"Niebla": La sugestión del sonido

A veces es como si el cielo descendiera sobre la tierra. Una nube llamada niebla cubre por completo un pueblito allá en la cumbre de la montaña. En los caminos los pastores se pierden y hay animales que aparecen muertos sin la cabeza. Lo mejor es quedarse adentro, al resguardo de los peligros de la naturaleza, escuchar la radio y esperar que despeje. Sin embargo Abel y Amón, los policías de la comuna, están decididos a investigar: estos extraños sucesos coinciden con la llegada al pueblo de Mía, una actriz de renombre que sin razón aparente ha decidido instalarse en este punto alejado de todo. Quienes se acercan a ella descubren su hipnótico magnetismo, pero ¿qué oculta su presencia? ¿de qué sangre vive su ficción? (WEB OFICIAL).

La hoguera alrededor de la historia

El teatro digital cada vez está más presente en la sociedad, ofreciendo una alternativa a los difíciles momentos que se están viviendo a causa de la COVID-19. Uno de estas propuestas es de Gastón Díaz. Niebla es un proyecto de teatro sonoro que nace de la intriga. Desde el principio, se puede ver que se ha desarrollado como un cuento de fábula, donde el espectador establece el lugar y el tiempo. Hay ese punto de fantasía oscura, que deja unos escalofríos que provocan un gran interés y atención sobre el oyente. Dividido en cuatro episodios, se deja fluir un misterio en torno a sus protagonistas, aunque una vez hecho el mapa de situación, no provoca confusión. De igual forma, se utilizan símbolos para dar rienda suelta a la imaginación del participante y construya la historia al mismo tiempo que la está escuchando.

Por lo cual, Díaz mezcla el lenguaje teatral con los estímulos a través del habla, lo que significa que esta dramaturgia podría ser perfectamente una obra de teatro presencial, pero también una narración literaria. A fin de mezclar ambos géneros, hay una particularidad muy interesante. Aún así, hay momentos en los que gana más valor como una historia de cuento, que como una dramaturgia en sí misma. Pero, ahí está la magia de este tipo de proyectos, en los que no hay un desarrollo establecido en torno a ellos. Sin duda, ese influjo de la magia, de lo extraordinario, de la fascinación, se desarrolla fervientemente y cumple con su cometido. A pesar de las limitaciones visuales, sabe suplirlas con el cuidado de todos los detalles y elementos de la puesta en escena sonora. Finalmente, el público se deja seducir más por la atmósfera, que por lo que transcurre en ella.

El imaginario teatral

Las experiencias de teatro inmersivo, necesitan de un reparto potente a nivel vocal. En Niebla hay un total de seis actores, por lo que cada uno lo afronta desde esa dinámica dramática. Dicho de otra forma, aunque no haya un trabajo expresivo visual, se puede notar perfectamente que se encuentran interpretando el texto como sí fuera presencial. Por un lado, Agustina Sconochini tiene una voz perfecta para ser una maestra de ceremonias, dejando un hilo de hipnotismo artístico. Después, Candela González Tonon marca una singularidad en su forma de hablar, emanando de ella ese dualismo luminoso y oscuro que hay en su personaje. Luego, Juan Díaz Piasentini, Luciano Crispi y Tomás Buccella lo abordan desde una teatralidad controlada y con un buen registro expresivo vocal. Sin embargo, no sucede lo mismo con Carolina Díaz, la cual hay momentos en los que flaquea su elocuencia vivaz.

Esta obra es un disfrute por el cuidado de los elementos ambientales. Se puede oír hasta el crujir de las maderas o situar la lejanía o cercanía entre personajes por la posición de voz en el espectro espacial en el audio. También hay que subrayar el buen uso de la composición sonora, dejando esa sensación de trovadores de antaño. Por lo que, hay un dinamismo en la disposición técnica, que es lo que hace que se saque partido a la historia que se está contando. Es totalmente eficaz, porque el oyente queda embelesado por el ambiente que se propicia, incluso de forma física en su propio hogar. Únicamente, hay algunos diálogos donde la calidad de sonido difiere ligeramente con el montaje global de todas las voces, pero no es un aspecto muy notorio. Eso sí, imprescindible el uso de los auriculares para su verdadero disfrute.

Conclusión

Niebla es una historia de fábula, que mezcla fantasía, misterio y acción. De alguna manera, recupera y mezcla la teatralidad con la narración oral y/o el arte del radioteatro. Por lo cual, hay momentos en los que triunfa más como entretenimiento literario que dramático. Aun así, la atmósfera que se crea por el excelente uso de la composición sonora, hace que el espectador se deje invadir y quede hechizado por el ambiente que le envuelve. También hay que destacar el papel de los actores, los cuales hacen un trabajo interpretativo notable. Un viaje dinámico hacia tierras extrañas, donde hay que dejarse llevar por el sonido como si fuera el canto de una sirena.

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