El hombre sin culpa, coproducción proveniente de Italia, Eslovenia y Croacia está realizada por Ivan Gergolet quién debuta en el terreno de la ficción tras su documental Dancing with Maria (2014). Drama de venganza y redención personal ambientado entre Trieste y la costa adriática, en la frontera entre Italia y Eslovenia. Tras su paso por el prestigioso Tallin Black Nights Film Festival, Festivales de Sofía y Pekín, y el Valencia Humans Fest de Derechos Humanos, El hombre sin culpa, se estrena en salas de cine españolas el 14 de julio de 2023.
Crítica de 'El hombre sin culpa'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El hombre sin culpa
Título original: L'uomo senza colpa / The Man Without Guilt
Reparto:
Valentina Carnelutti (Angela)
Rossana Mortara (Elena)
Branko Zavrsan (Francesco)
Giusi Merli
Livia Rossi (Daria)
Paolo Rossi
Alessandro Bandini (Marco)
Enrico Elia Inserra (Enrico)
Año: 2022
Duración: 112 min.
País: Italia
Director: Ivan Gergolet
Guion: Ivan Gergolet
Fotografía: Debora Vrizzi
Música: Luca Ciut
Género: Drama
Distribuidor: Reverso Films
Tráiler de 'El hombre sin culpa'
Sinopsis
Ángela es una limpiadora de un hospital que ha sufrido la pérdida de su marido, víctima de una enfermedad relacionada con el amianto mientras trabajaba al servicio de un hombre llamado Gorian. Este hombre es el culpable de haber autorizado el uso de amianto con pleno conocimiento de los efectos que podría tener sobre sus empleados. Cuando, años después de la muerte del esposo de Ángela, el hombre en cuestión es hospitalizado, después de haber sufrido un derrame cerebral que lo dejó sin la capacidad de caminar o hablar, Ángela tiene la opción de seguir pensando en la venganza o finalmente dejarla ir… (Reverso Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Ángela trabajando como cuidadora de Gorian
El hombre sin culpa comienza con una escenografía muy impactante de una sala judicial, donde todos sus protagonistas están impregnados del polvo blanco que desprende el amianto. La imagen resulta estéticamente bella pero a su vez demoledora simbólicamente anticipatoria del gran drama que se va a narrar después.
El director Ivan Gergolet ha realizado cortos y documentales durante diez años antes de dirigir éste primer largometraje, basado en un guion suyo sobre el gran problema social de los daños letales del amianto en las personas. Previamente realizó su primer largo documental Dancing with Maria, que fue seleccionado en la Semana de la Crítica de Festival Internacional de Venecia en 2014, siendo galardonado con el Civitas Vitae Prize y nominado al Mejor Documental Europeo en los European Film Awards 2015.
En El hombre sin culpa el guion se centra en Ángela, Valentina Carnelutti, limpiadora de un hospital que ha sufrido la pérdida de su marido, víctima de una enfermedad respiratoria causada por el amianto mientras trabajaba al servicio de un empresario llamado Gorian, Branko Zavrsan.
Ángela es contratada por un hijo de Gorian, Paolo Rossi, para cuidarlo en su casa después de ser dado de alta hospitalaria en la UCI tras sufrir un derrame cerebral. Puntualmente Ángela acude cada día en sus horas libres a la gran mansión del antes obrero para atenderle y hacer las labores domésticas. La película sigue en paralelo la rehabilitación domiciliaria por un fisioterapeuta y una logopeda en el proceso de recuperación para superar su dependencia funcional por las secuelas del accidente cerebral.
Los graves daños silenciosos del amianto
El argumento va desgranando las relaciones entre los dos personajes principales y los secundarios, poniendo el foco en las consecuencias y responsabilidades de los daños producidos por la lenta absorción del polvo del amianto a través de los pulmones. El amianto, componente del fibrocemento, se usó durante varias décadas en la construcción de viviendas, instalaciones industriales y escuelas por su bajo coste, hasta que finalmente se prohibió su empleo. Sin embargo las personas siguen enfermando al no haberse terminado de retirar las placas y tuberías de fibrocemento de muchas construcciones.
En el mundo 125 millones de personas están expuestas al amiento en sus puestos de trabajo y unas 100.000 personas al año mueren por las complicaciones de salud provocadas por la exposición al silencioso polvo blanco. En España como en otros países cercanos aún siguen las reclamaciones de asociaciones de personas afectadas para que empresas especializadas retiren los materiales fabricados con amianto, que se comercializaban con el conocido nombre comercial de uralita.
Otro personaje importante de El hombre sin culpa es Elena, Rossana Mortara, amiga de Ángela y cuyo marido quedó gravemente enfermo por la enfermedad pulmonar. Ella sigue sufriendo pesadillas nocturnas, muy relacionadas por todo lo sucedido. En la película es tan importante o más lo que no se dice que lo hablado, así con frecuencia las miradas, los silencios y los ruidos son completamente expresivos en las relaciones entre todos los personajes.
En el coloquio posterior a su presentación, el guionista y director Ivan Gergolet, habló de que estuvo preparando muchos años la película a partir del gran conocimiento que tenía por su abuelo y padre, trabajadores con amianto en la industria naval. Entre veinte y cuarenta años es el tiempo de latencia de éste nocivo material para el aparato respiratorio, al desprenderse las fibras afectando los pulmones terminando por acabando producir graves daños internos y derrames de sangre.
Magníficas interpretaciones de Ángela y Gorian
Lo más destacable del elenco actoral son las grandes interpretaciones de los dos personajes de Ángela y Gorian. Su expresividad no verbal es magistral llevando gran peso de la película. Gorian, el antiguo obrero luego reconvertido en empresario, vive en una gran casa que construyó sin amianto, sabedor de sus daños. Desde su derrame cerebral no puede hablar aunque su expresividad con gestos y miradas es enorme, especialmente en los episodios coléricos donde se vuelve muy agresivo por sus frustraciones y situación incapacitante.
A su vez, Gorian si elige cuando quiere o necesita comunicarse, especialmente al hacerlo con su cuidadora Ángela, su hijo o los terapeutas domiciliarios, donde su comportamiento es altamente dramático.En torno a la película están desarrollados varios temas muy importantes como las responsabilidades personales por acción u omisión según nuestros actos, los sentimientos ante las pérdidas y los duelos, las culpas y el simbolismo de la limpieza como elemento purificador.
El hombre sin culpa, también hace reflexionar sobre la traición, la venganza y el perdón, las relaciones entre los padres y los hijos, el simbolismo de los espacios, y la elaboración de los duelos en las pérdidas y el acompañamiento. La fotografía de Debora Vrizzi está totalmente puesta al servicio del relato, y en la banda sonora de Luca Ciut tiene especial importancia en la parte musical tanto los temas elegidos como el coro funerario que ambienta los entierros.
Conclusión de 'El hombre sin culpa'
El primer largometraje de ficción del guionista y director Ivan Gergolet es una interesante obra madura, duro drama basado en hechos reales que conoce bien el director italiano que nos ofrece tras casi diez años de preparación.
Muestra los estragos mortales del polvo blanco silencioso desprendido del amianto tanto en su fabricación, empleo y convivencia durante años, continuando hoy día produciendo víctimas por su larga latencia. Aunque prohibido aún permanece sin retirar del todo. Hay dos extraordinarias interpretaciones de los personajes de Ángela y Gorian, en éste necesario largometraje de denuncia social.
Reportaje de El hombre sin culpa en Días de Cine TVE
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