Fernando González Molina dirige la secuela de "El guardián invisible", Legado en los huesos. Tanto la primera entrega como la segunda están basados en la trilogía del Baztán, escrita por la autora Dolores Redondo. La propia escritora ha formado parte del proceso creativo como guionista. Marta Etura vuelve a dar vida a la detective Salazar. Uno de los fichajes estrellas de esta secuela es el de Imanol Arias como el Padre Sarasola. En cines desde el 5 de diciembre en España.
Crítica de 'Legado en los huesos'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Legado en los huesos
Título original: Legado en los huesos
Reparto:
Marta Etura (Amaia Salazar)
Leonardo Sbaraglia (Juez Markina)
Colin McFarlane (Aloisius Dupree)
Álvaro Cervantes (Berasategui)
Imanol Arias (Padre Sarasola)
Año: 2019
Duración: 119 min
País: España
Director: Fernando González Molina
Guion: Luiso Berdejo y Dolores Redondo
Fotografía: Xavi Giménez
Música: Fernando Velázquez
Género: Thriller
Distribuidora: DeAPlaneta
Tráiler de 'Legado en los huesos'
Sinopsis de 'Legado en los huesos'
Legado en los huesos se ambienta un año después de resolver los crímenes que aterrorizaron al pueblo de Baztán, la inspectora Amaia Salazar acude embarazada al juicio contra Jasón Medina, el padrastro de Johana Márquez, acusado de violar, mutilar y asesinar a la joven imitando el modus operandi del basajaun. Pero, tras el suicidio del acusado, el juicio debe cancelarse, y Amaia es reclamada por la policía porque se ha hallado una nota suicida dirigida a la inspectora, una nota que contiene un escueto e inquietante mensaje: «Tarttalo». Esa sola palabra destapará una trama terrorífica tras la búsqueda de la verdad. (DEAPLANETA).
Dónde se puede ver la película
A saltos de guion
Legado en los huesos comienza señalando el embarazo de la inspectora Amaia Salazar y presentando el caso que, se supone, le llevará de cabeza: el suicidio de varios hombres y la palabra misteriosa que escriben antes de morir, “Tarttalo”. A partir de ahí, todo se descontrola.
El guion avanza de manera atropellada en un intento de condensar y dotar de velocidad la investigación de la inspectora y su equipo. Los personajes llegan a deducciones obvias a través de pruebas que parecen surgir de la nada y que les hacen saltar de escenario en escenario guiados por motivos que solo ellos y los lectores del libro deben comprender.
Aunque a nadie parece extrañarle, la investigación tarda muy poco en llevar a Amaia Salazar de vuelta al pueblo en el que vive su familia. Una vez allí, las pesquisas se centran en la salud mental de su madre, ingresada en un centro propiedad del Padre Sarasola (Imanol Arias), y en las desconcertantes prácticas que ella llevó a cabo años atrás. El caso policial y los problemas familiares de la inspectora se unen entonces formando un nudo con poco sentido al que todavía tienen que sumarse los mitos y leyendas del lugar.
Más dudas, menos respuestas
Las dudas, de nuevo, para todo aquel que llegue por primera vez al mundo de Dolores Redondo, brotan sin remedio y sin obtener respuesta. Basta de ejemplo el juez Markina, al que Salazar siempre acude y que intenta, constantemente, un inquietante acercamiento a ella. Dentro de cada escena juntos la inspectora es consciente de lo que ocurre, el juez es consciente de lo que ocurre, y el espectador, con los ojos bien abiertos e intentando descifrar cada plano, está absolutamente perdido. Los minutos pasan, los personajes se encuentran, Legado en los huesos acaba y no se resuelve absolutamente nada.
Algo parecido ocurre con la relación entre Amaia Salazar y James, su marido. Su conflicto es visible desde la primera parte del metraje y lo arrastran durante toda la película pero siempre en un segundo plano. A pesar de acercar posturas, literalmente, hacia la mitad de la película, su relación cae en picado justo antes del desenlace y, misteriosamente, después desaparece. Lo que sin duda será una subtrama bien elaborada en el libro original de la película, en la pantalla se traduce por unas pocas escenas desdibujadas que poco aportan a la narración.
Llegado el momento del desenlace, el ritmo de la película se anima para terminar echando por tierra el último atisbo de emoción. La inspectora Salazar se enfrenta a la previsible lucha final con pocas ganas y menos acción mientras el espectador, desde su butaca, pierde la esperanza.
Conclusión
Lo que en un principio parecía un interesante thriller oscuro para amantes de los mitos y el folclore se pierden entre diálogos literarios, descubrimientos apenas atractivos y un mar de preguntas para los que quizá no tengan más remedio que acudir a los libros o relegar Legado en los huesos al olvido.
Reportaje de Legado en los huesos en Días de Cine TVE
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Tópicos a manta. Rutina narrativa. Morbo de manual.
El clima estético logrado con la fotografía oscura y moderadamente tenebrosa salva del fracaso absoluto a esta oportunista producción que solo pretende atraer a las salas a los lectores de éxitos editoriales de aeropuertos.
Película fantástica, el libro por supuesto más detallado pero la filmación me encantó. 2 horas que se me pasaron volando. Muy bien interpretada y no se pierde el hilo en ningún momento. Tanto suspense no te deja casi ni respirar. Maravillosa esperando ver la tercera parte. Lo de la inspectora Salazar entre el marido y el juez se comprende desde el primer momento y eso que hace mucho tiempo que leí los libros. La recomiendo a todos. Mucho mejor que el Guardián Invisible.
A mí me ha encantado, he visto películas taquilleras bastante peores que ésta. Para los que somos de la zona, es un punto a favor el reconocer lugares conocidos para nosotros. Como lectora de la trilogía no me defraudó, si bien es cierto que en el libro se dan muchos más detalles que se han obviado en la película. No me ha parecido ni aburrida ni inconexa, fácil de seguir aún sin haber leído la novela, y con el corazón en vilo de principio a fin. Como madre un tema duro que te llega a las entrañas, estuve a punto de llorar y sentí escalofríos con el papel de Rosario.