Basada en las experiencias de la vida real del director Ilker Çatak y el coguionista Johannes Duncker, que fueron a la misma escuela en Estambul, Sala de profesores es un emocionante drama escolar con ritmo y tono de thriller protagonizado por Leonie Benesch (El profesor de persa, La cinta blanca), Eva Löbau (Malditos bastardos) y Leonard Stettnisch. La película se presentó en la sección Panorama del Festival de Berlín, donde ganó el premio Europa Cinemas Label, en el Festival de Telluride y Toronto y en la Sección Oficial de la Seminci 2023 (Premio al Mejor Montaje). Candidata a los Oscar por Alemania, Sala de profesores ganó 5 premios en los Premios del Cine Alemán (Lolas). Estreno en salas de cine españolas el 2 de febrero de 2024.
Crítica de 'Sala de profesores'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Sala de profesores
Título original: Das Lehrerzimmer / The Teachers’ Lounge
Reparto:
Leonie Benesch (Carla Nowak)
Eva Löbau (Friederike Kuhn)
Leonard Stettnisch (Oskar Kuhn)
Michael Klammer (Thomas Liebenwerda)
Anne-Kathrin Gummich (Directora Bettina Böhm)
Kathrin Wehlisch (Lore Semnik)
Sarah Bauerett (Vanessa König)
Rafael Stachowiak (Milosz Dudek)
Uygar Tamer (Ms. Yilmaz)
Özgür Karadeniz (Mr. Yilmaz)
Año: 2023
Duración: 96 min.
País: Alemania
Director: Ilker Çatak
Guion: Johannes Duncker, Ilker Çatak
Fotografía: Judith Kaufmann
Música: Marvin Miller
Género: Drama
Distribuidor: A Contracorriente Films
Tráiler de 'Sala de profesores'
Sinopsis
Carla Nowak, una idealista profesora, comienza su primer trabajo en una escuela de secundaría. Cuando se producen una serie de robos en la escuela y se sospecha de uno de los alumnos, decide llegar al fondo del asunto por su cuenta. Carla intenta mediar entre padres indignados, colegas obstinados y estudiantes agresivos, pero se enfrenta a las implacables estructuras del sistema escolar. (A Contracorriente Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
La profesora de matemáticas y educación física
Una de las mejores ideas que tomaron el director Ilker Çatak y su coguionista Johannes Duncker en el drama escolar Sala de profesores es que la protagonista, la joven profesora Carla Nowak (Leonie Benesch), no es profesora de religión o historia. Ninguna de esas materias prototipo que se le ocurren a cualquier director cuando necesita contar una historia sobre cohesión social.
Las asignaturas de nuestra protagonista son las matemáticas y Educación Física. Disciplinas de previsibilidad y evidencia, por un lado, y justicia, espíritu de equipo y fuerza física, por el otro. Estos quizás, pueden ser los mejores requisitos previos para permitir que el centro personal de la historia (Carla Nowak) choque con el contenido. ¿Cuál es la verdad y podemos saberla?
Cada una de las imágenes inquietas, laberínticas y ajustadas en formato 4:3 de Judith Kaufmann contribuyen a esta fusión. Siempre vestida con blusas anticuadas en tonos marrones, con un peinado discreto y una mirada alerta y concentrada, cuanto más decidida corre por cada una de las salas, la joven educadora parece firmemente atrapada en una red de marcos de puertas, pasillos y escaleras.
Un centro educativo variopinto e inclusivo
La nueva profesora tiene controlados a sus alumnos de séptimo curso con unos rituales de saludo e interrupción del ruido cuidadosamente ideados. No irradia miedo ni inseguridad, sólo un compromiso amistoso. Otro acierto es que el diseño de la escuela no da pistas sobre lo que pretende la trama dramatúrgica.
Todo parece posible aquí, tanto una fábula de éxito como una matanza. Este colegio con sus amplias y limpias instalaciones, no es una escuela problemática, pero tampoco parece una fábrica de élite aislada, sino algo más bien intermedio: Un centro educativo para niños de clase media, incluidos, como es natural, los de origen inmigrante. El personal también es una mezcla de lo más variopinta; se cultiva una cultura lingüística adecuada al género, incluidas las oclusiones glóticas, y prevalece la premisa, expuesta en su día por la propia Nowak, de que hablar de algo es mejor que callarlo. Pero hay que actuar cuando los robos en la escuela son cada vez más frecuentes. Y esta acción resulta cada vez más difícil cuanto más se habla.
Porque una ley está por encima de todas las demás, la política de tolerancia cero, como no se cansa de subrayar la directora (Anne-Kathrin Gummich). Esta ley pone en marcha en Sala de profesores una tragedia casi clásica, en la medida en que la transgresión reside precisamente en su cumplimiento, y en el deseo de evitar lo que debe evitarse. Nowak quiere hacerlo todo bien, pero pronto se da cuenta de lo rápido que el dictado de la tolerancia cero conduce a la denuncia, la sospecha y la exclusión en lugar de crear un espacio seguro.
Las pruebas y el acoso
La cámara sigue constantemente el rostro de Leonie Benesch. El más mínimo endurecimiento de las expresiones faciales revela que a la profesora le resulta cada vez más difícil seguir su propia brújula moral. En esta especie de laboratorio social, Ilker Çatak conduce al público por la misma pendiente resbaladiza que la protagonista. Nowak se opone tímidamente al principio cuando tiene que ver cómo su colega negro Thomas Liebenwerda (Michael Klammer) sospecha del robo de la persona equivocada, el estudiante de origen turco Ali (Can Rodenbostel), aparentemente por un prejuicio racista. Liebenwerda ya había coaccionado previamente a los delegados de clase para que le traicionaran "voluntariamente". ¿Quién podría no simpatizar con el hecho de que Nowak se tome la investigación por su mano utilizando la cámara del portátil y una cantidad de dinero como cebo?
El verdadero escándalo, sin embargo, es precisamente la actuación de Nowak, que en un principio hace que el problema parezca solucionable: al fin y al cabo, Nowak tiene pruebas. Pero, ¿lo es realmente?. Llega un momento en que ya no se conoce a sí misma. Quizás la forma de obtener las pruebas es mas que dudoso. Eva Löbau, en el papel de la sospechosa secretaria Kuhn, realiza una magnífica interpretación en todos los sentidos, hasta el punto que las tornas cambian de repente. Cuando su hijo Oskar (Leonard Stettnisch), un aplicado alumno, pregunta por qué su madre ya no puede ir a trabajar, Nowak y la directora no le dan más que suaves negativas como respuesta, y a partir de entonces es acosado en clase.
Los redactores del periódico escolar, en cambio, saben exactamente qué preguntas hay que hacer. También en este caso, Sala de profesores no se permite ninguna ambigüedad moral: ¿Son los jóvenes reporteros brillantes ejemplos de periodismo crítico porque exponen la "redacción" sobre los incidentes como lenguaje político de relaciones públicas? ¿O están actuando de forma poco ética porque están sacando de contexto las citas de Nowak?
Conclusiones de 'Sala de profesores'
El angustioso estrechamiento del espacio de Nowak a lo largo de la trama también pertenece a los demás, que se sientan a horcajadas sobre ella, la vigilan de cerca, parecen ayudarla o aislarla. La música de Sala de profesores de Marvin Miller refleja esta inquietante fricción entre unión y oposición en disonancias concertantes de cuerda y acordes monótonos punteados a un tempo de marcha militar.
Sala de profesores presenta personajes creíbles y complejos que rápidamente hacen que el espectador se conecte con la trama. El director Ilker Çatak plantea preguntas morales que no permiten respuestas sencillas. Al igual que el personaje principal interpretado por Leonie Benesch, que nos hace reflexionar sobre lo difícil que es distinguir entre el bien y el mal. La actriz nos transfiere de forma magistral la desesperación cada vez mayor de su personaje, con sonrisas inseguras y miradas nerviosas persistentemente. Película muy recomendable.
Reportaje de Sala de profesores en Días de Cine TVE
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