Pedro Martínez revisita la famosa obra de William Shakespeare con Mujer Hamlet, dándole una nueva visión donde los personajes masculinos son mujeres y los personajes femeninos son hombres. De esta manera, se busca realizar una revisión crítica sobre cómo ha evolucionado la figura de la mujer y el hombre desde la época isabelina hasta la actualidad. Esta obra de la Casa Lagarta se estrenó dentro del marco de Surge Madrid 2020, el pasado 15 de octubre en la Sala Nueve Norte. Se puede disfrutar también el día 22 de octubre a las 20:30 horas.



Mujer Hamlet
Montaje de cartel realizado por Diego Da Costa

Crítica de 'Mujer Hamlet'

Ficha Técnica

Título: Mujer Hamlet
Título original: Mujer Hamlet

Reparto:
Marta Malone
Clemente García
Manuel Minaya
Silvia Nieva
Federico Ortiz
Isabel Pamo
Nacho Zorrilla
Maya Reyes
Lorena Toré

Duración: 130 min. apróx.
Dirección: Pedro Martínez
Adaptación y dramaturgia: Pedro Martínez
Asistencia de dirección: Luis Mayo
Diseño de iluminación y escenografía:
Pedro Martínez y Luis Mayo
Diseño de vestuario:
Sergi Regal
Piano:
Elías Romero
Producción:
Casa Lagarta

Tráiler de 'Mujer Hamlet' 

Sinopsis de 'Mujer Hamlet'

Mujer Hamlet es una versión de "Hamlet" que mantiene la fidelidad con la historia original de Shakespeare, pero en la que los personajes masculinos son mujeres y los personajes femeninos son hombres. Esta “inversión” genera una particular distopía que nos permite establecer una revisión crítica y un análisis de la cultura occidental a partir de cómo han evolucionado las formas femeninas y masculinas desde la época isabelina hasta nuestros días. Las cuestiones de género plantean uno de los campos más ricos para repensar y cuestionar nuestra propia identidad cultural y, además, nos permiten plantear un espectáculo que pretende ser un puente entre nuestra memoria y su proyección en una realidad siempre cambiante... Una realidad que, hoy más que nunca, no puede permitirse el lujo de prescindir del pasado, ni del presente, ni siquiera del futuro. (SURGE MADRID). 



Mujer Hamlet
Foto de Casa Lagarta

La transformación

Casa Lagarta llega con una versión distinta de “Hamlet”, la famosa obra de William Shakespeare. En esta ocasión, Pedro Martínez ha retorcido el simbolismo de la identidad de género, cambiando los roles de los personajes por femeninos y viceversa. Gracias a este nuevo enfoque, se materializa la necesidad de comprobar cómo los clichés en torno a hombres y mujeres se pueden romper. Además, consigue mantener en todo momento la dramaturgia original, por lo que no se puede negar que se hayan respetado todas las bases de una adaptación. Por lo cual, Mujer Hamlet goza de la misma calidad que tuviera el libreto primigenio. De esta forma, realmente hay que hablar sobre la gran potencia de esta tragedia isabelina, dado que Martínez demuestra su gran talante al adaptarla a los nuevos tiempos, con aires de modernidad con una reivindicación clara.

Desde siempre, la historia de “Hamlet” ha inspirado diversos relatos, que han permitido explorar el significado de la venganza, el desconsuelo, el remordimiento y la pérdida. Con lo cual, no es diferente en esta versión, dado que se puede ver perfectamente las intrigas de los poderosos. Igualmente, se muestra la locura y el trauma de la muerte, no solamente en los personajes principales, sino alrededor de todos aquellos que participan. De alguna forma, al trasladarlo a una visión femenina, hay un empoderamiento del papel de la mujer, el cual no chirría, sino que se convierte en una ficción crítica. Por esa razón, se puede decir perfectamente que es una obra feminista, ya que coloca al mismo nivel a personajes femeninos con masculinos, sin denostar ni a uno ni a otro. En consecuencia, plantea la posibilidad de revisar clásicos para dar un nuevo enfoque.

Casa Lagarta
Foto de Casa Lagarta

La tragedia

El reparto actoral de Mujer Hamlet está formado mayoritariamente por mujeres, dado que son más personajes femeninos. No obstante, también hay una presencia masculina importante y, sobre todo, curiosa. Para comenzar, Marta Malone está excelente, con una presencia escénica y una potencia camaleónica, que sabe sacarle partido en todo momento. Además, defiende con firmeza cada escena en la que participa. Después, Silvia Nieva demuestra una capacidad expresiva vigorosa, con un manejo exquisito de la energía sobre el escenario. También aporta una serenidad, que se rompe con la visceralidad que requiere la propia obra. Muy equilibrada. Luego, Maya Reyes tiene esa catarsis de lo excéntrico, que se une a una buena utilización de lo rocambolesco. Así, su expresión caricaturesca le permite marcar su identidad como actriz y resuelve su interpretación de una forma excelsa.

Por otro lado, Isabel Pamo y Lorena Toré mejoran según transcurre la obra, pero en el primer acto les cuesta romper y se mantienen en un plano más superficial. En consecuencia, no consiguen alcanzar y mantenerse en sintonía con sus compañeras de reparto en varias escenas. Aun así, cumplen perfectamente con su trabajo interpretativo y hay puntos realmente brillantes. Asimismo, Clemente García se mimetiza con su personaje y es un buen reflejo de la tranquilidad, pero sin perder de vista sus momentos más emocionales. Por último, Manuel Minaya, Nacho Zorrilla y Federico Ortiz dan su particular toque a su personaje. Aunque en el caso de Minaya y Zorrilla se produce de una forma fluida y con un uso certero de la luminosidad, mientras que Ortiz se queda en una posición más impostada.

Casa Lagarta
Foto de Casa Lagarta

El teatro

Es difícil innovar, muchas veces, en los clásicos, dado que han sido llevados en muchas ocasiones sobre las tablas. Sin embargo, lo que hace estar vivo al teatro es la capacidad de asombrar y sorprender. Y eso es lo que hace Mujer Hamlet con su puesta en escena. En primer lugar, se deshace de una construcción del espacio de gran despliegue técnico, pero sabe sacar partido a todos los elementos en escena. Por lo cual, hay una justificación en cada mínimo detalle. Es más, los verdaderos protagonistas, en verdad, son los símbolos que se relacionan perfectamente con los personajes que salen a escena. Tras una breve introducción, el público es capaz de sumergirse en ese juego de cambios y lo disfruta al máximo. De esta forma, mantiene viva la acción, incluso con un solo movimiento en la escena.

Por otra parte, la ruptura de la cuarta pared se produce sutilmente y no se excede en esa comunicación con los espectadores. Así, hay esos guiños hacia el escenario, sin quitar la atención sobre la acción principal. Después, la iluminación no destaca como un atributo expresivo importante, pero sí que marca perfectamente los tiempos y el espacio. De esta forma, ayuda a que se desenvuelva lo que ocurre en escena, siempre manteniendo el foco del espectador en su lugar. Por otra parte, el arreglo sonoro es excelente en el acompañamiento, aunque las partes musicales restan impresión en la obra. La razón no es otra que las canciones y la entonación en ellas no empastan como debieran. Entonces, en vez de aportar, se encuentra algo fuera de lugar. Por este motivo, lo regio que tiene el resto de la obra, mengua en estos aspectos musicales.

Mujer Hamlet
Foto de Casa Lagarta

Conclusión

Mujer Hamlet es una versión distinta del clásico de William Shakespeare, que permite poner en debate la necesidad de revisar obras muy conocidas desde otro ángulo. Asimismo, la dramaturgia respeta totalmente la pieza original y es una adaptación excelente del dramaturgo inglés. Después, el elenco actoral está excelente, sobre todo Marta Malone, Silvia Nieva y Maya Reyes. Por otro lado, la puesta en escena sabe aprovechar el espacio, el atrezzo utilizado y da una importancia brillante a los símbolos. Con lo cual, con ese juego mantiene en movimiento y viva la obra constantemente. Dinámica y muy potente. Teatro en estado puro, que se encumbra ante lo ya conocido, dando una vuelta de tuerca y encontrando su propio camino.

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