39 escalones (The 39 Steps, 1935) es una película del, considerado por todos, maestro del suspense, Alfred Hitchcock, y la protagonizan Robert Donat y Madeleine Caroll. Pertenece a la prolífica etapa inglesa del realizador y se basa en la novela homónima “The Thirty-Nine Steps” de John Buchan.
Crítica de '39 escalones'
Resumen
Ficha Técnica
Título: 39 escalones
Título original: The 39 Steps (The Thirty-Nine Steps)
Reparto:
Robert Donat (Hannay)
Madeleine Carroll (Pamela)
Lucie Mannheim (Señorita Smith)
Godfrey Tearle (Profesor Jordán)
Peggy Ashcroft (La esposa del Arrendatario)
John Laurie (Arrendatario)
Helen Haye (Señora Jordan)
Wylie Watson (Memory)
Año: 1935
Duración: 86 min.
País: Reino Unido
Director: Alfred Hitchcock
Guion: Charles Bennett, Ian Hay. Novela: John Buchan
Fotografía: Bernard Knowles (B&W)
Música: Jack Beaver
Género: Intriga. Thriller
Distribuidor:
Tráiler de 39 escalones
Dónde se puede comprar la novela
- John Buchan (Autor)
Sinopsis
Richard Hannay está en un music-hall londinense. De repente, suena un disparo y comienza una pelea. En medio del tumulto, una chica asustada le pregunta si puede ir con él. Richard accede y la lleva a su apartamento...
Dónde se puede ver la película en streaming
Hitchock emplea y perfecciona los elementos clásicos del suspense norteamericano
Siendo este su decimonoveno largometraje y tras películas como El enemigo de las rubias (1927), Chantaje (1929) o El hombre que sabía demasiado (1934), Alfred Hitchcock afina y perfecciona su estilo basado en el suspense y le llevan a realizar con 39 escalones, junto, quizá, a Alarma en el Expreso (1938), la mejor película de su etapa como cineasta en Inglaterra, previo desembarco en Estados Unidos, donde se convertiría, como ya nos hemos referido, en el “maestro del suspense”.
En 39 escalones, un film de suspense mezclado con una trama romántica y de aventuras, Hitchcock consigue realizar una obra que muestra su madurez como artista, sumando a ello un ritmo frenético a lo largo de tan solo 86 minutos. La trama introduce personajes misteriosos, ambientes sombríos, persecuciones, asesinatos, organizaciones secretas, cuestiones sin resolver… Todo ello se enmarca en un blanco negro que realza todos estos elementos, los cuales marcarían el devenir de las siguientes y mejores obras de Hitchcock, como Psicosis (1960), Vértigo (1958), Rebeca (1940) o Crimen perfecto (1954), entre muchas otras.
La temática del falso culpable
Hitchcock aborda en 39 escalones por primera vez la temática del falso culpable, que se volvería recurrente en otras muchas de sus obras como Con la muerte en los talones (1959), Sabotaje (1942) o Falso culpable (1956).
En esta temática el protagonista de la historia se ve envuelto en un suceso delictivo por error, del que no ha formado parte, y sin embargo por el cual es perseguido por las autoridades u organizaciones criminales que forman parte del entramado. Esto obliga al protagonista a tener que buscar la manera de encontrar a los culpables de aquello de lo que se le acusa, al mismo tiempo que tiene que escapar de sus perseguidores.
Las historias que giran en torno a la figura del falso culpable suelen contar un con ritmo acelerado, persecuciones, crímenes, misterio… Y todo ello crea el clima de tensión que tanto caracterizan a los thrillers y, sobre todo, a las películas de Alfred Hitchcock.
Trama sencilla pero efectiva
Tal y como comentábamos, 39 escalones pertenece a la etapa de Alfred Hitchcock en Inglaterra, etapa previa a la de sus mejores obras, aquellas que le permitieron alcanzar el Olimpo de Hollywood como uno de los mejores realizadores de todos los tiempos.
Durante esta primera etapa de su carrera, Hitchcock hizo películas de menor presupuesto y con menos recursos, donde fue perfeccionando su estilo. Y esto se traduce, en el caso de 39 escalones, en una película cuya trama es más sencilla, sin la complejidad de otras de sus grandes obras (ya mencionadas anteriormente en esta crítica) y con una menor profundidad en los personajes protagonistas.
Conclusión de '39 escalones'
39 escalones es, probablemente, una de las mejores películas de la etapa inglesa de Alfred Hitchcock, con una propuesta sencilla que combina suspense, aventura y romanticismo, y que funciona a la perfección gracias al magistral uso de todos sus elementos, unas buenas interpretaciones y una gran dirección.
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