Un lugar para soñar (Virgin River) es una serie norteamericana que estrenó su primera temporada en Netflix a finales del 2019. La segunda temporada se estrenó en noviembre del 2020 y la tercera en julio de este año. Por tanto, Virgin River debe su popularidad a la pandemia. Ella tiene fortalezas y debilidades que conviene discutirlas.
Crítica de 'Un lugar para soñar (Virgin River)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Un lugar para soñar
Título original: Virgin River
Reparto:
Alexandra Breckenridge (Melinda Monroe)
Martin Henderson (Jack Sheridan)
Colin Lawrence (John 'Predicador' Middleton)
Tim Matheson (Doctor Mullins)
Benjamin Hollingsworth (Dan Brady)
Año: 2019-2021
Duración: 45 min por capítulo apróx.
País: Estados Unidos
Creada por: Sue Tenney
Guion: Sue Tenney, Patrick Moss, Amy Palmer Robertson, Debra Fordham y Jackson Rock
Música: Jeff Garber
Género: Romance
Distribuidora: Netflix
Tráiler de 'Un lugar para soñar (Virgin River)'
Sinopsis de 'Un lugar para soñar (Virgin River)'
Un lugar para soñar (Virgin Rivera) nos muestra cómo una enfermera quiere empezar de cero y deja Los Ángeles para mudarse a un remoto pueblo del norte de California, donde le esperan muchas sorpresas. (NETFLIX).
Los libros y la serie
Robyn Carr es una escritora de romances que tiene en su haber varias sagas y una de ellas es Un lugar para soñar (Virgin River), que son 20 libros (por los momentos). Lo curioso es que cada tomo relata la historia de uno de los habitantes del pacífico pueblo norteamericano.
La serie Un lugar para soñar (Virgin River), en cambio, junta a todos los personajes del pueblo por episodio. Los productores ejecutivos Sue Tenney, Roma Roth, Chris Perry y la propia escritora han decidido que los personajes principales sean Melinda Monroe e Jack Sheridan, además de abarcar las historias de los demás personajes en forma alternada. Cada temporada cuenta con 10 episodios.
Lo particular de Un lugar para soñar (Virgin River) es que los personajes, en su mayoria, tienen más de treinta años. Por lo que el atractivo de la serie radica en presentar otro rostro de las relaciones, que usualmente en la televisión están encasilladas a adolescentes y jóvenes de 20 años.
El espectador se sentirá especialmente atraído por la historia de Hope y Doc, una pareja de más de 60 años, que guardan entre ellos un profundo amor y un rencor de una situación del pasado. Las actuaciones de Annette O'Toole y Tim Matheson sobresalen por la fidelidad al transmitir que las personas de esa edad pueden amar con la misma intensidad de la juventud.
Vale acotar que Netflix la renovó para una cuarta y quinta temporada y así competir abiertamente con el contenido de Hallmark Channel, que es bastante popular en Estados Unidos por ofrecer series y películas románticas de su colección de libros.
Virgin River, la serie
El espectador notará que las referencias más cercanas de Un lugar para soñar (Virgin River) son "Gilmore Girls" y "Hart of Dixie". Esto se debe a que el protagonista no son los personajes sino el lugar donde se desarrolla la trama: un acogedor y tranquilo pueblo, perdido en paradisíacos paisajes, con ciudadanos amables y solidarios. Todo esto contrasta con lo que el espectador conoce de su día a día, por lo cual la promesa de una pequeña utopía en plena pandemia, resulta cautivador.
Por tanto, la nostalgia de estas referencias no es usada para manipular pero sí es una de las aliadas del espectador para disfrutar de una serie sin tener que agotarse en hilar entramados y significados ocultos. Virgin River entrega toda su narrativa, temas y subtemas en los diez episodios. Lo explica (con cierta desventaja que deja la tercera temporada) y el espectador solo mira, se deleita y se deja entretener. Esta es la primera fortaleza.
La segunda fortaleza recae en los diálogos. Los personajes pueden discutir, pero poco se gritan entre ellos; pueden molestarse y al rato se reconcilian. Tal parece que la mayor enseñanza es la inteligencia emocional, o al menos, la madurez para lidiar con el otro. Es un gran acierto de parte de los guionistas, que no buscan enredar a los personajes con sus propias palabras.
La tercera fortaleza de Virgin River radica en la cinematografía. Hay bastantes escenarios en exteriores pero también en interiores, y estos no son recargados. Cada uno refleja al protagonista (al pueblo y el caracter que le imprimen sus personajes). Hay una paleta de colores que ronda entre el verde, azul y el castaño. Los encuadres son en su mayoría céntricos. La cinematografía busca la sencillez porque (en principio) la historia es sencilla, como su pueblo.
El tema principal es la hospitalidad, pues Virgin River busca contar cómo los habitantes acogen a los nuevos residentes, a los turistas, a los extraños, a los niños, a los ancianos, a los enfermos. Esto es una herencia de los libros y se desarrolla con los subtemas del amor, la amistad, la ancianidad, la enfermedad, el maltrato, el trauma, la pérdida, la tristeza, la sexualidad, la identidad. Esta es la cuarta fortaleza de la serie.
La quinta fortaleza es que expone los subtemas propios que se viven en una localidad como las desventajas de vivir en un pueblo versus la ciudad, el anhelo de los jóvenes por salir del pueblo, la resistencia a las costumbres de un nuevo lugar.
La tercera temporada
Muchas fueron las expectativas de su audiencia cuando se estrenó la tercera temporada de Un lugar para soñar (Virgin River). Si bien ha gustado a la mayoría, es la temporada que presenta las debilidades de la serie. La primera de ellas es la promoción de la tercera temporada.
Con el trailer, se arruinó el cliff hanger o el giro de la trama dejado en suspenso en el episodio final de la segunda temporada. En las escenas finales, se ve que alguien disparó a Jack y este agoniza en el piso. Pues bien, la angustia del espectador fue resuelta en el trailer promocional al ver a Jack vivo y feliz. Tal parece que el suspenso no sirvió de nada.
La segunda debilidad radica en el guion y en este giro de trama. A Jack le disparan. En las anteriores temporadas, se muestra que Jack sufre de estrés postraumático (aunque él no lo reconoce) debido a su experiencia como soldado. Pues bien, este nuevo giro (su disparo) no queda resuelto a lo largo de estos 10 episodios. Ni siquiera queda resuelto el asunto de su estrés postraumático. Entonces, los guionistas no cierran una trama para hablar sobre otra. Este aspecto ocurre con los personajes más vistos de la serie. Se añade drama innecesario a una serie que no busca ser exagerada en el drama.
La tercera debilidad también radica en el guion. Las temporadas anteriores dejaron tramas abiertos en algunos personajes, cuya intención fue dejar en suspenso al espectador. Mel y su maternidad, Jack y el asunto de los gemelos, Preacher y su nueva oferta de trabajo, Doc y su enfermedad, Brady y la junta con los malos... Pues bien, sin siquiera resolver aquellos que estaban abiertos, la tercera temporada trae nuevos personajes y cambia el perfil de algunos.
El ejemplo más sobresaliente es el de Brady, compañero de tropa de Jack. Tanto en la primera como en la segunda, se presenta a Brady como un excombatiente joven que le es difícil ajustarse a la vida civil y solo quiere ganar dinero. Para la tercera temporada, su actitud de chico malo cambia radicalmente a ser un chico bueno solo porque los guionistas decidieron que él tuviera un romance con la hermana de Jack. El espectador no comprende el cambio porque no se presenta suficiente información.
Esto de exagerar en el drama o cambiar perfiles de personajes sin establecerlo previamente, se debe al efecto de la popularidad. Tal parece que los productores ejecutivos, la escritora y los guionistas se han contaminado con la fama de la serie y han decidido enredar para garantizar más espectadores. Sin embargo, las opiniones por las RRSS han indicado lo contrario. La tercera temporada deja al espectador frustrado por no entender el nuevo rumbo y las decisiones de los personajes.
La cuarta debilidad es la ausencia de Hope. Debido a que Virgin River fue grabada durante la pandemia y la actriz Annette O'Toole se encontraba incapacitada para viajar, los guionistas crearon una nueva trama para la pareja y tenerla por breves momentos por videollamada. Sin embargo, el espectador percibe que la historia necesita el carisma de Hope a la vida de Doc, pues ambos personajes han sido planteados como una unidad.
Conclusión
La primera y segunda temporadas de Un lugar para soñar (Virgin River) son las mejores, frente a la tercera que luce la más débil. La responsabilidad recae en los productores y guionistas, quienes han decidido dejarse llevar por la fama antes que la calidad de su serie. Sin embargo, esto no significa que Virgin River no sea digna de ver. Todo lo contrario, su mayor acierto es apostar por la diversidad de relaciones y la hospitalidad, algo que hace falta mucho en estos tiempos desafiantes que vivimos como sociedad. Basta aguardar por una mejor aproximación de la historia en la cuarta temporada, que se encuentra en grabaciones.
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