El vengador sin piedad (Bravados, 1958) es una película dirigida por Henry King (El pistolero, El cisne negro, Las nieves del Kilimanjaro, Tierra de audaces) y protagonizada por el gran Gregory Peck (Matar a un ruiseñor, Vacaciones en Roma o El cabo del terror) y la amable Joan Collins (Tierra de faraones); y con la presencia en segundo de plano de un joven y aun no consagrado Lee Van Cleef (El bueno, el feo y el malo, La muerte tenía un precio, Solo ante el peligro). La cinta es una adaptación de la novela homónima de Frank O´Rourke.
Crítica de 'El vengador sin piedad'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El vengador sin piedad
Título original: The Bravados
Reparto:
Gregory Peck (Jim Douglass)
Joan Collins (Josefa Velarde)
Henry Silva (Leandro Lujan)
Lee Van Cleef (Alfonso Parral)
Stephen Boyd (Bill Zachary)
Albert Salmi (Ed Taylor)
Andrew Duggan (Padre)
Kathleen Gallant (Emma Steinmetz)
Barry Coe (Tom)
Ada Carrasco (Sra. Parral)
Herbert Rudley (Sheriff Eloy Sánchez)
George Voskovec (Gus Steinmetz)
Año: 1958
Duración: 93 min.
País: Estados Unidos
Director: Henry King
Guion: Philip Yordan. Novela: Frank O'Rourke
Fotografía: Leon Shamroy
Música: Alfred Newman, Hugo Friedhofer
Género: Western
Distribuidor: 20th Century Fox
Tráiler de 'El vengador sin piedad'
Sinopsis
Jim Douglas persigue sin tregua a cuatro hombres, dos blancos, un mestizo y un indio, que asesinaron a su esposa. Cuando, por fin, los encuentra, están en la cárcel y van a ser ahorcados al día siguiente. Mientras espera el momento de la ejecución, alguien ayuda a los presos a escapar, pero él seguirá persiguiéndolos sin descanso.
Dónde se puede ver la película en streaming
La venganza como el leitmotiv de la película
Este western trata como epicentro de la trama el clásico tema de la venganza. Este tema se ha utilizado como potente motor narrativo en numerosas películas a lo largo de la historia, como en Los canallas duermen en paz, Gladiator, Kill Bill o, más recientemente, en El renacido o El hombre del norte.
Jim Douglas (Gregory Peck) es un granjero en busca de venganza que no descansará hasta ver morir a los asesinos de su mujer. Jim se presenta como personaje frío y distante, incluso con Isabel (Joan Collins), antigua conocida con la que mantuvo una relación y quien afirma notar que no es el mismo que ella había conocido. El granjero es, básicamente, una persona cegada por sus deseos de venganza y atormentada por la consecución de tal objetivo.
La importancia de la religión y del perdón como redención
La devoción por la religión cristiana ocupa también a lo largo del cine un papel importante, motivo principal de grandes obras como Ordet (La palabra), El séptimo sello o El fuego y la palabra.
En El vengador sin piedad la religión se articula como tema secundario. Esto se muestra a través de diferentes escenas, como la celebración de la misa de noche a la que asiste todo el pueblo, la sorpresa de Isabel al escuchar por parte de Jim que ya no acude a la iglesia regularmente o la inquietud del vigilante de la cárcel al preguntar al Sheriff si podrá ir a la misa.
El perdón en clave religioso es evocado por el sacerdote del pueblo en dos ocasiones a lo largo de la cinta: cuando este pide a las habitantes del pueblo que perdonen los pecados cometidos por los cuatro bandidos que van a morir en la horca y en el momento en el que Jim se confiesa y asume su error en la búsqueda de la venganza personal, arrepentimiento sincero y liberador que le honra y le permite retomar su vida humilde vida de granjero.
Un western sosegado
A diferencia de otros westerns de la época más dinámicos o épicos (Los profesionales, La diligencia, Duelo de titanes), El vengador sin piedad adopta un carácter más sosegado y tranquilo, a la vez que carga de tensión la trama. Esta obra cuenta con una bella fotografía de numerosos escenarios naturales a lo largo de la persecución de los bandidos. Las actuaciones de Gregory Peck y Joan Collins son correctas, sin profundizar demasiado en la psicología de los personajes, más allá de los deseos de venganza que atormentan a Jim.
Conclusión de 'El vengador sin piedad'
Esta película no será recordada como una de las grandes cintas de la época más prolífica del western estadounidense, pero sin duda El vengador sin piedad es una película equilibrada y sin grandes artificios, aunque con un potente mensaje moralizador sobre el camino de la venganza, la redención y el perdón.
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