Venom Habrá Matanza (Venom 2) no trata del fin del mundo, como suele ser el caso de las extravagantes adaptaciones de cómics de superhéroes, sino de la lucha de un hombre con sus propios demonios literales y figurativos. Además la franquicia secundaria más pegajosa de Marvel sigue siendo igual de absurda, pero ahora resulta mucho más atractiva. Estreno en salas de cine españolas el 15 de octubre de 2021. Puedes leer AQUí otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película.
Crítica de 'Venom 2: Habrá matanza'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Venom: Habrá matanza
Título original: Venom: Let There Be Carnage / Venom 2
Reparto:
Tom Hardy (Eddie Brock / Venom)
Michelle Williams (Anne Weying)
Woody Harrelson (Cletus Kasady / Carnage)
Naomie Harris (Frances Barrison / Shriek)
Stephen Graham (Detective Mulligan)
Reid Scott (Dr. Dan Lewis)
Peggy Lu (Mrs. Chen)
Alfredo Tavares (Uniformado SFPD)
Amber Sienna (Invitada a la fiesta)
Sean Delaney (Detective Mulligan de joven)
Jeff Redlick (Pedestrian)
Laurence Spellman (Paciente del psicólogo)
Ed Kear (Juerguista)
Año: 2021
Duración: 97 min.
País: Estados Unidos
Director: Andy Serkis
Guion: Kelly Marcel. Historia: Tom Hardy, Kelly Marcel. Cómic: Todd McFarlane, David Michelinie
Fotografía: Robert Richardson
Música: Marco Beltrami
Género: Acción. Fantástico
Distribuidor: Sony Pictures Releasing de España
Tráiler de Venom 2
Sinopsis
Eddie Brock (Tom Hardy) y su simbionte Venom todavía están intentando descubrir cómo vivir juntos cuando un preso que está en el corredor de la muerte (Woody Harrelson) se infecta con un simbionte propio.
Venom no es universal
El proyecto de las películas del simbionte nació castrado por una clasificación de edad que arruinó el proyecto de origen de un superhéroe, culminando en inicio aburrido. Ahora, Hardy, de nuevo la guionista Kelly Marcel y Andy Serkis, como director, han entendido lo que funcionaba en ciertas partes de la película de Ruben Fleischer. Partiendo de ahí y refinándolo con un poco de matanza, construyen una pieza más convincente y mucho más divertida.
Eddie y Venom forman básicamente un bromance interestelar basado en el terror corporal. Dos tipos codependientes que viven, discuten y destrozan juntos su pequeño apartamento de San Francisco. Las mejores escenas de la película no tienen nada que ver con la acción desenfrenada, son esos gags derivados de los diálogos entre ambos.
Son estas escenas las que realmente entonan la película, Hardy sigue siendo un actor muy destacado en el plano físico. Además aquí se duplica en el caos que es la vida de Eddie Brock bajo el perverso títere de Venom. Esos momentos en los que discuten, es como ver una comedia del hollywood clásico, lo mismo que sucede cuando llegan los golpes, autoinfligidos. Apartamentos, iglesias y ocasionalmente personas son destrozadas con absurda ferocidad, tanto como les permite la frustrante calificación de edades impuesta.
Love will tear us apart
Por supuesto, no sería una película de superhéroes sin un villano, y Woody Harrelson hace bastante con poco metraje, como el doble psicópata de Eddie, Cletus Kasady. Adornado con una mirada de ojos saltones y una peluca pelirroja, algo menos aterradora, Harrelson se lo pasa en grande como el tipo de supervillano fanfarrón sin más trasfondo, y que puede construir en pantalla sin demasiado esfuerzo a estas altura de su carrera. No hay nada en Cletus que no hayamos visto en multitud de asesinos en serie antes, aparte de los monstruos alienígenas carmesí fabricados con sangre, por lo que era un trabajo complicado desde el comienzo.
Al igual que Eddie, Cletus también suspira por el amor perdido, una superpoderosa voz apodada Grito, Naomie Harris, que le fue arrebatada cuando era adolescente, para su estudio en una instalación secreta. El reencuentro de ambos muestra un pequeño juego metanarrativo que es curioso. Esa pareja en su creación en los cómics fue casi simultánea a los Mickey y Mallory de Asesinos Natos, naciendo en una época muy proclive a los asesinos en serie. Ahora Harrelson interpreta en pantalla al personaje que alimentó por su propia actuación, con homenaje incluido.
Los paralelismos y las diferencias entre los dúos resultan bastante obvios, Eddie y Venom mejoran con su relación simbiótica, mientras que Kletus y Carnage están en constante conflicto. Como contrapeso a los problemas de relación de Eddie y Venom funcionan, pero tienen dificultades para sostener las escenas por su propio peso.
Sacando a Venom de las tinieblas
A pesar de todo ese encanto estúpido que Serkis aporta al material, Venom Habrá Matanza todavía sufre cierto estancamiento que se repite en las películas de superhéroes. Aunque se agradece que la duración sea bastante menor que la media de los últimos años, y se ajuste a la narración sin buscar relleno vacío.
La parte de acción en esta secuela no resulta tan convincente como ciertas escenas de comedia. Pero al menos puedes ver lo que está sucediendo con más claridad que en la película inicial de la saga, gracias al trabajo de Robert Richardson, tres veces ganador del Oscar y director de fotografía habitual de Martin Scorsese. Venom también contó con el trabajo de un gran artista con Matthew Libatique, pero muchas de sus grandes escenas ocurrían en la oscuridad, durante la noche, y era difícil saber lo que ocurría en ellas. Aquí, el tono aún resulta un poco turbio, particularmente durante los enfrentamientos nocturnos, pero en general, la acción es mucho más vívida.
Matanza con olor a Masacre
Venom Habrá Matanza es capaz de extraer lo que funciona en su predecesora, potenciarlo al máximo, darle un enfoque más exclusivo, y aumentar exponencialmente el componente absurdo. El resultado es profunda y encantadoramente estúpido, especialmente el dueto entre nuestro perdedor lleno de tics y su compañero asesino. Nos quedamos con la sensación de que habría estado bien que Harrelson y Harris tuviesen más peso, y que Matanza como personaje tuviera más sentido y no fuera solamente el CGI de la película. Pero considerando lo que vino antes, es bastante reseñable que Serkis extrajera estas vibraciones tan absurdas, con reminiscencias de Raimi, de un origen tan plano.
Venom Habrá Matanza trata de ser muchas cosas: una secuela de los cómics exitosos en los noventa, una buddy movie, o una oportunidad para una sobreactuación plenamente consciente de sí misma. Pero en el fondo, bajo las bromas extravagantes, los grandes dientes afilados y la sustancia pegajosa, hay algo completamente diferente, una historia de amor. Y no es la que se da entre Eddie Brock y Anne, ni siquiera entre la pareja villana, sino entre Eddie y el enorme simbionte que habita dentro de él, Venom.
Hará las delicias de los amantes del simbionte, si es que alguna vez han existido, aunque siempre le quedará el público adorador de Masacre.
Reportaje de Venom Habrá matanza (Venom 2) en Días de Cine TVE
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