peral entra por la ventana
Reparto:
María Segalerva (Juana)
Antonio Romero (Héctor)
Maya Reyes (Julia)
Marcos Fernández Alonso (Jorge)
Duración: 70 min
Dirección: Marcos Fernández Alonso
Dramaturgia: Marco Fernández Alonso
Escenografía y vestuario: Itziar Hernando
Diseño de luces: Juanjo Herbá
Género: Comedia
Productora: NueveNorte
Sinopsis de 'Un peral entra por la ventana'
Héctor, con el apoyo de Julia, su pareja, ha convocado a la familia más cercana para tomar algunas decisiones: a su madre, Juana, la matriarca, una empresaria de la fruta, y a su hermano, Jorge, mago en crisis. ¿Qué puede salir mal? (TEATRO NUEVENORTE).
De tal palo, ¿tal astilla?
Marcos Fernández Alonso ha sido la cabeza pensante detrás de Un peral entra por la ventana, una obra que se aleja de los mensajes comerciales y se adentra en un universo invadido por el humor caótico, la exageración y esa verosimilitud alocada que consigue engatusar al espectador. Comienza con lo que parece una historia sencilla de enredos familiares, pero más tarde, se podrá ver la riqueza de su libreto y de la historia que hay en ella. A través de metáforas visuales y formuladas con la palabra, se analiza el paso del tiempo, las dificultades de la plenitud vital y la lucha por los ideales. Crea un entramado reflexivo, sin dejar de lado la comedia, por lo que no cae en el dramatismo puro y duro. Cabe destacar que la lucha generacional que muestra en las tablas está dentro de la corriente actual.
Otro de los puntos más fuertes es la construcción que realiza de cada uno de sus personajes. Alejándose totalmente del cliché y el estereotipado, la concepción de cada uno de ellos es única. La personalidad que les envuelve es de apreciar, sobre todo porque ofrece unas matices que les permite lucirse a cada cual en su propio monólogo. Hay que recalcar que se ve una clara influencia de Chéjov y un homenaje en toda regla al vodevil, que tanto éxito tuvo a finales del siglo XIX y principios del XX. Tal vez, sí es cierto, que al arrancar se hace esperar y ello provoca cierta impaciencia en el público al principio, pero después, es un disfrute constante. Saben encauzarlo de manera que es imposible no estar pendiente de la batalla dialéctica y social que se produce en toda la obra.
El matriarcado
María Segalerva, fundadora y codirectora del teatro NueveNorte, encabeza el reparto de Un peral entra por la ventana. No se puede negar el gran talento que transmite desde el primer minuto. Tiene una naturalidad intrínseca que provoca una conexión directa con el espectador. Maneja a la perfección los tiempos, el movimiento en escena y el lenguaje expresivo alejado del verbal. Es la mejor interpretación de la obra y crea un conjunto perfecto con sus compañeros. Además, soporta el peso de la acción y lo hace de una forma vertiginosa. Esa madre tan particular con una fuerza brutal y una personalidad arrolladora. Espléndida. Por su lado, Maya Reyes da el equilibrio con un trabajo más contenido, pero que va alimentando con la energía de la escena y se produce una metamorfosis que transmite completamente. Son la némesis la una de la otra.
Antonio Romero es el eje central del conflicto. Sin embargo, Romero da una interpretación que le permite convertirse en uno de los personajes más queridos sin pretenderlo. La intención de su actuación es humanizar a su personaje y lo consigue. A través de los diversos comportamientos y manías que acompañan a su Héctor, el público ve dinamismo y ese histrionismo moderado que aporta más a la acción. Hay una rapidez que se maneja notablemente, por lo que engrana de forma satisfactoria con el personaje de Juana, su madre. Por último, Marcos Fernández Alonso da esa luminosidad más inocente, pero pícara con su papel de Jorge. Provoca escenas hilarantes y llenas de movimiento. Por lo cual, permite que la acción discurra de una forma eficaz y envolviendo a la audiencia en un manto de humor. Un reparto con una química poderosa y diferente. Formidable.
Donde dije digo, digo Diego
La sala de teatro NueveNorte es la casa de Un peral entra por la ventana. Al igual que en otras producciones, sabe aprovechar el espacio, utilizando varios elementos en la escenografía que causan efecto entre los espectadores. La creación del decorado es precioso y con un minimalismo muy bien utilizado. Saben jugar con los planos que se establecen, permitiendo que haya más de una acción al mismo tiempo, sin desentonar ni quitar la atención del público. Luego, gozan de un factor vertiginoso en la puesta en escena, que es meter dentro a los asistentes, lo que hace que se viva la obra muy de cerca. El vestuario, muy acorde a la personalidad de sus personajes, permitiendo a los espectadores hacer una lectura de los pequeños detalles en escena.
Uno de los puntos más curiosos es la utilización del lenguaje, dado que emplean figuras literarias como la repetición, además de la multitud de juegos de palabras en él. Este recurso se va replicando a lo largo de toda la obra, por lo que consiguen crear un sello de identidad, en cuanto al propio lenguaje. Es algo importante, dado que otorga todavía mayor personalidad al texto. Después, los efectos de sonido son soberbios, pero también la realización técnica de los efectos en escenario, de movimiento. Han sabido combinar el medio auditivo y visual para crear este mundo tan variopinto con magia incluida. El ritmo es vertiginoso, con identidad propia y su colofón final es estupendo. Hay una rapidez de acción que el público acaba absorbido por todo lo que ve en ella. Y sobre el final, solo se puede decir que merece la pena disfrutarlo.
Conclusión
Un peral entra por la ventana es una obra teatral que va más allá de las relaciones familiares y habla de temas tan diversos, como de política o el vacío existencial vital. Una buena construcción de la dramaturgia. Un reparto que brilla con luz propia, destacando la interpretación de María Segalerva, que ofrece un trabajo impecable y con una fuerza escénica de aplaudir. La realización técnica eleva la calidad de la obra y es fundamental. Unos golpes visuales junto con el montaje de sonido dan un resultado más que notable. La peculiaridad de los recursos utilizados en el lenguaje le da todavía más personalidad. El dinamismo y el ritmo activo llevan a un final apoteósico muy potente. La metáfora humorística, con influencias de Chéjov y el vodevil estadounidense, que encuentra su propia identidad.