Este viernes 25 de agosto, Mario Casas estrena en cines su primer proyecto detrás de las cámaras. Un debut como director muy personal basado en un guion que había escrito durante la pandemia junto a la actriz belga Déborah François (El practicante, 2020) y que ha definido, en varias ocasiones, como una de las experiencias más bonitas y gratificantes de su carrera profesional. Mi soledad tiene alas (2023) ha ayudado a Casas a ver el cine en panorámica, desde dentro, y a entender la profesión desde todos los ángulos.

Entrevista a Mario Casas

Siempre había mostrado interés por dirigir a su hermano, poder vivir ese viaje juntos, y ahora lo ha conseguido. En Cinemagavia, hemos tenido la oportunidad de hablar con él. En la entrevista nos habla sobre sus referencias para crear estos personajes y su desarrollo desde el tratamiento. Y es que los personajes son el centro de todo, lo que hace especial a esta historia llena de raza y carácter. También, nos habla sobre la importancia que desempeñan las localizaciones en la misma y su trabajo con el elenco. No solo como hermano mayor, también como actor desde hace más de 15 años, quería protegerle, porque él es consciente de la vulnerabilidad y sensibilidad que se pueden llegar a sentir delante de una cámara.

Mario Casas
Foto del rodaje de 'Mi soledad tiene alas'

Realidad, documental y referencias para dirigir su primer largometraje

María José Cánovas / Cinemagavia: En primer lugar, felicidades por la película porque me ha parecido un gran debut. Y, me gustaría saber un poco más sobre las inspiraciones que has tenido para crear a los personajes, sobre todo a Dan (Óscar Casas) y a Vi (Candela González). Podemos ver muchos guiños y referencias a personajes que has interpretado en tu carrera como actor y me gustaría saber cuáles eran tus referencias en ese primer tratamiento.

Mario Casas: Pues sí. Yo lo primero que mandé a los productores fue un tratamiento con todo lo que tenía. Era una especie de dossier lleno de imágenes, fotografías de películas que tenían sentido para mí en ese momento. También, les envié un pequeño tráiler para que fueran conscientes del tono que quería. Había muchas referencias de documental, sobre el mundo del grafiti, porque me interesaba que el personaje de Óscar fuera grafitero. Incluí mucho cine francés, estadounidense y cosas de los hermanos Dardenne. Al final, era una especie de mezcla cinematográfica mía que tiene que ver con un cine más realista que me gusta.

María José Cánovas / Cinemagavia: Es cierto que este proyecto se siente como algo casi experimental, como si fuera un documental hiperrealista. Está toda grabada con cámara al hombro y la mayoría son planos muy cerrados y primeros planos que hacen que nos metamos en la mente de los personajes.

Mario Casas: Sí, eso lo tenía clarísimo desde el primer momento. La técnica de la película, la forma de rodarla, quería que fuera un seguimiento constante de los actores. Quería estar todo el rato encima de ellos, me quería meter en la cabeza de Óscar, saber lo que le pasa y sentir esa tensión que casi sientes que aprieta. Después, hemos jugado mucho y les he dejado volar. No quería que se sintieran encorsetados, quería que disfrutasen y que no estuvieran pendientes de una marca, porque tenía muchos actores no profesionales y buscaba esa frescura. En el montaje final hay muchas cosas que son de los ensayos, no estaban interpretando. Yo no quería perderme nada y eso solo te lo puede dar la cámara al hombro.

Mario Casas
Foto del rodaje de 'Mi soledad tiene alas'

Cuando la dirección de actores brilla, todo funciona

María José Cánovas / Cinemagavia: Para mí, una de las cosas que más destaca aquí es la dirección de actores. ¿Cómo conseguiste obtener ese resultado y llegar a dirigir, tan bien, a actores no profesionales?

Mario Casas: Yo lo hablé desde el primer momento con el director de fotografía. Para mí lo primero eran siempre los actores, después la luz y ya la historia. Ellos eran lo primero, constantemente. Es una película muy sencilla, muy pequeña, y creo que si diriges bien a los actores puede salir bien. Yo solo quería contar la historia de los personajes de Dan y Vio. No pretendía ir más allá. Me considero director de actores y trabajar con ellos era lo más importante para mí y lo que más disfrutaba.

María José Cánovas / Cinemagavia: Quería preguntarte también cómo ha sido para ti el proceso de dirigir y controlar eso, a los actores, en una película que está íntegramente rodada en localizaciones naturales.

Mario Casas: Ha sido literalmente la guerra, pero ha sido precioso. Llegamos a Madrid y les soltamos en Cibeles y fuimos por Gran Vía hasta la Plaza del Dos de Mayo. Todo el rato rodando. Lo que se ve cuando llegan a la ciudad es real, sin cortes, hasta la plaza y se sientan. Era un espectáculo y contribuía a elevar la película. Como director, necesitaba sumergirme con la gente para que la película respirase verdad, ver la vida real del barrio. He sido muy exigente con las localizaciones porque yo tenía fotografías en mi cabeza que quería recrear. También, junto a Edu Canet, que es su primer trabajo como director de fotografía, queríamos conseguir esas fotos. Al final, creo que hemos conseguido postales preciosas con momentos que los actores estaban viviendo de verdad.

María José Cánovas / Cinemagavia: Muchas gracias por la entrevista y muchísima suerte con el estreno.

Perfil de Mario Casas en IMDB

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