Encuentro en París (Paris – When It Sizzles, 1964) es una película dirigida por Richard Quine y protagonizada por William Holden y Audrey Hepburn, contando, además, con la participación de otras celebridades como Grégoire Aslan, Tony Curtis o Marlene Dietrich (estos dos últimos, en pequeñas pinceladas).



Encuentro en París

Crítica de 'Encuentro en París'

Ficha Técnica

Título: Encuentro en París
Título original: Paris - When It Sizzles

Reparto:
William Holden (Richard Benson)
Audrey Hepburn (Gabrielle Simpson)
Grégoire Aslan (Inspector Gilet)
Raymond Bussières (François)
Marlene Dietrich (Marlene Dietrich)
Noël Coward (Alexander Meyerheim)
Fred Astaire (Fred Astaire)
Tony Curtis (Actor imaginado que interpreta a Maurice o Philippe)
Mel Ferrer (Dr. Jekyll & Mr. Hyde)
Christian Duvallex (Mayordomo)
Thomas Michel (Segundo gángster)
Dominique Boschero (Chica en la piscina 1)
Evi Marandi (Chica en la piscina 2)

Año: 1964
Duración: 110 min.
País: Estados Unidos
Director: Richard Quine
Guion: George Axelrod, Henri Jeanson, Julien Duvivier
Fotografía: Charles Lang
Música: Nelson Riddle
Género: Comedia romántica
Distribuidor:

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Encuentro en París'

Sinopsis

William Holden y Audrey Hepburn en todo su esplendor en esta pequeña joya del cine clásico más tierno y romántico, dirigida con brío por Richard Quine. Basada en una historia del mítico cineasta francés Julien Duvivier, la película triunfa en su establecimiento de París como capital mundial del amor romántico: "Encuentro en París", como todo buen dulce, alegra pero no empalaga. Richard Benson (William Holden) recibe el encargo de escribir un guion para un productor de Hollywood. Benson se instala en París para escribir pero pierde el tiempo viviendo la vida en vez de hacer su trabajo. Cuando se da cuenta de que tiene tres días para entregar el guion se ve obligado a contratar a Gabrielle (Audrey Hepburn) para que le ayude a finalizar el trabajo y cumplir con el encargo. (Filmin)

Dónde se puede ver la película en streaming



Cine sobre cine y una tierna comedia romántica

Uno de los aspectos más originales y llamativos es la propuesta de su trama. Richard Quine nos ofrece una simpática comedia romántica en la que el productor Alexander Meyerheimer (Noël Coward) encarga a Richard Benson (William Holden) la redacción de un guion para una película. La ajetreada vida social de Benson le lleva al fin de semana de la entrega sin haber escrito una sola página y, junto a su nueva secretaria, Gabrielle (Audrey Hepburn), dará rienda suelta a su imaginación para que, entre los dos, consigan crear un argumento y escribir el guion en tan solo dos días.

Esta propuesta se desarrolla por medio de un montaje paralelo. Por un lado, tenemos a Benson y Gabrielle en el apartamento parisino del guionista, conversando e intercambiando ideas a través de un divertido y magistral intercambio de diálogos entre ambos con el objetivo de comenzar y dar forma a su guion.

Por otra parte, las ideas que Gabrielle va plasmando en el papel van tomando forma en la pantalla según aquello que dictan sus narradores (Gabrielle y Benson) que son, a la vez los protagonistas de la propia historia que están creando (bajo las identidades que ellos mismos se otorgan) y que se está inmediatamente reproduciendo ante nuestros ojos (con cambios de guion sobre la marcha incluidos).

Y todo esto toma forma de comedia romántica con ocurrentes y divertidos diálogos y situaciones, mientras se desarrolla, por un lado, la historia que ambos crean y, por otro, su relación durante el fin de semana que pasan juntos en aquel lujoso apartamento de París.

Encuentro en París película

El brillo de Audrey, la presencia de William Holden y dos sorprendentes apariciones

Encuentro en París destaca, principalmente, por sus dos personajes principales, Richard Benson y Gabrielle, William Holden y Audrey Hepburn, que mantienen el nivel de la película a través de sus diálogos y su química en pantalla.

Y es que Audrey Hepburn, sin ser uno de sus mejores papeles, logra encandilar al espectador con cada intervención, cada mirada y cada sonrisa que ofrece a la pantalla, con ese brillo tan especial que le caracteriza, siempre lleno de ternura, belleza, bondad, simpatía e inocencia. Además, Audrey dejó escenas icónicas como la del baño de espuma.

William Holden, por su parte, ofrece una viva y enérgica actuación llena de carisma y comedia que le aporta presencia en pantalla cada vez que interviene, siendo el personaje que funciona de motor-narrador en la historia que idean Benson y Gabrielle.

Por último, y no menos importante, sorprende el cameo de Marlene Dietrich y la aparición de Tony Curtis como actor secundario, prácticamente en una actitud paródica.

París, color y glamour

Como no podía ser de otra forma, Encuentro en París se grabó en diversas localizaciones de la ciudad parisina y en los Billancourt Studios, situados en la misma ciudad. Richard Quine y su director de fotografía, Charles Lang, aprovechan los magníficos exteriores llenos de color y recrean en el estudio lugares como plazas, cafés o fiestas con el glamour que caracteriza a una ciudad como París.

El guion, la pata coja de la película

Si antes destacábamos la interesante propuesta de la trama, las buenas actuaciones de sus protagonistas y las ventajas que ofrece grabar o recrear la ciudad de París, en contraposición a todo ello hay que destacar un guion que no está a la altura del resto de sus elementos.

En primer lugar, si bien estamos ante una comedia romántica con buenas intervenciones de los personajes principales, sí que es cierto que la película busca ese toque de comedia hilarante propia de películas como Una noche en la ópera (1935), Uno, dos, tres (1961) o La vida de Bryan (1979) que, realmente, no logra conseguir, dejando en “simpática” lo que podría haber sido una comedia desternillante.

Y es que esto se debe, sobre todo, la historia de trasfondo que nos cuentan Benson y Gabrielle que, si bien la propuesta es buena, es la película que arman y que “vemos” mientras vemos la película no termina de tener la calidad u originalidad suficiente como para parecer atractiva o lo divertida que pretendía ser, restándole algo de fuerza, ritmo y verosimilitud.

El último aspecto que no logra convencer en Encuentro en París son sus personajes secundarios que, sin ser malos papeles, no consiguen adoptar ese tono que requería la película, quedándose en meras caricaturas que no consiguen funcionar del todo.

Conclusión de 'Encuentro en París'

Encuentro en París es una película con elementos muy interesantes y puntos a favor, sin embargo, todo ello se ve afectado por un guion mediocre que no permite a la película situarse un escalón por encima del que se encuentra, pudiendo haberse situado entre las grandes comedias románticas clásicas de la historia.

Aun así, siempre se recordarán las bonitas escenas por las calles de París, las ocurrentes intervenciones y la presencia de William Holden y, sobre todo, el inigualable brillo de Audrey Hepburn.

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