"El inconveniente": Una comedia con alma clásica y atemporal

El inconveniente es una obra que nos presenta a Luis, al cual siempre le gustó este barrio. Se nota que es una zona “bien”. Y él, para qué negarlo, es un chico “bien”. El piso que le ofrece la agente inmobiliario reúne todas las características que desea: bajo precio, amplitud, luz y unas hermosas vistas de la sierra. Tan solo presenta un pequeño “inconveniente”: la dueña del piso vivirá en él hasta el día de su (inminente) fallecimiento. Lola (de setenta y cinco años) ha sido operada del corazón en dos ocasiones y sin duda no aguantará mucho más. Sobre todo si sigue fumando una cajetilla diaria. Y bebiendo todo lo que se le pone por delante. Sí, Luis decide dar el paso, comprar el piso y esperar…

Pero ya sabemos que los acontecimientos no se desarrollan siempre tal y como uno los había planeado. En primer lugar, Lola sigue gozando mes tras mes de una envidiable salud. Y segundo, y más grave, la propia vida de Luis es la que empieza a desmoronarse, con nuevos y sorprendentes acontecimientos. Entre ambos, tan distintos y tan parecidos en su soledad, surgirá una amistad plagada de risas, ternura, emoción y complicidad. (TEATRO PAVÓN). 

Del teatro al cine... y de nuevo al teatro

Allá por 2010, se estrenó en Madrid la obra "100 metros cuadrados", la cual no sólo fue un éxito en la escena de la capital española, sino también en el resto del país, saltando posteriormente a otros países del mundo como Argentina o México, logrando estos mercados replicar la buena acogida. De ahí, que se viera lógico su salto al cine, que llegó en 2020 con la película El inconveniente, que se alzó con el premio a la mejor actriz y el Premio del Público en el 23 Festival de Málaga y que fue nominada a tres Premios Goya.

Su reconversión a la gran pantalla conllevó una serie de cambios que gustaron a Juan Carlos Rubio, autor de la obra original. De ahí, que haya querido introducirlos en su obra, reinterpretándola desde otra perspectiva. Es por eso que 100 metros cuadrados ha pasado a ser también la obra El inconveniente, con la que Rubio ha querido apostar por una puesta en escena más cercana a su contraparte cinematográfica y que, sin duda, engrandece a una propuesta que ya partía de una buena base y que llega renovada.

Cambios que le dan otra perspectiva a una obra que ya funcionaba muy bien

Eso sí, Rubio ha querido darle su propio toque a este regreso. De ahí, que haya apostado por cambiar el sexo de dos de los tres personajes. Ahora Sara es Luis y el irreverente agente inmobiliario que logra venderle un piso en pleno centro de Sevilla con un ‘inconveniente’ dentro (Lola, la señora protagonista) pasa a ser una pizpireta joven algo alocada. Cambio interesante que, por otro lado, guarda buena parte del espíritu de la película.

Resulta inevitable nombrarlas. Por ejemplo, en "100 metros cuadrados", la señora protagonista, que vende su piso y podrá vivir en él hasta su muerte, había sobrepasado los 80 años, mientras que la nueva propietaria del domicilio ya había sobrepasado los 50. Ambos papeles tuvieron que adaptarse a Kiti Mánver y Juana Acosta, sus contrapartes cinematográficas. La vetusta protagonista se le redujo a los 75 años y a la elegante ejecutiva que compra el apartamento se le rebajó a los 40 años. El resultado no sólo funcionó, sino el savoir-faire de ambas intérpretes hizo de esta versión la definitiva y la que se toma de referencia, ya que ambos protagonistas mantienen esa diferencia de edad.

A ello se suma que se mantiene la referencia al exmarido de Lola y que es el nombre del nuevo protagonista masculino, el que tenía el compañero de trabajo de la protagonista original, Sara, la cual ahora pasa a ser la esposa que Luis nombra en sus conversaciones con la anciana. Pequeños guiños que, sin duda, son huevos de pascua para los seguidores de El inconveniente y que endulzan más la experiencia. Ahora bien, ¿le favorecen los cambios a esta renovada versión?

Kiti Mánver vuelve a hacer suyo el personaje de Lola

Era un movimiento arriesgado, dado que las conversaciones entre Lola y Sara tenían un punto en común y las problemáticas de la ejecutiva encajaban muy bien dentro de las que una mujer de mediana puede tener. La conversión surte efecto y logra mostrar a un protagonista masculino que tiene el añadido de ser un tipo cuya coraza se va resquebrajando de forma distinta, Rubio ha sabido masculinizar al personaje, dotándole de una humildad y un corazón que se oculta más respecto a su contraparte femenina. A ello se suma que cuenta con Cristóbal Suárez como actor principal. El madrileño lleva a sus espaldas varios papeles de galán y aprovecha esa experiencia para crear a un ejecutivo frío que, poco a poco, va mostrando su lado carismático.

Eso sí, quien se lleva la obra de El inconveniente es Kiti Mánver. La malagueña ha hecho suyo completamente el personaje. Tan magistral fue su interpretación en la gran pantalla, que sólo toca volver a aplaudir sonoramente en esta versión teatral. Se nota que conoce perfectamente a Lola. Para el público, es puro deleite. A ello se suma la energía que derrocha. Maravillosa.

Conclusión

El inconveniente ha sabido coger las principales virtudes de la película y mejorar una obra que ahora funciona mejor inclusive. Sin duda, aspira a convertirse en un clásico de las comedias de salón. Consigue conectar de forma cómplice con el público, sin olvidar su sibilina crítica a la especulación inmobiliaria y la precariedad laboral. Una producción hecha para el éxito.

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