Los asesinatos de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes toman un nuevo camino con el estreno de Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof, docuserie que cuenta, por primera vez, con las declaraciones de Dolores Vázquez sobre el gran error judicial que supuso su inculpación siendo inocente. Este título se ha convertido en uno de los más prometedores de HBO Max, convirtiéndose en un estreno muy esperado por su contenido inédito. Además, ha contado con la producción de la presentadora y profesional de la comunicación Toñi Moreno. Desde el 26 de octubre de 2021 se puede ver en HBO Max.
Crítica de 'Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkof'
Tráiler de 'Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof'
Sinopsis de 'Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof'
Tras más de 20 años de silencio, Dolores habla por primera vez para contar su verdad en Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof. (NETFLIX).
Víctimas directas y colaterales
El caso Wanninkhof-Carabantes es uno de los episodios más mediáticos de la historia negra española. HBO apuesta por una visión completamente nueva, dando voz, por primera vez en televisión, a Dolores Vázquez. Por tanto, el principal interés de esta docuserie es escuchar en primera persona el relato ya conocido sobre las vivencias de Vázquez. Hay que recordar que fue acusada injustamente por el asesinato de Rocío Wanninkhof. A lo largo de los seis capítulos que conformanDolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof se van desgranando los eventos más importantes de la investigación. Así se desmontan y revelan los fallos que convirtieron este homicidio en uno de los errores judiciales mas graves de España. Gracias a ello, no se repiten datos que sean conocidos por el público, sino que se revela una estrategia narrativa que mantiene al espectador atento a lo que sucede en pantalla.
Lógicamente, el principal reclamo de esta ficción es centrarse en Vázquez. Es una gran desconocida, pese a ser uno de los rostros más vistos de la pequeña pantalla. El guion del documental equilibra datos exactos, extractos de la investigación, la base de la defensa y la acusación con un retrato personal y emocional de Vázquez. Gracias a ello, el espectador puede empatizar, por primera vez, con su figura. Con lo cual, contrasta con la personalidad fría que se vendió en prensa. Así se exponen datos que en su día fueron pasados de largo, dado que en su momento no eran de interés. Y ahí viene la segunda baza de este serie, la crítica al sistema comunicacional y de justicia española. Durante el transcurso de los episodios realiza un análisis de cómo se abordó mediáticamente, la homofobia y machismo del momento, logrando enumerar las fallas sociales de entonces.
La verdad nunca escuchada antes
Como se ha analizado previamente, Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof se enfoca en gran medida en los argumentos que desea compartir Dolores Vázquez al gran público. A diferencia de otras ocasiones, se ve a una mujer completamente rota, humana, así como la decisión y determinación de querer expresar su perspectiva de las vivencias en cada punto del suceso. Como es lógico, el documental se vertebra mayormente en sus declaraciones, explorando distintos estados de ánimo de Vázquez y logrando un retrato profundo y a la altura de las circunstancias. Luego, la otra gran protagonista, indudablemente, es Alicia Hornos, la cual se mantiene en consonancia con lo que ha narrado durante todos estos años. Sin embargo, el tratamiento de su discurso reincidente, se trata con el máximo cuidado entre sendas declaraciones.
Por otra parte, la selección de ponentes durante cada episodio sigue una estrategia lógica, donde se pone el foco en aquellos agentes imprescindibles para conocer la historia. Además, su mayor potencial se da en la obtención de participantes que no son tan conocidos al ojo público. Por ejemplo, salen miembros del jurado popular que condenó a Vázquez. Igualmente, también ha sabido componerse de un plantel de profesionales de distintos ámbitos, que les permita explicar cómo se sucedieron los eventos desde su perspectiva. Mediante ese puzzle, se compone una imagen más completa, más profunda. Deja menos incógnitas sobre el tintero y establece un diálogo reflexivo con el espectador. Únicamente, como pequeño detalle a mejorar, hay veces en las que se muestras de una forma muy clara cuál es la conducción elegida del documental.
Innovar ante un caso muy mediático
Dolores: La verdad del caso Wanninkhof tiene todos los ingredientes para ser un boom entre el público, por su carácter informativo, pero también mediático. Por tanto, en un momento en el que los true crime son uno de los géneros más demandados del gran público, era necesario una realización que capturase e impactara no sólo pon lo que cuenta, sino también cómo se presenta. Por un lado, el diseño de gráficos y la composición de imágenes siguen una estética muy atractiva, desarrollando un ritmo dinámico que engancha. Asimismo, se observa la materialización de las teorías y pesquisas de lo ocurrido, combinándolo con material de archivo de una forma sinérgica. La línea temporal es la única en la que, a veces, se abusa de ir desde hacía atrás hacía adelante, aunque el espectador no tiene dificultad para mantenerse al corriente de lo que sucede y en qué orden.
Por otra parte, las declaraciones de los participantes generan un ambiente de tensión y dureza, lo que mantiene el carácter y la seriedad de lo que se está narrando. Gran parte de la buena ejecución de los discursos de cada una de las personas implicadas se debe a un montaje que ha sabido dar su lugar a cada una de las partes. Incluso, no son pocas veces en las que hay una contraposición de opiniones, formando un diálogo entre perspectivas enfrentadas. Asimismo, la gama de colores que se observa en el documental sigue una propuesta que lleva al público a entrar en el alma de la docuserie y saber la naturaleza de los hechos narrados. No obstante, el ritmo, en alguna ocasión, va menguando en el dinamismo que hay en la mayor parte del proyecto, por lo que la fluidez no se ve afectada.
Conclusión
Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof cumple con las expectativas y ofrece una docuserie totalmente diferente sobre uno de los casos más mediáticos de España. Así se expone la visión de Dolores Vázquez, por primera vez, en una revisión del homicidio, no sólo aportando una imagen más completa de los protagonistas, sino también una crítica social y comunicacional de la sociedad española de ese tiempo. De esta manera, se logra una producción completa e impactante. Asimismo, la reconstrucción del caso se fundamenta también en una selección de participantes a la altura y con respeto al asesinato. Por otro lado, la realización técnica y artística sabe cohesionar todas las piezas y fábrica una producción de alto nivel. Una vuelta de tuerca de un capítulo oscuro de la historia criminal y judicial española, que triunfa por el planteamiento y la originalidad en su contenido y en su forma.