Este 7 de marzo se estrenó Rain Dogs (Desubicadas) en HBO Max, serie escrita por Cash Carraway y dirigida por Richard Laxton y Jennifer Perrott. Todos los viernes se estrenará un capítulo hasta su final el próximo 25 de abril. Producida por HBO y la BBC, nos muestra la vida alejada el glamour de la capital británica por la decadencia de un suburbio de Londres. Protagonizada por Daisy May Cooper, Fleur Tashjian, Jack Farthing, Ronke Adekoluejo, se convierte en una propuesta salvaje y punk que llamará la atención de los espectadores.
Título: Rain Dogs (Desubicadas) Título original: Rain Dogs
Reparto: Daisy May Cooper (Costello Jones) Fleur Tashjian (Iris) Jack Farthing (Selby) Ronke Adekoluejo (Gloria) Adrian Edmondson (Lenny)
Año: 2023 Duración: 24 min. (por episodio) País: Reino Unido Dirección: Richard Laxton y Jennifer Perrot Guion: Cash Carraway Música: Alex Baranowski Fotografía: Carlos Catalán, Wojciech Szepel y Felix Wiedemann Género: Comedia Distribución: HBO Max
Rain Dogses una alocada historia de amor de una madre por su hija, de amistades arraigadas y de cómo la genialidad se ve afectada por la pobreza y los prejuicios. (HBO MAX).
La hilaridad y la oscuridad
Cash Carraway se zambulle en la vida de una madre soltera y su hija, las cuales viven en una situación de riesgo social urgente. A pesar de una introducción llena de oscuridad, Rain Dogs (Desubicadas) no irrumpe en un drama trágico, sino que combina la crudeza de la cotidianidad con una comedia ácida y perspicaz. Por tanto, el guion sabe transitar por la vida de esta familia disfuncional, expandiendo sus miras en la pequeña red que hay ante ellas. Gracias a ello, la serie no solo se limita a exponer los problemas que azotan a su protagonista, sino que también realiza una crítica social en torno al funcionamiento de la sociedad y la dificultad de poder avanzar en la vida. Con lo cual, el espectador no solo empatiza, sino que realiza el viaje junto a sus protagonistas sin perder atención en ello.
A lo largo de los episodios se puede ver cómo la vida de Costello y su hija Iris va cambiando, pero también permite que vislumbremos pinceladas sobre el contexto que envuelve a Selby y a Gloria. De esta forma, evitan que caigan en el constante retorno a exponer las heridas de sus protagonistas y permite que haya una evolución. Así, el público logra reflexionar en torno a las distintas problemáticas que se muestran, incluyendo aquellas en las que tocan al espectador directamente como es el prejuicio social. Lejos de juzgar, Carraway invita a conocer, a explicar – que no justificar – y triunfa en ese recorrido que presenta multitud de aristas. Por ello, desde el primer episodio se puede ver que no es solo una comedia desvergonzada, sino que hay alma en ella.
Una familia disfuncional
Daisy May Cooper está estupenda como Costello Jones, principal protagonista de Rain Dogs (Desubicadas). Desde el principio se puede ver cómo capta la energía de la serie, haciendo en todo momento al personaje suyo. Gracias a ello, muestra una naturalidad exquisita, que se comprueba en no solo en la manera en la que transita por las palabras, sino en su expresividad facial. Por lo que, indudablemente, esto le ayuda a aprovechar todo el carisma que hay en su personaje. Junto a ella, una estupenda Fleur Tashjian, la cual sabe encontrarse con el bagaje de su Iris y se mueve entre dos energías que convergen a la perfección. Por un lado, esa madurez prematura, por su estilo de vida, y, por otro, la inocencia de todavía no ser una adulta. Ambas forman un dúo exquisito.
Por otro lado, Jack Farthing está brillante como Selby, deslenguado, violento, tenaz, esplendoroso, airoso... Cuida todos los detalles de su personaje, lo que indica la alta calidad de su trabajo ante la cámara. Además, logra viajar por una amalgama de emociones y sensaciones, que hacen que sea un auténtico gusto verle en pantalla. No es nada fácil interpretar un personaje tan imperfecto, con una personalidad tan concreta, por eso, su trabajo se convierte en una maravilla. Impoluto. Después, Ronke Adekoluejo se mete en la piel de Gloria. Se ve su manejo ante la pantalla, aprovecha su personalidad fuerte para otorgarle esa fuerza a Gloria. Así, consigue destacar en momentos muy concretos. Únicamente, se ve algo más opacada por sus compañeros de reparto.
Ácida, mordaz y directa
En el primer episodio de Rain Dogs (Desubicadas) se plantean las primeras piedras de lo que se va a encontrar en los siguientes episodios, a nivel técnico y artístico. Por ello, se agradece que se muestre la combinación de estilos, desde ese retrato urbano, muy bien escogido desde la dirección de arte, junto a la precariedad social de las protagonistas hasta el estilo popular que se espera de una ciudad como Londres. Desde esa base, consigue jugar con los géneros, desde una comedia rápida y llena de dinamismo hasta escenas que realmente son capaces de romper el corazón del espectador. Para lograr ese vaivén de emociones, la cámara ha sabido captar los recursos para llegar ante ellas, como el uso del color, más oscuro, más azulado, más sucio en el ámbito de la calle, hasta planos más cerrados para dar intimidad a sus personajes.
No falta la luz tampoco, hay varias secuencias en las que se alude a unas tonalidades más esperanzadoras, que exponen artísticamente ese halo de luz que se presenta en distintas partes de esta primera temporada. Por otra parte, la selección de exteriores, así como los espacios comunes que se ven durante los ocho episodios son una decisión muy acertada, que encajan a la perfección con el tono de la serie y lo que se desea mostrar. El montaje también llega a un ritmo realmente lleno de vida, no se presenta ningún momento en el que se ralentice y su duración ayuda a ello. Puede ser que haya momentos en los que se abuse algo de contextualizar la escena, pero se equilibran al ver que hay una conexión narrativa detrás contundente. Una grata sorpresa, que merece la pena y no deja indiferente.
Conclusión
Rain Dogs (Desubicadas) es una comedia oscura, una hilaridad con mensaje social, un golpe en la mesa que expone una realidad social desde la risa ácida sin olvidar su crudeza. Gracias a ello, durante los ocho episodios, se transita por la vida, con los altos y bajos, con profundidad y ligereza. Además, se acompaña por un elenco estupendo, comandado por una carismática Daisy May Cooper. También se valora el trabajo del equipo técnico, que han sabido retratar esa urbanidad sucia, decadente, con la luminosidad y el aire a cotidianidad. Una familia disfuncional que triunfa en los corazones por las grandes dosis de humor y humanidad esperpéntica que muestra.