"Delphine y Carole": El germen de la lucha

Imprescindible historia del cine

Callisto McNutty rescata dos de las figuras feministas más importantes de la historia del cine en Delphine y Carole, un documental que parte de la idea original de Carole Roussopoulos. Gracias a ello, McNutty expone y recuerda la manera en la que se produjo un movimiento de la mujer en un contexto sociocultural de cambio. Sin embargo, no se limita a realizar un escaparate de la importancia del mensaje, sino la valentía de unas figuras femeninas en el mundo del cine, en un universo dominado por el género masculino. Por lo cual, se habla del nacimiento de un estilo de vida. Indudablemente, sentó las bases de una mayor visibilidad a lo que la mujer y su posición se refiere. Asimismo, se va desarrollándose el impacto social que tuvo y las influencias que podría tener en la época actual.

Permite al espectador comprobar que no es una problemática que suceda desde hace poco, sino que lleva años buscando una solución. Por este motivo, el documental tiene un interés cultural muy importante. Con lo cual, se ve cómo el uso de la imagen es un recurso muy efectivo para la propagación de mensajes. Se ve cómo remueve los estándares de una sociedad marcada entonces, y ahora, por una educación heteropatriarcal. Además, se hace una buena biografía de la importancia de esta escuela, entonces pionera, de mujeres cineastas. Sin duda, el mensaje que se busca con el documental no es un reflejo de los avances, sino que hay multitud de protestas que, tristemente, siguen siendo las mismas. Igualmente, la historia personal de cada una de las mujeres a las que se nombra en el título, se desarrolla sutilmente y sabe encajarlo con la fuerza de la premisa principal.

Ser mujer en los años 70 ¿o también ahora?

A pesar de llamarse Delphine y Carole, el documental no solamente cuenta los relatos de la actriz Delphine Seyrig y la realizadora Carole Roussopoulos, aunque se centra en ellas como principal nexo de unión de cada una de ellas. En primer lugar, la columna vertebral del film utiliza las vivencias y entrevistas de Roussopoulos, lo que le permite ser una perfecta maestra de ceremonias. A través de su mirada, se puede entender cómo nació su ímpetu en el mundo del cine, en un momento en el que parecía imposible hacerse notar siendo mujer. Por lo cual, es interesante ver cómo la evolución de su pensamiento no se produce por una visión de la madurez, sino que ese germen ya se encontraba en ella. De esta forma, han sabido aprovechar todo el material que se tenía, para exponer un retrato íntimo, personal y, sin duda, muy cercano.

Por su parte, Delphine Seyrig revive en imágenes de archivo. Se contrasta su imagen como activista del movimiento con la leyenda del cine que se fue gestando en cada una de sus películas. Al igual que Roussopoulos, hay una intención de enseñar su sencillez, su lucha activa y el compromiso que tenía por hacer un mundo mejor. No obstante, al utilizar mayoritariamente archivo de entrevistas, de trabajos profesionales, no consigue el mismo efecto. A pesar de saber la gran labor y ser mujer valiente y fuerte que había detrás de la imagen, prevalece aún así el icono feminista, ensalzándose su figura, restándole más cotidianidad. Después, hay participaciones de figuras como Chantal Akerman, Simone de Beauvoir, Jane Fonda o Marguerite Duras, simplemente un honor para el público, que merece ser disfrutado.

Material de gran valor

Como se narra desde el principio de Delphine y Carole, la película nace de la intención de realizar un documental sobre el feminismo en el cine de mano de la propia Carole Roussopoulos. Por lo tanto, la estructura parte de una idea preconcebida. No obstante, ha sabido crear un buen recorrido a través del material histórico audiovisual que va mostrándose a lo largo de toda la cinta. Aunque no mantienen un estilo similar, el montaje consigue que no haya una ruptura del estilo visual, lo que hace que se vea de una forma amena y con un buen etalonaje en las imágenes. Por lo tanto, hay una combinación visual coherente, con una calidad destacable. Luego, la banda sonora es apropiada para el lapso de tiempo que se desarrolla, pero, en ocasiones, se queda un poco fuera de lugar.

La selección de las imágenes es increíble, lo que encuentra su sentido en un montaje agradable, con puntos de fuerza narrativa excelentes y un influjo de la imagen muy válido. Sin embargo, es un escaparate del archivo visual y de un material que merece ser visto, pero se echa en falta que haya una mayor implicación de lo que supone hacerlo ahora. Por este motivo, da una sensación de repositorio, muy bien unificado y con una emoción espectacular, pero no se innova y no se saca partido a lo que podría ser. Entonces, parece dejar todo en manos de las imágenes de antaño, no se distingue una aportación desde la realización de forma artística. A pesar de ello, el contenido tiene tanta calidad, que sigue siendo interesante dejarse invadir por una lucha que todavía sigue en pleno movimiento y no es una realidad tan lejana, desgraciadamente.

Conclusión

Delphine y Carole es una exposición de una lucha feminista que surgió en el mundo del cine. Con lo cual, muestra un buen repaso histórico por distintas figuras del séptimo arte, que reivindicaron la necesidad de remover los cimientos de un mundo heteropatriarcal. Sin duda, es un homenaje estupendo a las figuras de Delphine Seyrig y Carole Roussopoulos, a las que se unen leyendas como Chantal Akerman, Simone de Beauvoir o la mismísima Jane Fonda. Un archivo visual exquisito. No obstante, peca en haber dejado todo al montaje del material histórico y no realizar ninguna aportación estilística ni visual propia. Aun así, el mensaje sigue siendo efectivo. Las mujeres de ayer que lucharon por la igualdad, demuestran que esas grietas no están solucionadas y es importante continuar su legado.

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