Juan Jiménez Estepa escribe y dirige Cuando sea mayor, un texto que aborda la preocupación por el paso del tiempo y el miedo a envejecer. Protagonizado por Carlos Algaba, Elisa Berriozabal, Eva García-Vacas y Patrick Martino. En Nave 73 hasta el 29 de abril.



Cuando sea mayor en Nave 73

Crítica de 'Cuando sea mayor'

Ficha Técnica

Título: Cuando sea mayor
Título original: Cuando sea mayor

Reparto:
Carlos Algaba (Bruno)
Elisa Berriozabal (Julieta)
Eva García-Vacas (Clara)
Patrick Martino (Nil)

Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Juan Jiménez Estepa
Dramaturgia: Juan Jiménez Estepa
Colaboración especial: Teresa Mencía Mar (voz en off)
Diseño de iluminación:
Elena Chaidemenaki (AAPEE)
Vestuario y espacio escénico:
Teatro Cinco
Espacio sonoro:
Eduardo Ruiz
Movimiento escénico:
Ingrid López
Técnicos:
Álvaro Caletrio, Javier Albarrán y David Meneses
Diseño gráfico y fotografía:
Daniel Oliva
Producción: Teatro Cinco
y Eslinga Producciones

Tráiler de 'Cuando sea mayor'

Sinopsis de 'Cuando sea mayor'

Cuando sea mayor es la historia de un reencuentro. El de Nil con Bruno y Clara en una vieja casa de campo. También el de Nil con Julieta, aunque ella esté lejos, escribiendo lo que ocurre en esa reunión de amigos que han dejado de conocerse, aunque no de quererse. Al mismo tiempo, es la historia de una propuesta, la que lanza Nil a sus amigos: comprar una casa en la que envejecer juntos. Esa casa, vieja y necesitada de reformas, en la que han quedado un fin de semana, se convertirá en testigo de lo que sienten los personajes acerca de la pervivencia de la amistad y el miedo a envejecer. (NAVE 73). 



Cuando sea mayor
Foto de Daniel Oliva

Lo pasado, pasado está

Cantaba Sabina “en Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras trata de volver” y hasta Comala parecen viajar los cuatro protagonistas de Cuando sea mayor para intentar viajar hacia atrás en el tiempo y detenerlo. Nil (Patrick Martino) quiere minimizar los efectos de un futuro que, con la crisis de la madurez, ve precipitarse. Los recuerdos de juventud le hacen forzar una situación ante la que se ven interpelados sus amigos de siempre a los que añora y con quien ha perdido el contacto. A través del relato poético de Julieta (Elisa Berriozabal), que está presente y ausente al mismo tiempo, se despliega la historia de Bruno (Carlos Algaba), Clara (Eva García-Vacas) y Nil, amigos desde la adolescencia. La vida les ha separado y el vínculo, tan fuerte en su juventud, se ha debilitado. Aunque ¿no son frágiles todos los vínculos? ¿No penden de un hilo que puede romperse en cualquier momento?

Las relaciones humanas nacen, crecen y se transforman o mueren, aunque la intensidad de la juventud no deje espacio para pensar que todo vaya a terminarse. La vieja casa de campo es el lugar de reencuentro elegido por Nil para que los cuatro protagonistas rememoren los tiempos en que fueron felices, pero también para enfrentarse al presente. Bruno representa la realidad más dura y la conciencia del “ahora” al plantarle cara al idílico pasado y recordarles a sus amigos que ya no son los mismos. La emotividad que la propia historia lleva intrínseca se ve intensificada por la interpretación del elenco, dentro de un plano reservado y de tono cálido. El toque de humor lo pone, sobre todo, el personaje de Clara, que nos hace olvidar por un momento ese miedo a envejecer que sobrevuela la trama.

Nave 73
Foto de Daniel Oliva

Añoranza y amistad

Una gran mesa de madera preside la escena con sus tres sillas dispuestas para la charla amigable. ¿Quién puede resistirse a no añorar esas charlas con los amigos frente a una copa de vino? Cuando sea mayor nos toca muy dentro a los que no estamos en escena, porque el miedo a la vejez y a la soledad forma parte de nuestro ADN. Es por eso que la obra resulta tan cercana y emotiva, porque no es posible verla como algo ajeno. Lo que cuenta lo llevamos tan dentro como los personajes, aunque luego cada una lo viva (lo sufra o lo supere) de forma diferente.

Otra protagonista es la música, parte crucial de nuestra vida, sobre todo en la juventud, a la que Juan Jiménez Estepa le otorga un espacio relevante en la obra. Nos la muestra en varios momentos: en forma de la canción que la hermana de Nil, Mar (voz en off de Teresa Mencía), canta por teléfono, en el “Ray of light” de Madonna que hace bailar a los protagonistas y en la música melancólica final. La emoción que imprime la música acompaña a la emoción que está imbricada en el texto y eso es algo importante para Juan Jiménez Estepa. Ya lo dijo en una ocasión: “Hay obras que me gustan muchísimo de las que veo, y las que no me suelen gustar lo que le suele faltar es emoción, ya sea por parte de los actores o de la escritura. Cuando una obra parte de algo muy intelectual y no transmite algo más interior, ya sea del autor, ya sea de los actores, me suele decepcionar”.

Cuando sea mayor
Foto de Daniel Oliva

Conclusión

A través de los recuerdos, que son los que tienen la capacidad de detener el tiempo, Cuando sea mayor nos traslada a una reflexión sobre la amistad y la juventud, pero también sobre la soledad y el paso del tiempo. Con un desasosiego que puede llegar a incomodar y que se salva con unas gotitas de humor (y de vino), la obra transita por algunos lugares comunes con un lenguaje íntimo y sencillo.

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