Crónico es una comedia sobre el desamor y la pérdida a ritmo de rancheras y boleros. Escrita y protagonizada por Mariano Rochman y con dirección de José Maya, rinde homenaje a la figura de Chavela Vargas, la mujer que mejor ha cantado el desamor y todo un icono del siglo XX. Para ello cuenta con la voz de Gloria Albalate, que encarna a una singular terapeuta, y la música en directo de Álex Tatnell.
Tras su estreno el pasado 9 de octubre en el Auditorio Municipal de Puertollano (Ciudad Real), Crónico se podrá disfrutar en Madrid hasta el 31 de octubre en el Teatro Fernando Fernán Gómez (Centro Cultural de la Villa), en la Sala Jardiel Poncela. Paralelamente se han programado una serie de actividades culturales y pedagógicas relacionadas con la figura de Chavela Vargas y la celebración del Día de muertos en México. Un altar de muertos, coloquios, documentales y actividades infantiles complementan la experiencia teatral de Crónico.
Duración: 90 min. apróx. Dirección: José Maya Dramaturgia: Mariano Rochman Músico: Álex Tatnell
Vestuario: Guadalupe Valero
Escenografía: Fer Muratori
Iluminación: José Espigares
Fotografía: Carmen Prieto Remón
Video: Joppe De Bernardi
Diseño gráfico: María D. Alba
Asesora movimiento: Carmen Vélez
Ayudante de dirección: Iñigo Elorriaga
Dirección: José Maya
Distribución: Mara Bonilla Producción: Doble Sentido Producciones
Tráiler de 'Crónico'
Sinopsis de 'Crónico'
Crónico nos presenta cómo Luego de romper con su pareja, Daniel decide pedir ayuda a una terapeuta con técnicas innovadoras para superar su problema crónico con el desamor. Sesión tras sesión él irá metiéndose en una terapia desconcertante donde tendrá que entregarse al ciento por ciento a las extravagantes propuestas y pedidos de la terapeuta, quien a su vez oculta una extraña actividad que impregnará la terapia de situaciones absurdas y disparatadas. Crónico es una comedia donde se pone en cuestión hasta donde uno es capaz de llegar para sentirse bien. Habla acerca del amor después de amor. Esa nada llamada desamor. Un estado donde uno no sabe sí está viviendo o soñando una pesadilla; sintiendo que poco aire queda por respirar y que sin esa persona amada la vida no tiene sentido.
Parafraseando a Daniel, nuestro personaje: “sí, se puede ser adicto al amor o a una mujer. No sólo al alcohol o las drogas, te diría que se puede ser adicto a casi cualquier cosa... Y siento que no lo puedo controlar...” Al repetirse esta sensación con cada ruptura se puede afirmar que puede ser, o creer que es, algo crónico. Y sí se cae en manos de una terapeuta con técnicas de dudosa seriedad y que encima tiene como objetivo personal transmutar en Chavela Vargas, la situación se vuelve absurdamente cómica. (TEATRO FERNÁN GÓMEZ).
Música contra el desamor
Un altar de muertos dedicado a Chavela Vargas ocupa el centro del hall de entrada del Centro Cultural de la Villa. En él podemos ver una guitarra, botellas de tequila, flores, espejos y numerosas fotografías, además de las letras de sus canciones. Nos detenemos unos instantes y disfrutamos de esta bellísima muestra de las tradiciones mexicanas. Es inevitable que empecemos a tararear sus canciones: Un mundo raro, La llorona, En el último trago, Piensa en mí… Cada uno la suya. La que emocionalmente siente más cercana.
La música y las emociones son inseparables en la vida de cada uno de nosotros. Y de eso trata Crónico. Un joven, Daniel, busca la ayuda de una terapeuta para superar la reciente ruptura con su pareja. Gracias a los métodos un tanto excéntricos de esta terapeuta que desea transmutarse en Chavela Vargas, Daniel emprende un viaje emocional a ritmo de rancheras, boleros y tangos. ¿Logrará Daniel superar su ruptura?
El corazón en el centro del tablero
En sus sesiones de terapia, Alejandra extiende una alfombra en forma de corazón, de la víscera, con sus cavidades, sus venas y sus arterias. Sobre él, Daniel va descubriendo los recovecos de sus propios sentimientos. Unos pocos cachivaches más, un carrito de bebidas y los instrumentos musicales de Álex Tatnell, terminan de conformar una escenografía, a cargo de Fer Muratori, sencilla, pero tremendamente simbólica.
Mariano Rochman nos ofrece un Daniel, tierno y frágil, un poco perdido. Es fácil sentir simpatía hacia él. Todos hemos estado de un modo u otro en su lugar en algún momento. Gloria Albalate interpreta a una excéntrica y maravillosa Alejandra, exuberante y arrolladora. Por momentos, parece que la trasmutación que tanto anhela tiene lugar ante nuestros ojos, cuando interpreta de forma tan rotunda las canciones de Chavela Vargas.
La obra evita toda solemnidad. Crónico nos ofrece el humor como la más potente vía de escape para las situaciones difíciles, para las que no hay una respuesta única ni sencilla.
Conclusión
Crónico es una divertida comedia que explora el proceso de superación del desamor, con el que todos podemos identificarnos. Como Daniel, buscamos en la música el alivio que necesitamos o nos torturamos sin piedad escuchando canciones que nos evocan los buenos momentos. Pero también como Alejandra buscamos nuestra mejor versión, mirándonos en los modelos que admiramos. El tequila, además, siempre es una buena ayuda.
La vida de Chavela Vargas fue un ejemplo de este constante proceso de superación y lo supo cantar como nadie. Encontrar la vía para renacer tras cada una de nuestras caídas ese es el símbolo en que se convierte Chavela. El corazón gana la partida, como tan bellamente muestra el cartel de la obra.
Las estupendas interpretaciones de Mariano Rochman y Gloria Albalate, que hace gala de una maravillosa voz y nos regala unos momentos musicales inolvidables son lo mejor del espectáculo. La música en directo de Álex Tatnell subraya la comicidad de la obra.
Con CrónicoMariano Rochman se consolida como uno de los dramaturgos más interesantes del panorama escénico contemporáneo.