Pequeña Miss Sunshine es una road movie, estrenada en el año 2006, que supuso el debut en la dirección de Jonathan Dayton y Valerie Faris. La película, que se hizo con dos premios Óscar, relata el viaje en caravana desde Albuquerque a California de una familia disfuncional para asistir a un concurso de belleza en el que participa Olive (Abigail Breslin), la pequeña del clan.



Pequeña Miss Sunshine

Crítica de 'Pequeña Miss Sunshine'

Ficha Técnica

Título: Pequeña Miss Sunshine
Título original: Little Miss Sunshine

Reparto:
Abigail Breslin (Olive)
Greg Kinnear (Richard)
Paul Dano (Dwayne)
Alan Arkin (Abuelo)
Toni Collette (Sheryl)

Año: 2006
Duración: 101 min
País: Estados Unidos
Dirección: Jonathan Dayton y Valerie Faris
Guion: Michael Arndt
Música: Mychael Danna y Devotchka
Fotografía: Tim Suhrstedt
Género: Drama
Distribución: 20th Century Fox

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Sinopsis de 'Pequeña Miss Sunshine'

Pequeña Miss Sunshine nos presenta a los Hoover, que son una familia muy peculiar: el abuelo esnifa cocaína y suelta palabrotas, el padre fracasa estrepitosamente dando cursos para alcanzar el éxito, la madre no da abasto, el tío se está recuperando de un suicidio frustrado tras ser abandonado por su novio, el hijo adolescente lee a Nietzsche y guarda un mutismo absoluto. Y Olive, la hija pequeña, una niña gafotas y más bien gordita, quiere ser una reina de la belleza.

Cuando, gracias a un golpe de suerte, la invitan a participar en el concurso de 'Pequeña Miss Sunshine', en California, la acompaña toda la familia. Hacinados en una destartalada furgoneta Volkswagen, se dirigen hacia el oeste en un tragicómico periplo de tres días lleno de inesperadas sorpresas. El debut de Olive será el detonante de un cambio profundo en esta familia de inadaptados. (FILMAFFINITY).

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Pequeña Miss Sunshine
Foto de 20th Century Fox

Una familia disfuncional

Ideal para revisitar en estos tiempos de oscuridad, Pequeña Miss Sunshine se articula como un cinta luminosa que no evita tratar temas espinosos. Porque la familia Hoover son una panda de inadaptados con actitudes extravagantes, pero también son víctimas de una sociedad que premia el individualismo y la homogeneidad. Una familia disfuncional, pero en el mejor sentido de la palabra.

El padre ha interiorizado tanto la cultura del éxito, que se pasa el día dividiendo a las personas en triunfadores y fracasados, sin darse cuenta de que él lleva años intentando vender un método de autoayuda sin éxito. El abuelo es un tipo malhablado que esnifa cocaína, pero que rompe con los tabús que exigen un prototipo de “abuelito” encantador y dulce. El hermano están inmerso en un voto de silencio, en una actitud pasiva que encaja muy bien con su admiración por Nietzsche. El tío Frank es un homosexual melancólico que acaba de intentar suicidarse y que se encuentra en una situación contradictoria, ya que él es un tipo inteligente que daba clases en la universidad y que no se siente muy cómodo en la excéntrica familia de su hermana.

La madre es el miembro de la familia más convencional, no tenemos demasiados datos sobre ella y su forma de ser responde a las necesidades de los demás. Y por último está Olive, la hija, que a sus siete años es el personaje con mayores capacidades resolutivas y mayor confianza en sí misma. Ella sueña con ser como las modelos que ve en la televisión y no le van a importar ni sus gafitas, ni su barriguilla para cumplir su sueño de participar en un certamen de belleza.

20th Century Fox
Foto de 20th Century Fox

La belleza en Pequeña Miss Sunshine

El tema de la belleza es otro de los aspectos principales de esta historia. ¿Qué es bello? y ¿Quién dice lo que tiene que ser bello? ¿Son más bellas las niñas, disfrazadas de barbies que compiten con Oli en el certamen de belleza? ¿Es Dawyne menos válido por no estar musculado? Para los realizadores de Pequeña Miss Sunshine, la diferencia es lo que te permite ser único y como consecuencia bello. Por mucho que el padre intente advertir a su hija sobre las calorías del helado de chocolate, Oli y su familia intentan por todos los medios hacer aquello que les proporcione felicidad. No quiere decir que Oli no pueda ser modelo, si es lo que ella quiere, simplemente deberá ser consciente si es algo que le hace feliz o es un sueño infantil.

En el certamen es muy interesante ver como el padre y el hermano intentan evitar que la niña salga, por miedo a que se rían de ella, y es la madre la que decide seguir, aludiendo a los meses de preparación de Oli y a sus inmensas ganas. Sheryl no se deja condicionar por los miedos o por los cánones. Para ella, Oli es otra niña más y aunque después se rían de ella, también piensa que es importante que Oli afronte las cosas.

20th Century Fox
Foto de 20th Century Fox

El color como símbolo

Otro aspecto muy llamativo el uso del color que se hace en Pequeña Miss Sunshine. Por ejemplo no parece casualidad que la furgoneta que utilizan, en este disparatado viaje de tres días, sea amarilla un color que Goethe asociaba a la belleza, el optimismo y la alegría.

Además a los seis personajes se les puede también asociar un color. Sheyl lleva la mayor parte del film, una camiseta verde. Un color que Goethe asocia con la juventud, la primavera y la esperanza. Richard va a vestir un pantalón caqui, una camisa granate y unas deportivas. El color caqui tiene elementos del verde, el amarillo y el marrón y como color militar tiene unas grandes connotaciones de fortaleza, seriedad, responsabilidad y moderación. El abuelo lleva unos vaqueros, una riñonera negra y una camiseta blanca. Goethe define al azul como el color de la inteligencia, la paciencia y la calma. Sin duda el abuelo es un tipo inteligente, que no le asusta la guadaña y que lleva un look alternativo que define muy bien su personalidad extravagante.

Después tenemos al tío Frank que va todo de blanco, el color de la pureza y de la paz, que además se utiliza para aliviar los trastornos emocionales. Dwayne lleva un pantalón negro y una camiseta blanca con el rostro de Nietzsch. El negro es el color del silencio, el misterio, la tristeza y la noche. Y por último está Oli, en cuya vestimenta destaca por encima de todo el rojo, un color al que Goethe le atribuyó las características de vitalidad y excitación, que encajan muy bien con la alegría poderosa que embarga continuamente a la benjamina de la familia.

Pequeña Miss Sunshine
Foto de 20th Century Fox

Conclusión

En estos tiempos de continuas malas noticias, resulta muy reconfortante poder destinar dos horas a ver Pequeña Miss Sunshine, una cinta optimista y poderosa en su mensaje, que alaba la diferencia. Una historia sencilla, habitada de grandes interpretaciones y con una cuidada fotografía, ajena a los estragos de la edad, que permite que los espectadores reflexiones sobre la alarmante superficialidad que impera en muchos sectores de la sociedad. Todo ello salpimentado de momentos disparatados y tiernos, en un guion perfectamente equilibrado.

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