Theatre Properties y Plantea Fama Producciones unen fuerzas para traer una nueva versión de The Full Monty, el musical. Esta adaptación renueva el clásico de 1977, adaptación de la película homónima que causó furor en el público. Desde el pasado 22 de octubre se puede disfrutar en el escenario del Teatro Rialto, en pleno corazón de la Gran Vía. Además, cuenta con un equipo exquisito, liderado por Tomás Padilla y Álvaro Mouriz. No te lo pierdas y ven a disfrutar del striptease más deseado de la ciudad.
Título: The Full Monty, el musical Título original: The Full Monty
Reparto: Sam Gómez (Jota)
Falco Cabo (Daniel)
José Navar (Jorge)
Gustavo Rodríguez (Mario)
Piñaki Gómez (Potro)
Carlos Salgado (Alex)
Marta Malone (Gina)
Silvia Villaú (Lucy)
Begoña Álvarez (Vicky)
Alberto Reinoso (Teo)
Marta Arteta (Ana)
Jorge González (Luka)
Gallo Ryan (Edu)
Marian Casademunt (Esther)
Chemari Bello (Richy)
Marta Valverde (Cover Externo)
Laura Muriel (Cover Externo)
Luis Maesso (Cover Externo)
Duración: 150 min. apróx. Dirección escénica: David Ottone y Silvia Villaú Libreto: Terrence Mcnally Productor Ejecutivo: Tomás Padilla
Productor: Álvaro Mouriz
Dirección Actoral, Casting, Coreografía y Vestuario: Silvia Villaú
Escenografía e Iluminación: Tomás Padilla
Dirección Musical: César Belda Escenografía e Iluminación: Tomás Padilla
Diseño de sonido: César Belda Adaptación: Zenón Recalde
Libreto: Terrence McNally
Música & Letras: David Yazbek Comunicación y markéting: Carlos J. Benito
Diseño audiovisual y RR.SS.: Gsus Villaú Construcción escenografía: Grupo Eventix
Jefe de prensa: Daniel Mejías Producción: Pablo Garrido
Ayte. Producción: Ana Mª Bello
Distribución en exclusiva: Planeta Fama Producciones Producción: Theatre Properties y Planeta Fama Producciones
Sinopsis de 'The Full Monty, el musical'
Basado en la comedia británica “The Full Monty” (1997), este musical cuenta la historia de seis trabajadores siderúrgicos en paro, con poco dinero y apenas perspectivas, que deciden preparar una actuación de “striptease” después de ver el entusiasmo de sus esposas por un “stripper” mientras las espían en su “noche de chicas”.
Celosos y sin trabajo, los hombres inventan una forma atrevida de hacer algo de dinero rápido. Al prepararse, se encuentran extremadamente expuestos tanto física como emocionalmente. A medida que vencen el miedo, la timidez y los prejuicios, los hombres descubren que son más fuertes como grupo, y la fuerza que encuentran el uno en el otro, les da el valor para hacerlo.
The Full Monty, el musical es una historia llena de corazón, con humor afilado y mucho dinamismo, una comedia conmovedora y optimista imprescindible en estos momentos. (WEB OFICIAL).
Tiempo libre
Theatre Properties y Planeta Fama Producciones revisan The Full Monty, el musical. Para comenzar, esta adaptación no sólo transfiere sus canciones al idioma español, sino que lo transforma y lo adorna con la realidad patria. Por lo tanto, se siente esa idiosincrasia de España, con referencias que son totalmente familiares para el gran público. Aun así, tampoco abusa de ellas, por lo que conserva el espíritu primigenio de este clásico musical. Con lo cual, a lo largo de toda la obra se abordan temas como la masculinidad tóxica, la desesperanza en el futuro y la falta de amor propio. No obstante, estas problemáticas no se analizan desde una vertiente compleja o dramática, sino que lo hacen desde un prisma más luminoso y en clave de comedia. Hay ciertos factores que, con el avance social, pueden chocar ciertamente al espectador, aunque no dejan de reflejar un prototipo masculino.
Otro de los puntos que también llama la atención es cómo esa búsqueda de sentar cátedra en lo que significa ser hombre se convierte en el perfecto vehículo para desmitificar este tipo de enseñanzas. Así se crea una labor de crítica, que se adereza con un humor que encaja en todos los públicos. Además, se ve la intención de ser diversa en distintos puntos, como la sexualidad, aunque no logra transmitirse del todo como pudiera. A pesar de ello, el resultado del libreto es un musical lleno de momentazos, recreando ese viaje de descubrimiento personal. También se valora muy favorablemente que mantenga en todo momento una coherencia en sí misma y el interés no decaiga en ningún momento. Con lo cual, la pieza consolida su calidad y presenta un dinamismo que se contagia a todo el patio de butacas.
Unos strippers diferentes
En plena época donde se pone en debates la necesidad de cuerpos distintos en eventos musicales, The Full Monty, el musical presenta a unos protagonistas totalmente diversos, siguiendo la estela de la pieza original. Mediante ese punto cercano, se logra sacar partido a la comedia y el elenco actoral lo aprovecha al máximo. En primer lugar, Sam Gómez se convierte en un maestro de ceremonias estupendo. Dota a su papel de ese punto de protagonista-antagonista, no resultando simpático o accesible desde el principio. Gracias a ello, su transformación toma mayor impacto y brilla con luz propia en todo momento. Después, Falco Cabo es puro talento, llena de personalidad y carisma a su personaje. Además, se aprecia ese punto tierno y familiar, que se adereza con naturalidad y un realismo exquisito. Lo mismo sucede con Piñaki Gómez, despertando a la audiencia con pura energía y vitalidad sobre las tablas.
Luego, Gustavo Rodríguez y Carlos Salgado forman una dupla hilarante, con verdaderos puntazos en sus escenas y mimetizándose al completo con sus personajes. Por lo tanto, su ejecución dramática es impoluta. Asimismo, José Navar realiza una labor que evoluciona desde un comienzo más liviano hasta una potencia en consonancia con sus compañeros. Por otro lado, el reparto femenino está en sintonía con el masculino, además de presentar generosidad en pos de sus compañeros. Silvia Villaú y Marta Arteta capitanean el elenco con una fuerza arrolladora. Junto a ellas, Marta Malone, una delicia desternillante, con una energía hipnótica y llena de vida. Por último, Begoña Álvarez, Alberto Reinoso y Jorge González aportan la guinda del pastel, llevando sus personajes a buen puerto y no dejando pasar la oportunidad de sobresalir en las escenas que protagonizan.
Una producción de altura
Theatre Properties se ha consolidado como una de las compañías punteras en el teatro musical español, con varios éxitos a sus espaldas. De esta manera, su producción, junto con Planeta Fama Producciones, evoluciona una vez más, siendo la puesta en escena prueba de ello. Y así se presenta en The Full Monty, el musical. Para comenzar, la construcción de la escenografía se expone con un acabado visual impresionante, unido a la capacidad de transformación que va efectuándose durante la pieza teatral. También destacan las grandes proporciones en las que se ha realizado, así como los detalles en cada uno de los escenarios en los que se van convirtiendo. Ese juego de localizaciones es un auténtico acierto, siendo una de las principales atracciones del musical. Por esa razón, no se puede negar el gran y extraordinario trabajo técnico y artístico que se ha hecho.
Se puede decir sin problemas que es una producción muy ambiciosas y su gran impacto en los espectadores se registra en la recepción muy positiva que se obtiene. Además, se une a un diseño de iluminación certero, que abraza la producción en todo momento y va enmarcando las distintas partes que conforman la obra. Ambas, junto a las interpretaciones, logran que las transiciones se hagan de una forma fluida y transparente a ojos del espectador. De esta forma, no se pierde la magia del teatro y logra mantenerlo hasta el final. Por otra parte, el arreglo musical es una delicia, uniéndose a la música en directo que, sin duda, es toda una virtud. Gracias a este trabajo sonoro, el atractivo de las canciones se acentúa más y el éxito en este apartado está asegurado. En resumen, el conjunto obtiene un resultado magnífico.
Conclusión de 'The Full Monty, el musical'
The Full Monty, el musical es pura diversión y entretenimiento, combinándose con la exposición de ciertos estereotipos de la masculinidad y transformarlos en una comedia critica. Asimismo, el libreto abraza la idiosincrasia española moderna, siendo un acierto aderezarlo con ese aroma sin perder la esencia original. También destacar el elenco actoral, que realiza un trabajo estupendo, en especial, el reparto protagonista. Pero, indudablemente, una de las mejores partes del musical es la excelente construcción de la puesta en escena. Así, destaca la magnitud de la escenografía cuidada al detalle con el arreglo musical impoluto y una composición lumínica espléndida. La magia de los musicales se transfiere a esta historia que revisiona los arquetipos masculinos de antaño en clave cómica.
Muchísimas gracias por vuestras palabras!!!