TVE estrenó el pasado 7 de abril de 2020 la primera serie producida durante el encierro obligatorio, a causa de la crisis del COVID-19. Diarios de la cuarentena se ha convertido en una de las ficciones más comentadas en las últimas semanas, provocando un debate, incluso previo a su estreno, bastante intenso. Mientras que algunos usuarios de las redes sociales pidieron boicotear el proyecto, la crítica especializada alabó el concepto, aunque la recepción fue muy variada en cuanto a calidad global de la serie. El 14 de abril de 2020 se anunció que México y Francia habían comprado los derechos para realizar su propia versión. Por otro lado, Estados Unidos, República Checa y Sudáfrica se encuentran en pleno proceso de negociaciones para obtener sus propias versiones locales.
La serie cuenta con rostros conocidos de la industria española: Cecilia Gessa, Carlos Bardem, Fernando Colomo, Carlos Areces, Gorka Otxoa, Adrià Collado, Ana Alonso, Montse Pla, Víctor Clavijo, Mónica Regueiro, Fele Martínez, Cristina Alarcón, José Luis García Pérez, Petra Martínez, Juan Margallo, Carmen Arrufat, Bárbara Santa Cruz y Javier Botet, por el momento, dado que solo se han emitido dos episodios.
Crítica de 'Diarios de la cuarentena'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Diarios de la cuarentena
Título original: Diarios de la cuarentena
Reparto:
Fernando Colomo (El vecino atareado)
Petra Martínez (Abuela confinada)
Juan Margallo (Abuelo confinado)
Mónica Regueiro (Influencer Mal)
Fele Martínez (Influencer Mal)
Año: 2020
Duración: 30 min por capítulo apróx.
País: España
Creador: Álvaro Fernández Armero y David Marqués
Guion: Álvaro Fernández Armero, David Marqués y Álvaro Longoria
Música: Alfonso G. Águilar
Género: Comedia
Distribuidora: TVE
Tráiler de 'Diarios de la cuarentena'
Sinopsis de 'Diarios de la cuarentena'
Diarios de la cuarentena es una sitcom semanal, de 30 minutos de duración que muestra cómo es la convivencia llevada al límite y un reflejo realista e íntimo de lo que ocurre en nuestras casas durante el confinamiento. (RTVE).
Dónde se puede ver la película
La broma fácil
La crisis del COVID-19 ha supuesto un reto para la industria cultural al verse afectada por el encierro y las medidas de contingencia del virus. Por lo cual, no es extraño que ya empiecen a salir nuevas estrategias de ficción y una de ellas es Diarios de la cuarentena. Álvaro Fernández Armero y David Marqués han sido los encargados de crear la primera serie producida durante el confinamiento. Para comenzar, los guionistas han abordado las consecuencias del encierro desde un prisma ligero y poco profundo de lo que supone estar viviendo una situación tan complicada como la que esta ocurriendo. Por lo cual, no se atreve a ir más allá y se queda en un amalgama de historias que buscan esbozar sonrisas únicamente. En consecuencia, se echa en falta más picardía o frescura, más calidad narrativa.
Por otra parte, los personajes se ejecutan desde una vertiente más cotidiana, en señal de querer endulzar el esfuerzo del encierro. En consecuencia, se da unos personajes demasiado fáciles, lo que podría ser una evasión para parte del público, mientras que para otra, podría sentirlo como una banalización de lo que supone un encierro obligatorio. Por esta razón, tal vez no era el momento de desarrollar una serie de esta índole así. En especial, porque, durante sus dos primeros episodios, no se ve un desarrollo narrativo atractivo. Con lo cual, puede volverse en su contra una realización excesivamente feel-good y simple. A causa de ello, con un formato del tipo ‘Camera Café’, con una duración más corta, hubiera sido un atino. Hay flaquezas en el libreto que se hacen notorias y se verá si se quedan en esa comodidad o van más allá.
La comunidad
El elenco de actores que conforman Diarios de la cuarentena es, sin duda, de las mejores elecciones que se han hecho en el proyecto. Sin embargo, hay algunos intérpretes que los que se puede ver cierta incomodidad y no aportan la naturalidad que sí se ha podido ver en otros proyectos. En primer lugar, destacar la gran interpretación de Petra Martínez y Juan Margallo, que efectúan una labor estupenda y llena de una ternura sublime. Es más, son un homenaje dulce hacia las personas de mayor edad, aunque sea de esta manera tan lumínica. Luego, Fernando Colomo tiene esa vis cómica innata que llega con un brillo especial a los espectadores. Lo mismo ocurre con Carlos Bardem, que se aleja de la dureza de otros personajes, para dar paso a una interpretación más variopinta y muy bien llevada.
Otro de los grandes dúos de este trabajo es el formado por Mónica Regueiro y Fele Martínez, la pareja de actores tiene una química muy interesante y ofrecen una comicidad orgánica. Además, se deshacen de adornos y es lo que hace que fluya toda esa energía entre ellos. Se puede decir que han sabido manejar el espacio interpretativo a la perfección. Después, la unión de Carlos Areces y Gorka Otxoa llevan una sintonía humorística increíble, aunque no están lo suficientemente aprovechados. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Montse Pla y Víctor Clavijo, los cuales no terminan de encontrar el punto y se mueven en cierta teatralidad que les quita realismo. Por último, mencionar la participación de Javier Botet, que da ese toque dinámico y ofrece una pizca del swing que necesita la serie.
Técnica confinada
Al ser una producción realizada desde el confinamiento obligatorio, es lógico que la disposición técnica no goce de las oportunidades que se podría hacer en un proyecto con otras características. No obstante, es lo que hace tan especial a Diarios de la cuarentena, el poder haber llevado la palabra reinvención a las pantallas. Lo primero, la planificación es interesante y la calidad visual sigue un esquema en el que no pasa factura el concepto de imagen grabada. Por lo cual, saben sacar partido a este efecto para poder conectar mejor con las personas que se encuentran en la misma situación. Ninguno de los relatos que se exponen desentona con los demás, por lo que hay un hilo estético que se mantiene perfectamente. Además, entrar en las casas de los actores es un plus como significado expresivo.
Por otro lado, el montaje juega un factor fundamental en la serie, dado que sin la manera de estructurar estas historias, las debilidades del guion podrían haberse hecho más notorias. Gracias a la gran labor de la edición, hay un ritmo dinámico, lleno de vitalidad y se convierte en un pasatiempo ligero y fácil. De esta forma, no se estanca en ningún momento y, como es lógico, hay una intención de hacer sentir al espectador como en casa. Después, el sonido, uno de los grandes conflictos de los productos audiovisuales. Está bien resuelto y no se observa que tenga consecuencias adversas en la serie. No es de extrañar que países como México y Francia hayan tomado este concepto para aplicarla en sus propias versiones nacionales.
Conclusión
Diarios de la cuarentena es una ficción simple, que cae en el exceso de buenrollismo. Durante los dos primeros episodios, hay una comodidad en la que no se ve un progreso narrativo profundo. Por lo cual, hay flaquezas en el libreto que se hacen notorias. Por otro lado, a nivel interpretativo hay un buen nivel, por lo general, aunque hay varias actuaciones que no encuentran naturalidad. Después, el despliegue técnico ofrece una solución interesante, con un ritmo bien planteado, haciéndolo accesible de ver para el público. Sin duda, es el aperitivo de media mañana, que sirve para abrir boca, pero no llena.
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