Tamara Falcó: La marquesa (en inglés Lady Tamara) es un reality sobre Tamara Falcó, Marquesa de Griñón, estrenado el 4 de agosto en la plataforma Netflix. Cuenta con 6 episodios de media hora cada uno. Siendo Tamara Falcó una figura reconocida de la vida social española, quizás sorprende que aparezca en Netflix porque ¿Qué más necesita saber la audiencia sobre ella?. Conviene analizar las fortalezas y debilidades de este proyecto, pues la productora es Komodo Studios, los mismos de Soy Georgina.



Tamara Falcó: La marquesa

Crítica de 'Tamara Falcó: La marquesa' 

Ficha Técnica

Título: Tamara Falcó: La marquesa
Título original: Tamara Falcó: La marquesa

Reparto:
Tamara Falcó
Isabel Preysler
Boris Izaguirre
Juan Avellaneda
Martín Berasategui
Ana Boyer

Año: 2022
Duración: 38 min.
País: España
Director: Juampi Cofre, Martín Taboada
Guion: Nerea Crespo
Fotografía: Hernán Pérez Pérez
Música:
Género: Documental
Distribuidor: Netflix

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Tráiler de Tamara Falcó: La marquesa

Sinopsis

Socialité, influencer, empresaria, colaboradora de televisión y chef Le Cordon Bleu, casi toda la vida de Tamara Falcó está contada a través de las portadas de la revista ¡Hola!, pero, ¿Quién es realmente la marquesa de Griñón? Para Tamara, los 40 vienen “cargaditos de cambios” y seremos testigos de todos ellos. De los creadores de "Soy Georgina", en este nuevo reality de Netflix acompañaremos a Tamara Falcó y su glamuroso entorno, su familia, sus amigos y su pareja, en uno de los retos más importantes de su vida: la apertura de su propio restaurante. Por el camino se encontrará con dos principales obstáculos: crear un menú en tiempo récord y, por si fuera poco, convencer a su madre, Isabel Preysler, de que puede hacerlo. (Netflix)

Dónde se puede ver la serie documental en streaming



El reality

Tamara Falcó: La marquesa busca presentar una etapa de la vida de Tamara Falcó, quien se presenta a sí misma como influencer. Esta etapa transcurre desde la fiesta por su cuarenta cumpleaños, hasta la "apertura" de un restaurante pop up en la propiedad heredada de su padre.

La primera fortaleza de Tamara Falcó: La marquesa es la forma del reality. La fotografía (cuyos colores están más suavizados), así como los planos y la edición, están bien cuidados y presentados. Las imágenes grabadas del día a día (en donde se muestra también al equipo, para dar esa "sensación de espontaneidad") se mezclan con videos caseros así como fotografías familiares. La intención es involucrarte a este espacio íntimo de Tamara.

Aparte de la protagonista, también participan amigos, familiares, los delegados de las marcas y de la gastronomía españolas. Entre las personalidades destacan Mario Vargas Llosa, Isabel Presley, Carolina Herrera e hija Carolina Adriana Herrera, Boris Izaguirre, Juan Avellaneda, Iñigo Onieva, Martin Berasategui, Luis Centenera, Isabelle D'Ornano y el Papa Francisco. Todos ellos se presentan con tanta naturalidad ante las cámaras que no solo llama la atención sino que es la segunda fortaleza.

Hay que aclarar que este es el segundo reality de Tamara Falcó. Antes de Tamara Falcó: La marquesa, grabó uno para Cosmopolitan llamado We Love Tamara en el 2013, solo que este fue un fracaso según la crítica. Tamara Falcó también participó en Soy Noticia (2016), Mi casa la tuya y Volverte a ver (2018 ambos), ganó Masterchef Celebrity en el 2019, Mi cocina con Peña y Tamara (2020), y El Desafío (2021).  Además, es comentadora en el programa El Hormiguero.

Según ha trascendido a la prensa para la promoción del reality, fueron los productores de esta casa de estudios quienes le ofrecieron a Falcó la oportunidad de hacer este reality. Solo se conoce que entre sus exigencias está que ella quería un enfoque distinto y nada maligno. De ahí, quizás, lo más interesante de Tamara Falcó: La marquesa sea esto: la narración.

Isabel Preysler
Copyright Netflix

El cuento de hadas

Tamara Falcó: La marquesa presenta el viaje del héroe de Tamara, es decir, a partir de su cumpleaños tiene la idea de abrir su restaurante. Entonces, ella enfrenta un sin fin de situaciones, desde las dificultades (el estado de El Rincón, el palacete heredado), pasando por la antagonista (la madre, quien no entendía y cuestionaba la idea), pasando por los aliados (el novio y el amigo Juan Avellaneda), hasta conseguir presentar ante su familia y amigos el concepto de su restaurante ChezTami.

Este viaje del héroe es la construcción de la narración que se emplea para contar el tema principal del reality. Es, de hecho, la tercera fortaleza de Tamara Falcó: La marquesa. Hay otros subtemas se que menciona como el lujo, el poder, la prensa y los cuestionados límites ante la invasión de la privacidad, las tradiciones familiares, el romance, la relación madre-hija, la cocina, la moda, las indirectas de matrimonio, la rutina, la fe y los viajes.

Resalta otro subtema que es el motor de la idea del restaurante: el amor de Tamara por su padre. Pese a no estar presente físicamente, Carlos Falcó permanece en todo el momento gracias a la hija, quien recalca una y otra vez que todo lo hace por él. Esto es una muestra de una parte de su personalidad íntima de la protagonista hacia la audiencia, aunque es bien comedida. ¿Por qué? No hay mayores gestos de emoción, posiblemente porque Tamara cuida mucho su imagen ante la prensa. Y el reality forma parte de su imagen.

También hay comedia y la intención del director Juan Pablo Cofré es transmitir el carisma de Falcó, quien se caracteriza por ser alegre y amable. Al menos este aspecto está presente en Tamara Falcó: La marquesa.

Tamara Falcó: La marquesa Netflix
Copyright Netflix

La debilidad

Si bien la estructura del viaje del héroe es interesante y es un aporte para el reality (y  para el conocimiento del espectador que ya todo lo sabe sobre Tamara), también sobre este punto recae la primera debilidad. Más que un viaje del héroe, es un cuento de hadas. En Tamara Falcó: La marquesa está muy edulcorado el trayecto de la idea a la ejecución del restaurante.

Pocos son los problemas que atraviesa la protagonista así como poco se percibe la vulnerabilidad sea con respecto a su padre, por conseguir las recetas o el estrés de la remodelación. La Tamara chef, esa que ella misma define como su actual pasión, poco se observa en la pantalla más allá de unas breves escenas esparcidas en tres episodios. En el último episodio, poco se la ve cocinando y al mando de la cocina.

La segunda debilidad de Tamara Falcó: La marquesa es el episodio final. La idea de un restaurante efímero con varias estaciones y que sea una experiencia para el comensal no llega a apreciarse en pantalla. ¿Por qué? Por mala planificación de la producción. Como espectador notarás que no puedes entender la diferencia entre comer en una sala u otra, más allá del salón comedor porque se ha perdido la meta del restaurante.

En su lugar, este espacio y el momento de la cocina es sustituido por otros subtemas que tomaron más relevancia como las indirectas hacia una propuesta de matrimonio, o la opinión de Isabel Presley sobre el restaurante. Esto es una debilidad si tomas en cuenta que has construido el reality como un viaje del héroe, cuya meta es el restaurante. Este, que ha sido el motor y acción de la protagonista, pasa desapercibido. Tampoco hay una conclusión de parte de Tamara sobre su idea, de sus aciertos y fracasos  que pueda inspirar a la audiencia que atraviesa por una situación similar (un negocio propio).

Más bien, conforme transcurren los episodios, el subtema del romance entre Falcó e Iñigo Onieva van ocupando más espacio en la pantalla hasta convertirse en una vitrina para acallar los rumores de infidelidad de la prensa rosa. Fue una mala elección de parte del director ponderar este romance por encima del restaurante, si tomas en cuenta que Falcó es ganadora de un reality de gastronomía y que se diplomó en Le Cordon Blue.

Tamara Falcó: La marquesa
Copyright Netflix

La polémica

La primera es la fe de Falcó. En Tamara Falcó: La marquesa, Falcó expresa que es católica. Se la ve con un grupo orando, va hasta El Vaticano, habla de su experiencia de Dios. La audiencia que conoce a Tamara sabe este aspecto y no se muestra sorprendido por ello. Entonces, ¿por qué se discute este tema?

Hay un artículo publicado en El Confidencial y aplaudido por algunos sacerdotes que se habla de católicos premium. La escritora de dicho artículo compara su experiencia de peregrinación, llena de dificultades económicas, con las de Tamara que se presenta en Tamara Falcó: La marquesa. Su argumento busca confrontar un modo de vivir con otro, comparando su experiencia e incluso los peregrinos de Santiago de Compostela. Y cuando comparas dos perspectivas, una sale perdiendo porque la comparación siempre busca enaltecer una sobre otra.

Perdona si uso palabras en clave religiosa, pero las comparaciones son sumamente injustas. Nadie puede decir que la fe de una persona es mejor que la de otra. Nadie puede sentirse superior por vivir su fe de una manera y discriminar al otro. La fe es un don y  requiere ser cultivado cada día, desde tu experiencia de vida. Si la experiencia de vida de Tamara es desde la riqueza, ella lo vive desde allí. No tiene culpa de ser rica. Si elije peregrinar y usar su dinero para quedarse en buenos hoteles y comer bien, ¿Quién soy yo para decir que eso no es válido en nombre de la fe?

Si en cambio, mi experiencia de peregrinaje es austera, con dificultades para comer y encontrar una cama, debo preguntarme desde mi fe y desde mi relación con Dios, por qué y para qué Dios me regala esa experiencia. Pero no voy a romantizar mi miseria para usarla como un arma para medir qué y quién es más valioso. Lo que más lamento es que la discusión de la fe de Tamara se revierta en el dinero, que es el verdadero argumento por detrás del artículo y la polémica.

Tener dinero no es malo, ¡ojalá todos tuviésemos dinero para cubrir nuestras necesidades y darnos un merecido lujo! En Tamara Falcó: La marquesa, se observa cómo le llega el dinero a Tamara. Le llega por herencia,  ya nació en un hogar con seguridades cubiertas pero también busca ganarse la vida, sea diseñando ropa o joyas, representando marcas e incluso ahora con la gastronomía. Lo hace de manera legal. Y es irónico que ella, quien no necesita trabajar porque ya tiene dinero que le alcanza para el resto de sus días, lo hace. Entonces, vuelvo y repito, ¿por qué hay quienes se molestan en que ella tenga dinero?

La segunda polémica está relacionado con este punto. Con Tamara Falcó: La marquesa se suscita la comparación entre Tamara y Georgina, dado que ambos realities tienen a la misma casa productora. Entonces, la discusión es quién es mejor.

Las comparaciones son injustas pero vamos a dar una oportunidad sobre el reality. Soy Georgina tiene un desorden narrativo que Tamara Falcó: La marquesa ha sabido cuidar mejor. Pero Soy Georgina muestra facetas de la vida de Georgina Rodriguez que la audiencia poco conoce, a diferencia de Tamara Falcó: La marquesa, de quien la audiencia ya sabe todo sobre Tamara Falcó. Así que sobre ambos, hay un empate. Ninguno es mejor que otro.

Pero si la discusión se centra en sus protagonistas, el tema ya es otro: cualquier mujer con alguna visibilidad monetaria será blanco de críticas. Y esas críticas hablan más de quién las emite que de ellas.

Conclusión de 'Tamara Falcó: La marquesa'

Tamara Falcó: La marquesa está entre los diez programas más vistos en Netflix durante el fin de semana en España. Esto indica que los objetivos de Tamara se han cumplido. Ella busca tener más exposición mediática para que su alcance como influencer aumente. De ahí que se entienda por qué aparece cada vez más en pantalla. Tamara Falcó: La marquesa es un reality más, bueno para pasar el rato si lo miras sin prejuicios.

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1 COMENTARIO

  1. Es muy guapa pero definitivamente su fuerte no es el amor. Quedé con una sensación de pena al ver sus ganas de un anillo de compromiso

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