Mike Flanagan vuelve a las series de terror junto a su cuadrilla actoral y con las obras de Edgar Allan Poe como telón de fondo. En esta ocasión con La caída de la Casa Usher nos muestra a través de ocho episodios una familia conectada con el mundo los opiáceos, y ciertas similitudes con las farmacéuticas. Estreno el 12 de octubre de 2023 en Netflix.



La caída de la Casa Usher

Crítica de 'La caída de la casa Usher'

Ficha Técnica

Título: La caída de la casa Usher
Título original: The Fall of the House of Usher

Reparto:
Bruce Greenwood (Roderick Usher)
Carla Gugino (Verna)
Mary McDonnell (Madeline Usher)
Kate Siegel (Camille L'Espanaye)
Zach Gilford (Roderick de joven)
Samantha Sloyan (Tamerlane Usher)
Henry Thomas (Frederick Usher)
Rahul Kohli (Leo Usher)
Michael Trucco (Rufus Griswold)
T'Nia Miller (Victorine LaFourcade)
Willa Fitzgerald (Madeline de joven)
Katie Parker (Annabel Lee)
Sauriyan Sapkota (Perry Usher)
Matt Biedel (William 'Bill-T' Wilson)

Año: 2023
Duración: 58 min.
País: Estados Unidos
Director: Mike Flanagan (Creador), Michael Fimognari, Mike Flanagan
Guion: Mike Flanagan. Historia: Edgar Allan Poe
Fotografía: Michael Fimognari
Música: The Newton Brothers
Género: Fantástico. Terror
Distribuidor: Netflix

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'La caída de la casa Usher'

Dónde se puede comprar el libro

No se ha encontrado el producto.

Sinopsis de 'La caída de la casa Usher'

Vuelve Mike Flanagan, el creador de ‘La maldición de Hill House’ y ‘Misa de medianoche‘, con una perversa serie de terror basada en las obras de Edgar Allan Poe. Los despiadados hermanos Roderick y Madeline Usher han convertido Farmacéutica Fortunato en un emporio de riqueza, privilegio y poder. Pero, cuando los herederos de la dinastía Usher empiezan a morir a manos de una misteriosa mujer de su juventud, salen a la luz los secretos de su pasado. (Netflix)

Dónde se puede ver la serie en streaming



Poe en la actualidad

Series como Dopesick: Historia de una adicción, y Medicina letal (Painkiller) generan un alto nivel de indignación contra cierta farmacéutica y familia por su contribución a la adicción por los opioides. Sin embargo se enfrentan a un gran obstáculo a la hora de encontrar una canalización a ese sentimiento de rabia. La realidad resulta muy dura cuando en un lado de la balanza nos encontramos cientos de miles de muertes y en el otro unos cuantos acuerdos y algunas declaraciones de quiebra. Mike Flanagan no se enfrenta a tales restricciones en su última creación para Netflix. 

A camino entre el proyecto de escritura creativa asociado a un seminario sobre Edgar Allan Poe, y la catarsis redentora repleta de terror, La caída de la Casa Usher es un ejercicio descarnadamente entretenido. Se trata de la serie de Flanagan más relacionada con la actualidad, alimentada por una indignación que resulta palpable. Esa rabia puede interponerse en el camino de la riqueza temática que dio a La maldición de Hill House, La maldición de Bly Manor y especialmente Misa de medianoche su carga lúgubre. Durante el desarrollo, parece que en lugar de alentar a la humanidad, se disfruta con la venganza. Lo cual conduce a una experiencia muy satisfactoria en lo visceral, pero bastante problemática en lo reflexivo.

No debe resultar muy complejo captar las sensaciones que trata de transmitir Mike Flanagan, que escribió o coescribió multitud de episodios y dirigió gran parte de La caída de la Casa Usher. Los pilares en lo que se fundamenta son repetidos, especialmente en los primeros episodios.

La caída de la Casa Usher
Copyright Netflix

La resistencia Usher

El gobierno ha luchado durante años para derrocar a esa metafórica casa Usher. Una familia liderada por los hermanos gemelos Roderick (Bruce Greenwood) y Madeline (Mary McDonnell) al frente de la empresa farmacéutica Fortunato. El intrépido C. Auguste Dupin (Carl Lumbly) trata de ser su particular azote, pero gracias al abogado de la familia Usher y señor de las artimañas Arthur Pym (Mark Hamill), apenas ha conseguido resultados en su tarea.

Dupin está a punto de presentar su mayor causa contra la familia, cuando los miembros de los Usher comienzan a morir de formas cada vez más extrañas. Las circunstancias detrás de esas muertes, con un alto nivel de violencia y sanguinolencia, se explican mientras Dupin y Roderick conversan en la antigua casa Usher. Roderick va narrando flashbacks que ayudan a entender lo sucedido, jugando con adaptaciones de distintos relatos de Poe. 

Edgar Allan Poe
Copyright Netflix

Un Dupin menor

Aunque el título de La caída de la Casa Usher procede de una sola obra, no será difícil distinguir que se trata de una mezcolanza. Hay nombres de personajes familiares, tramas directamente absorbidas, guiños visuales manifiestos y sutiles. A veces tenemos una trampa astuta en la forma en que Flanagan inserta las referencias y en otras nos encontramos con retruécanos casi estúpidos en las contorsiones necesarias para, por ejemplo, hacer un guiño directo a la "Calle Morgue". También veremos personajes recitando largos versos de la poesía de Poe. Los Usher parecen lamentar haberse dedicado a cosechar fortunas a costa del sufrimiento humano, en lugar haber construido un legado familiar a base de literatura. 

Quizás la parte más problemática de la narrativa viene dada por la visión de Dupin que ofrece Mike Flanagan. En las páginas de Poe el personaje es el astuto predecesor de los detectives de ficción que le seguirán, pero en la pantalla deviene en receptor pasivo de información. El personaje no parece mostrar el conflicto interno que albergaría un hombre que anhela caer con el peso de la ley contra los Usher. Aquí el director vuelve a utilizar una de sus señas, los largos monólogos, aunque en esta ocasión vayan en detrimento de la figura del mítico detective. En lugar de ese conflicto, nos queda una estructura cercana a lo guiñolesco con el cadáver de cada episodio.

La caída de la casa Usher
Copyright Netflix

Crisol de personajes

Es una estructura sin un centro emocional claro, por muy excepcional que esté Greenwood en el irónico e impenitente foco de la historia. Es una obra con un reparto coral en cuanto al peso narrativo, aunque este no sea equitativo al tiempo en pantalla. Como es habitual, gratifica ver a Flanagan trabajar con su cada vez más extenso equipo de reparto recurrente. Sabe exactamente cómo sacar lo mejor de Kate Siegel, usar y abusar de la inherente simpatía infantil de Henry Thomas y Rahul Kohli, hasta qué punto forzar la tensión que se esconde tras la fachada serena y patricia de Samantha Sloyan.

Todos los personajes son grotescos a su manera y el reparto consigue que resulte reconfortante verlos fallecer de las maneras más truculentas y diversas. Aportan profundidad al conjunto Hamill, debutante con Flanagan, con esos ojos faltos de vida cual tiburón y esa voz grave de ultratumba; Michael Trucco, perfectamente embaucador al interpretar varios de esos monólogos característicos de Flanagan como el predecesor de los Usher en la empresa farmacéutica; y una enigmática y omnipresente Carla Gugino.

Edgar Allan Poe
Copyright Netflix

Apartado técnico

Vestuario y maquillaje, son una parte importante de las caracterizaciones de esta obra, desde el bigote de Greenwood hasta el inquietante moño de Thomas. El diseño de producción, curiosamente, tiene menos protagonismo, quizás sea la primera obra de Mike Flanagan que no es un tour de force en ese departamento. En general, La caída de la Casa Usher abunda en imágenes evocadoras, con destacados juegos de color en la fotografía. Las localizaciones interiores, aunque muy opulentas, no terminan de resultar memorables a pesar de su importancia narrativa.

El personaje de Trucco es Rufus Griswold, nombre compartido con el editor y crítico literario del siglo XIX cuyas reflexiones sobre Poe, tras su muerte, contribuyeron a conformar nuestra percepción, posiblemente errónea, del autor como un adicto a los opiáceos, añadiendo una capa de ironía al prisma de Flanagan.

Otro gran trabajo de Mike Flanagan, en el que vuelve a fundir suspense y drama con elementos sobrenaturales y terror, sumando su habilidad característica a la hora de filmar y dirigir actores. Como intento de aproximación a una tragedia real, el efecto aquí es algo más fugaz y menos profundo que en los mejores trabajos de Flanagan. Independientemente del nivel global, es una receta para una serie bastante eficaz, con algo de ingenio y mucho de horror juguetón.

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM

CINEMAGAVIA
7 / 10
70 %
Artículo anterior"Theater Camp": risas, teatro… ¡acción!
Artículo siguiente"El Correo": thriller de Daniel Calparsoro con tintes de comedia negra
Juan Avilés Torres
Amante del cine en general, y del western y el género negro especialmente. Invierto tiempo en escribir sobre lo maravilloso de ese mundo, es lo menos que se puede hacer para homenajearlo y transmitir la pasión a quienes vienen.
la-caida-de-la-casa-usher-serie-critica-estreno-netflixVestuario y maquillaje, son una parte importante de las caracterizaciones de esta obra, desde el bigote de Greenwood hasta el inquietante moño de Thomas. El diseño de producción, curiosamente, tiene menos protagonismo, quizás sea la primera obra de Mike Flanagan que no es un tour de force en ese departamento. En general, La caída de la Casa Usher abunda en imágenes evocadoras, con destacados juegos de color en la fotografía. Las localizaciones interiores, aunque muy opulentas, no terminan de resultar memorables a pesar de su importancia narrativa.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí