Imaginary es una película de terror, de la prolífica factoría de películas de género Blumhouse, que se mueve en el terreno de los miedos infantiles. Está dirigida por Jeff Wadlow (Verdad o reto, Fantasy island) y protagonizada por DeWanda Wise (Jurassic World: Dominion, Ser padre), Betty Buckley (Carrie, Múltiple) y Pyper Braun (Desperation road), entre otros. Se estrenó en salas de cine españolas el 15 de marzo de 2024.



Imaginary película

Crítica de 'Imaginary' 

Ficha Técnica

Titulo: Imaginary
Título original: Imaginary

Reparto:
DewanDa Wise (Jessica)
Taegen Burn (Taylor)
Pyper Braun (Alice)
Betty Buckley (Gloria)
Tom Payne (Max)
Verónica Falcón (Dra. Soto)
Samuel Salary (Ben)
Matthew Sato (Liam)
Alix Angelis (Samantha)

Año: 2024
Duración: 104 minutos
País: Estados Unidos
Director: Jeff Wadlow
Guion: Greg Erb, Bryce McGuire, Jason Oremland, Jeff Wadlow
Fotografía: James McMillan
Música: Bear McCreary
Género: Terror
Distribución: Vértice Cine

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Imaginary'

Sinopsis

Cuando Jessica (DeWanda Wise) vuelve con su familia a la casa de su infancia, Alice (Pyper Braun), su hijastra más pequeña, comienza a desarrollar un extraño apego hacia Chauncey, el oso de peluche que encuentra en el sótano.

En un primer momento, Alice y Chauncey se entretienen con juegos aparentemente divertidos que, poco a poco, irán volviéndose más siniestros y peligrosos.

A medida que el comportamiento de Alice se va volviendo más inquietante, Jessica decide intervenir, pero cuando lo hace se da cuenta de que Chauncey es mucho más que un inofensivo oso de peluche. (Vértice Cine)

Dónde se puede ver la película en streaming



Una situación clásica

Imaginary no ha sido concebida como un producto novedoso, o para ser vista con afán de descubrir situaciones, personajes o giros memorables o notables. Antes que eso es una película conservadora, donde podemos chequear nuestro conocimiento del cine de terror reconociendo lugares comunes y familiares. Y no hace falta horadar demasiado. El mismo punto de partida utiliza unas coordenadas muy visitadas. Léase, una familia con sus propios problemas previos, llega a una nueva casa, aunque la protagonista vivió allí en su  infancia, y, para sorpresa de nadie, empiezan a pasar cosas raras.

A partir de aquí hay unos tótems, un fetichismo temático, que no elude unos tropos bien conocidos. Hay un muñeco, que es un comodín para pretender dar mal rollo, una niña pequeña comportándose de forma rara, y un poquito de traumas, que siempre lucen mucho para insertar momentos introspectivos aunque sea a capón. Pero no obstante, Imaginary posee unas características que pudieron ser aprovechadas, pero no lo fueron.

Una de ellas es un defecto, que pudo haber sido virtud. La ambigüedad, que acaba en mera indefinición. Imaginary es y no es una película de terror. Tiene un componente que efectivamente sí casa con el género, pero poco a poco va derivando hacia la fantasía casi pura y dura. Aunque sea oscura. Con un poco de morro y osadía se podría haber hecho algo más loco y complejo. Al final el tono casi está más cerca de una adaptación de R.L Stine, no demasiado imaginativa ni, mucho menos, excitante.

Imaginary película
Copyright Vértice Cine

Los muñecos, esos seres aterradores

Imaginary, también desperdicia una mayor ambición visual. Todo es demasiado correcto, aséptico, neutro. Y aunque la película es barata, no acaba de ser excusa. No olvidemos que la primera Insidious (2010), película de la que recibe influencia Imaginary por cierto, con un presupuesto ajustadísimo de 1,5 millones de dólares consiguió efectos realmente notables, incluyendo un "más allá" sencillo pero potente. Al menos sí se puede decir que Imaginary tiene cierta labor artesanal, y un cuidado en las forma, pero sin ambición, yendo a tiro hecho.

La parte más imaginativa, de motivos casi surreales, se resuelve como un túnel del terror patrocinado por el Disney más asequible. Pero ya es hora de hablar de Chauncey, el osito que tiene la misión de aterrar a los protagonistas y al espectador. Es un oso de peluche normal, de los de toda la vida, sin la malignidad evidente de una Anabelle, por ejemplo. Ejerce su perniciosa influencia mediante el quietismo, como la mencionada muñeca del warrenverso. No se abalanza con un cuchillo, ni nada eso, pero infunde miedo a base de sutiles movimientos, variaciones de posición, etc. También como agente y canalizador de extraños y peligrosos comportamientos. En este caso puede llegar a recordar a Magic (1978), de Richard Attenborough, pero con menos ambigüedad.

O, y hablando de James Wan, al muñeco de la infravaloradísima Silencio desde el mal (2007), pero de forma mucho menos macabra. El problema es que como arquetipo clásico de terror no asusta lo suficiente; ni su presencia ni su influencia inquietan. De algún modo, no obstante, conecta con algunos dejes centenials, como cierta búsqueda del tesoro que no deja de ser una especie de reto viral.

Imaginary película
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Son cosas de niños

Imaginary temáticamente tiene la pretensión de acercarse al fenómeno común de no pocas infancias plasmado en la figura del amigo imaginario, y crea una especie de mitología asociada que también flirtea con la idea de "El Coco", "Boogeyman", o ente genérico que amenaza a los niños. La cuestión es presentar los traumas infantiles como origen primero de un mal, que si no se soluciona a tiempo se queda de por vida. Hay una vivencia en paralelo de este miedo que sufren tanto la niña Alice (Pyper Braun), como su madrastra Jessica (DewanDa Wise) que recuerda un poco al tratamiento que hizo Juan Carlos Fresnadillo en Intruders (2011).

Los demás personajes cumplen también papeles fácilmente identificables. La adolescente problemática, Taylor (Taegen Burn), que se lleva regular con la madrastra, un vecino más bien cretino que pasaba por ahí (Matthew Sato), una anciana que aporta sabiduría y valor a la familia protagonista (lo que viene siendo Elise en Insidious, o Tangina en Poltergeist), etc. Todo estos elementos tan familiares hacen que el aficionado medio se sienta cómodo, pero para alguien con más afición por el cine de género lo que más provoca es pereza.

En el tercio final hay un viraje hacia la fantasía que casi podría firmar Guillermo del Toro, que realmente tiene potencial, pero que no acaba de despegar, cuando era el momento para que la imaginación (otro tema de la Imaginary) volase alto. De tal modo que al final es inevitable sentir frustración, la sensación de que se apuesta por una corrección ramplona en detrimento de una audacia más juguetona.

Blumhouse Productions
Copyright Vértice Cine

Sobre el elenco de Imaginary

En Imaginary no hay actuaciones descollantes. Destaca el papel de la pequeña Pyper Braun, que da cierto crédito al personaje de Alice y sus tribulaciones con el muñeco. DeWanda Wise se esfuerza en hacer un personaje sufrido, que tiene que aguantar la carga de caer bien a sus hijastras y ver que su microcosmos se va haciendo cada vez más y más siniestro No obstante no deja particular huella. En el último acto entra en acción la veterana Betty Buckley, que quizá consiga la segunda actuación de más mérito de la película.

El personaje de Tom Payne está sorprendentemente ausente del argumento, dejando que casi todas las vicisitudes sean de personajes femeninos. En cualquier caso tampoco se le echa excesivamente de menos. Ninguna floritura, por lo tanto, más allá de lo funcional.

Blumhouse Productions
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Conclusiones de 'Imaginary'

Imaginary es la rutina condensada en una película de terror de cien minutos, la concatenación de los usos y costumbres más populares del cine de género, sin ningún tropo que la distinga de antecesores y coetáneos. Su recurso a la permanencia de los miedos y traumas infantiles no asusta demasiado, ni aporta nada relevante. Se ve fácil, y elude el aburrimiento, pero la inocuidad que acarrea es una carga muy pesada. Proceda si gusta del terror PG 13 sin llevarse demasiados sobresaltos y no tiene nada más a mano.

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