"Conoces a Arturo Ui.": Huyendo de la equidistancia

Conoces a Arturo Ui es un espectáculo que se inspira en la obra de Brecht que nos cuenta el ascenso de Hitler al poder entre los años 1929 y 1933. Aunque la historia del dictador nazi alemán se remonta a bastantes años antes y se desarrolla otros tantos después, como todo el mundo sabe, el germen de este texto es justo el momento en el que la acción de ascenso es determinante para el devenir del pueblo alemán, de Europa y del mundo entero. Bajo la premisa cómica-terrible del propio Brecht, planteamos una reflexión sobre cómo el poder se desarrolla históricamente a partir de la corrupción, la violencia y el miedo.

A través de la fábula que plantea el autor alemán nos preguntamos cómo es posible que ochenta años después aún no hayamos aprendido nada; que, lejos de haber aprendido, esas tácticas de manipulación de masas y de tergiversación de la realidad sigan estando más presentes que nunca en nuestro día a día. De hecho, están tan presentes que es posible que dejamos de verlas y las asumimos como la normalidad de nuestra convivencia. Conoces a Arturo Ui en una propuesta escénica contemporánea donde seis actores plantean ciertas preguntas que siguen sin respuesta desde hace casi un siglo. Intentamos crear una llamada de atención ante esta situación en la que la sociedad está sumida. (SALA MIRADOR). 

¿Quién y qué es Arturo Ui?

El título de la obra podría tomarse como una pregunta, pero es una afirmación Conoces a Arturo Ui , una interpelación directa al público: lo conoces. Sabes, de antemano de quién te van a hablar, aunque cuando ocupas tu butaca no seas consciente. Al menos, no lo serás si no has leído nada de la obra ni de la compañía AlmaViva Teatro.

El título original también es una afirmación ‘Der aufhaltsame Aufstieg des Arturo Ui’. Se ha traducido como: ‘La resistible (o evitable) ascensión de Arturo Ui’. Aunque ‘aufhaltsame’ puede traducirse como ‘deslumbrante’ o ‘imparable’. En cualquier caso, Bertolt Brecht escribió una parábola sobre la ascensión al poder de Hitler, la evitable ascensión que pudo no ser, pero fue y de manera fulminante. Escribió la obra desde su exilio Finlandés en 1941 y centró la trama en Estados Unidos ya que es allí donde iba a ser representada. De ahí que la parábola esté ambientada en el Chicago de la década de los 30.

El ‘Ui’ de Arturo, esa especie de apellido, tiene una clara intención de burla, de saltarse el respeto ante la ceremonia que ha rodeado a los grandes asesinos de la historia. Esta burla es también una bofetada al miedo, que es, tal y como afirma Giri - Göring (David Ortega) en la última parte de la obra, el instrumento usado por todos los aparatos políticos para facilitar su ascenso al poder. Y, sobre todo, para mantenerlo.

Agitar a través del humor

El caos del inicio de Conoces a Arturo Ui se va componiendo según avanza la trama y vamos conociendo a sus protagonistas. Ayuda mucho que cada uno de ellos porte un cartel con el nombre del personaje que interpreta a cada momento. Como si fuese un cambio de máscara en el Teatro Clásico. Sin estos guiños de auxilio al honorable, la coralidad sucumbiría en confusión. O, al menos, en un desconcierto no apto para todos los públicos.

Arturo Ui – Hitler (Javi Rodenas) es el miedo personificado, aunque en esta propuesta Brecth y, por extensión, AlmaViva Teatro nos lo presente como un gánster que se revela como un bufón que no sabe pronunciar la letra ‘r’. Por esa razón, debe recibir clases de oratoria (algo que se sabe que hizo Hitler) por un actor de provincias, al que da voz y, sobre todo, expresión corporal, el actor argentino Diego Ercolini. La obra necesita a este bufón para llegar donde no llegaría la solemnidad de un discurso académico contra el nazismo. O mejor sería decir: a estos bufones, porque todo el elenco arma una magnífica travesura burlesca.

La burla, sin embargo, no escatima en detalles históricos, incluso explicados en clave de guiñol, como ocurre con el juicio amañado al joven comunista Marinus Van Der Lubbe condenado a pena de muerte por incendiar el edificio del Reichstag. También la propaganda nazi llevada a cabo por Goebbles, queda expuesta por el personaje de Givola (Marina Sánchez-Vílchez) que acompaña a su parlamento con imágenes de archivo histórico.

AlmaVida Teatro y su compromiso social

En la última parte de Conoces a Arturo Ui, el momento en el que la cuarta pared se rompe por completo, los personajes se apartan a un lado y en el escenario quedan dos actrices y cuatro actores discutiendo sobre el sentido del mensaje. Rafa Núñez, ya sin su máscara de Dogsborough - Hindenburg, pregunta en voz alta “¿Qué aportamos con esto, qué hay detrás de todo esto?”.

El elenco se rebela contra su propuesta y comienzan un encendido debate sobre los peligros de la responsabilidad individual, a los que se refiere Teresa Alonso, los avances del populismo y la necesidad de encontrar una manera de no repetir el pasado. Pero ¿acaso no estamos condenados a repetir el pasado una y otra vez?

Con este giro final, AlmaViva Teatro mantiene el latido social que se inició en el teatro desde principios del siglo XX, sobre todo. La preocupación por contribuir a la claridad de ideas en una sociedad, la actual, que parece querer volver a la oscuridad del fanatismo y la violencia.

Conclusión de 'Conoces a Arturo Ui.'

“Si entras en una función eres parte de ella” nos dice AlmaViva Teatro y así ocurre en Conoces a Arturo Ui , sobre todo, con las propuestas escénicas que abren un camino más allá del escenario y de la función. Cuando la obra no es solo la experiencia vivida del presente, si no que deja un poso en el espectador, rompiendo, además, la ilusión y obligándole a intervenir (desde un punto de vista ético), es cuando podemos decir que estamos ante una obra comprometida. Una obra que nos compromete. Con cierta dosis épica, además, como le gustaba a Brecht, que es capaz de superar la vanguardia de la contemporaneidad.

Acudir al teatro supone correr una serie de riesgos, o debería, como el de hacernos pensar y hay obras y autores que se empeñan, una y otra vez, en que no dejemos de hacerlo. A pesar de las risas, por supuesto. Sin ellas serían aún más difícil esta ruptura con la ilusión, este enfrentamiento con la realidad.

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