Lucía Aleñar Iglesias pisa fuerte con Forastera, cortometraje que fue seleccionado en la Semana de la Crítica del prestigioso Festival de Cine de Cannes. Además, ha contado con los productores de "Suc de Síndria", ganador del Premio Goya a mejor cortometraje en 2020. El film se ha rodado íntegramente en las Islas Baleares, siendo una vuelta a España para la realizadora. Actualmente, se encuentra disponible en la plataforma Filmin.
Crítica de 'Forastera'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Forastera
Título original: Forastera
Reparto:
Zoe Stein (Antonia)
Caterina Alorda (Madre)
Carla Castañé (Hermana)
Miquel Gelabert (Abuelo)
Año: 2020
Duración: 20 min
País: España
Dirección: Lucía Aleñar Iglesias
Guion: Lucía Aleñar Iglesias
Fotografía: Alana Mejía González
Género: Drama
Distribución: Filmin
Tráiler de 'Forastera'
Sinopsis de 'Forastera'
Forastera muestra cómo, pasando el verano en Mallorca, Antonia se encuentra cautivada por las similitudes entre ella y su difunta abuela, y descubre un poder sobre su abuelo viudo. No puede resistir disfrazarse, pero queda incierto quién está habitando en quién. (FILMIN).
Un mapa introspectivo
Lucía Aleñar Iglesias reflexiona sobre la vida y la muerte con el sugerente cortometraje Forastera. Esta película en formato corto se deshace de los diálogos apabullantes para realizar una conversación más interna e introspectiva. De esta forma, se desarrollan dos líneas diferentes en torno a los personajes principales de la historia. Por un lado, Antonia es el reflejo de sus cambios vitales tan extraños, al mismo tiempo que vive una revelación a través de los recuerdos de su abuela. Mientras que, por otro, entra en escena su abuelo, donde se puede ver en sus carnes esos años singulares, en los que la pérdida y la vejez terminan por revelar esos vacíos existenciales de los que no se es totalmente consciente. Gracias a ese planteamiento, Aleñar Iglesias demuestra una sensibilidad personal, que revela la emoción íntima que fabrica en su relato.
También hay que mencionar como gestiona la ausencia de texto como parte de la evolución y transformación de la adolescencia, donde se plantean esas preguntas sobre la identidad. Dicho de otra forma, plasma con tranquilidad y amenizándolo ese debate interno en el que se busca un lugar en el mundo. Por lo tanto, se agradecen esas secuencias en las que se ve rodeada de personas de su misma edad, pero al mismo tiempo evoca a esa soledad escogida. Con lo cual, Aleñar Iglesias también permite al espectador que sea el que decida darle el significado que hay detrás de esa vorágine de sentimientos tan suaves y discretos. En consecuencia, hay parte del público que quedará rendida a esa nube sensitiva, mientras que hay otra que puede que le falte algo más de ímpetu en la forma de expresarlo.
La naturaleza del adiós
La mayor parte del peso dramático de Forastera recae en la figura de la joven actriz Zoe Stein. Desde la primera escena se puede ver la fragilidad y la determinación con la que conjuga su forma de trabajar. Al mismo tiempo, obtiene una expresividad muy dulce y delicada, que le permite extraer todo ese sentir de dentro de su personaje al exterior. Así, logra que el espectador pueda empatizar fácilmente con ella a lo largo de todo el cortometraje. Luego, Miquel Gelabert, como el abuelo, está estupendo, con una ingenuidad y una naturalidad muy bien trabajadas, permitiendo que entre ambos haya un combo con una química muy familiar. Por último, nombrar a Caterina Alorda y Carla Castañé, que son un puente coloquial y fresco para conducir al encuentro interpretativo entre Stein y Gelabert.
Como el canto a la nostalgia y a la transformación vital que es, el cortometraje se ha rodado en 4:3, dando ese olor a los recuerdos del ayer que consolida la identidad del film. Los encuadres, en esta ocasión, revelan una poética de la imagen muy bonita, que transportan a esas metáforas visuales que tienen su propio significado no solo estético, sino también narrativo. Es cierto que hay algunas partes en las que se recuerda a otros títulos de una índole parecida como "Ca Nostra”. Aun así, no quita que se siga apreciando la suavidad de los colores y unas tonalidades más pastel. Lo mismo ocurre con la naturaleza salvaje, la cual siempre es un acierto mostrarla y deja al desnudo la imagen sin ningún problema. Por último, el ritmo sigue esa mirada contemplativa, que deja su tiempo para asimilar.
Conclusión
Forastera es un canto a la nostalgia, al ayer, a la pérdida y a encontrar una identidad propia. A través de un guion costumbrista, se ve una introspección que muestra la sensibilidad de Lucía Aleñar Iglesias tanto como guionista como directora. La razón no es otra que la maestría con la que expresa poéticamente esos pensamientos y ese mundo interno a través de la imagen, combinándolo con la delicadeza de la palabra. Lo mismo sucede con el elenco protagonista, Zoe Stein y Miquel Gelabert, que obtienen unas interpretaciones muy sinceras. Un viaje a la isla del recuerdo, donde se funden las sensaciones y reflexiones.
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