Crítica de 'Negación' dirigida por Mick Jackson

La película Negación está basaba en hechos reales escritos en un libro biográfico de Deborah Lipstadt (Rachel Weisz) sobre sus vivencias.

Crítica de Negación

Ficha Técnica

Título: Negación
Título original: Denial

Reparto:
Andrew Scott (Anthony Julius)
Rachel Weisz (Deborah Lipstadt)
Tom Wilkinson (Richard Rampton)
Timothy Spall (David Irving)
Jack Lowden (James Libson)
Caren Pistorius (Laura Tyler)
Alex Jennings (Sir Charles Gray)
Harriet Walter (Vera Reich)
Mark Gatiss (Profesor Robert Jan van der Pelt)
John Sessions (Prof. Richard Evans)
Nikki Amuka-Bird (Libby Holbrook)
Pip Carter (Anthony Forbes-Watson)
Jackie Clune (Heather Rogers)
Will Attenborough (Thomas Skelton Robinson)
Maximilian Befort (Nik Wachsman)
Daniel Cerqueira (Sam Glass)
Elliot Levey (Roger Levy)
Helen Bradbury (Rachel Levy)
Abigail Cruttenden (Janine Stone)
Andrea Deck (Leonie)

Año: 2016
Duración: 110 min.
País: Reino Unido
Director: Mick Jackson
Guion: David Hare (Libro: Deborah Lipstadt)
Fotografía: Haris Zambarloukos
Música: Howard Shore
Género: Drama judicial. Biográfico
Distribuidor: Entertainment One Films Spain

Tráiler de Negación

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• Rachel Weisz, Tom Wilkinson, Timothy Spall (Actores)
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Sinopsis de Negación

Basada en la historia real de la aclamada escritora e historiadora Deborah Lipstadt (Rachel Weisz), quien se vio obligada a plantar cara y luchar judicialmente por demostrar que el Holocausto realmente ocurrió cuando David Irving (Timothy Spall), un renombrado negacionista, la denuncia por difamación.

Premios

• Premios BAFTA: Nominada a Mejor film británico. 2016

Dónde se puede ver la película

Situemos la historia

La historiadora norteamericana y profesora en la Universidad Emory en Atlanta, Lipstadt, en su libro "La Negación del Holocausto" acusa a una serie de historiadores y periodistas de negacionistas. Uno de ellos, David Irving (Timothy Spall), un famoso periodista e historiador británico, admirador de Hitler, que afirma no haber ni una prueba real de la existencia del Holocausto, ni de cámaras de gas, y ni de órdenes directas para exterminar a la población judía, cansado de que ella hable de él, la pone una demanda por difamación. Al ser ciudadano del Reino Unido, será un tribunal británico quien se encargue de llevar el proceso judicial y dictaminar una sentencia.

Deborah Lipstadt deberá demostrar que realmente tuvo lugar el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial y defender su honorabilidad porque en la peculiar legislación inglesa, la carga de la prueba recae en el acusado. David Irving se representará así mismo, mientras que ella, estará asesorada por un grupo de abogados de primera categoría proporcionados por su editor.

El  grupo está formado por el prestigioso letrado Richard Rampton (Tom Wilkinson), encargado de argumentar en el tribunal, y figuras del mundo jurídico de la talla de Anthony Julius (Andrew Scott), conocido porque fué quien llevó el divorcio de la princesa Diana antes de su asesinato, que se ocupará de preparar el caso. Además, contará con la ayuda financiera de Steven Spielberg entre otras muchas celebridades.

La estrategia de defensa de los abogados provocará desde un inicio tensiones y discrepancias con Lipstadt, al no permitir testificar ni a ella, ni a los supervivientes del Holocausto, porque consideran que solo ayudaría a legitimar los argumentos de Irving.

Laborioso guion

A pesar del laborioso trabajo en el guión del dramaturgo Dave Hare, sobre un tema tan potente y polémico, que generó una gran expectación en la opinión pública del momento, y abrió los informativos de medio mundo, nos encontramos ante una oportunidad perdida de haber hecho una realización más sólida y consistente. Parece que estamos ante un drama televisivo, quizás, le ha pasado factura a su director Mick Jackson, los más de diez años trabajando para este medio en telefilms como el multipremiado con 7 Emmys, Temple Grandin (2010) o El guardián de la memoria (2008), y en series como El Instructor (2003-2004).

Sin embargo, el talento de su guionista Dave Hare (Creador, entre otras, de las magníficas, Un pasado en sombras (1985), ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín, Las Horas (2002) ganadora del Oscar a la Mejor Actriz, Nicole Kidman, y Oso de Plata en el Festival de Berlín, y El lector (2008) con el Oscar a la Mejor actriz, Kate Winslet, y 5 nominaciones), brilla y queda patente a lo largo de toda la película gracias a los soberbios diálogos.

Los disparatados y extrambóticos razonamientos de éste en el juicio, carentes de sustento, debilitan el poco suspense que pudiera haber para el veredicto final. Aunque será el juez (Hilton McRae) a última hora, con una inesperada pregunta, quien descolocará al grupo de abogados de Lipstadt, y generará cierta expectación e incertidumbre por la resolución final.

Pocos planos exteriores

Con muy pocos planos de exteriores, la mayor parte de la acción tiene lugar en las salas de abogados o en la sala del tribunal, la película se siente como atrapada en un caparazón, en un escenario mas propio de una obra de teatro, y la narración adquiere un ritmo lento, intencionadamente para que paulatinamente veamos todo el proceso de debilitamiento de las extravagantes declaraciones de Irving, a través, sobre todo, de los elocuentes argumentos esgrimidos por el abogado Richard Rampton en los interrogatorios ante el juez, para romper las falsedades de la insensible re escritura que hace Irving de la historia.

Actores

A pesar de las buenas intenciones y esfuerzos de Mick Jackson, la película nace y muere con los magníficos diálogos, bien entrelazados, y perfectamente aprovechados por sus actores principales para su lucimiento personal con fantásticas interpretaciones. De entre todos, sobresale la formidable actuación de Timothy Spall, dando vida a un personaje que no miente porque cree firmemente en lo que piensa, y tiene una respuesta de refutación a cada pregunta.

También hay que destacar la poderosa y convincente actuación de Tom Wilkinson. Y por último, a Rachel Weisz con una horrible y desagradable peluca que consigue distraer la atención del espectador, a pesar de su enérgica y apasionada interpretación no parece cómoda en el papel de Deborah Lipstadt, con una actuación algo rígida.

Punto y final

En definitiva, Negación carece de tensión, se centra fundamentalmente en razonamientos y discursos, y abandona varias subtramas surgidas alrededor de la historia y de los personajes que, quizás hubieran podido dar mas consistencia y emoción al conjunto.

El mejor momento de la película, de los pocos rodados en exteriores, rompe con la rutina del film para trasladar la acción a los campos de concentración de Auschwitz, donde vemos a Lipstadt, y al grupo de abogados, incluido Rampton, recoger evidencias y argumentos en el lugar real de los hechos. Maravillosamente filmado, con unas escalofriantes escenas, muy emotivas, envueltas en una espesa niebla.