Entre los estrenos que tiene preparado Netflix para este mes de octubre, uno es Gambito de dama. La ficción dirigida por Scott Frank (Godless) adapta la novela homónima de Walter Tevis en siete capítulos. La ficción está protagonizada por la joven actriz Anya Taylor-Joy que nos regaló una increíble interpretación en la película La bruja de Robert Eggers. Esta miniserie se estrenará este viernes 23 de octubre en Netflix.



Gambito de dama

Crítica de 'Gambito de dama'

Ficha Técnica

Título: The Queen's Gambit
Título original: Gambito de dama

Reparto:
Anya Taylor-Joy (Elisabeth Harmon)
Thomas Brodie-Sangster (Benny)
Moses Ingram (Jolene)
Harry Melling (Harry Beltick)
Annabeth Kelly (La pequeña Elisabeth Harmon)
Marielle Heller (Alma Wheatley)
Bill Camp (Sr. Shaibel)

Año: 2020
Duración: 50 min.
País: EE.UU
Director: Scott Frank
Guion: Allan Scott, Scott Frank
Fotografía: Steven Meizler
Música: Carlos Rafael Rivera
Género: Drama.
Distribuidor: Netflix

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Tráiler de 'Gambito de dama'

Sinopsis de 'Gambito de dama'

En los cincuenta, una joven de un orfanato descubre que tiene un increíble don para el ajedrez y recorre el arduo camino a la fama mientras lucha contra las adicciones.(Netflix)

Dónde se puede ver la serie



Pfff, ajedrez, muy aburrido

Quizás muchos hayan pensado al ver el tráiler de la ficción o al leer la sinopsis como el nombre del subtítulo que da lugar a este párrafo de la crítica. Es correcto, lo entiendo, no a todos les va a gustar la temática de la serie y el desprestigio que a veces se le realiza a este maravilloso deporte mental tampoco ayuda. Pero antes déjenme decirles que deben de darle una oportunidad a Gambito de dama. Es un viaje de siete episodios increíble, vertiginoso, y muy emocionante.

Sin embargo, he de decir que Gambito de dama no va a nadar en el mundo del ajedrez, todo lo contrario, va a zambullirse y a bucear, quizás demasiado para los meros aficionados de este deporte. Pero no se asusten, la serie no va a dejar a nadie atrás, a pesar de que se citen numerosos maestros ajedrecistas, a la par de numerosos complicados nombres de jugadas, el espectador menos experto va a poder seguir con facilidad el transcurso de la historia. Y, es más, os aseguro que, tras finalizar la serie, alguno habrá aprendido un par de cosas que desconocía de este deporte, e incluso, le entrará el gusanillo de echar unas partidas.

La serie se siente como un producto serio y profesional que intenta aunar tanto a los que no practican este deporte, como a los que sí. Puedo suponer que los eruditos la van a disfrutar mucho mejor que cualquier espectador normal, ya que se hacen muchas referencias a los profesionales del mundillo, y se hablan mucho de tácticas y jugadas que alguien sin esos conocimientos no puede entender.

Gambito de dama
Copyright Netflix

Defensa siciliana en 'Gambito de dama'

En Gambito de dama la defensa siciliana es una de las aperturas de ajedrez que más se nombran porque nuestra protagonista, Elisabeth, la juega excepcionalmente. Pero ¿por qué la va también a nuestra protagonista?

Pues bien, por regla general, según he leído, la defensa siciliana no es para todo el mundo, suelen ser jugadores dispuestos a correr riesgos durante la partida y a ganar con las negras. Hay mucho caos en el tablero porque conlleva posiciones desequilibradas. Por lo tanto, los jugadores muy metódicos que calculan todo perfectamente y son muy posicionados no suelen jugarla. Con esta explicación pretendo resaltar lo bien que define a nuestra protagonista la defensa siciliana.

Elisabeth es alguien con un comportamiento algo irregular, muy lanzada hacia delante, atrevida, sin miedo, y, sobre todo, juega para ganar. Por eso creo que la defensa siciliana define perfectamente su carácter.

Gambito de dama
Copyright Phil Bray/Netflix

Muy buen apartado técnico

Visualmente Gambito de dama resulta espléndida. Hay un gran trabajo en el diseño de época que consigue brillar a lo largo de toda la ficción. Otra cosa que destaco es el conseguido retrato del diseño artístico de las distintas localizaciones que veremos en la serie. París, México y Rusia lucen maravillosas con su propio diseño de época que capta la esencia y el estilo de cada zona.

Por otro lado, quiero destacar la dirección de Scott Frank y la perfecta fotografía de Steven Meizler. En cada capítulos veremos elegantes movimientos de cámara, tan precisos como si de los movimientos de una partida profesional de ajedrez se tratara. Un muy buen uso de la iluminación que otorga un bello contraste en determinadas escenas, un lujo como muchas veces el uso de la luz habla solo. Por ejemplo, en la escena del sótano, donde el contraste de las luces y las sombras es muy agresivo, se diría que esa oscuridad son los traumas del pasado de la niña, mientras que la luz narra el esperanzador futuro que le espera a nuestra protagonista que va a descubrir su pasión. Asimismo, comentar lo bien centradas y equilibradas que están muchas de las escenas.

Tampoco quiero dejar sin destacar los efectos especiales de la serie. En ningún momento estos tratan de otorgar una espectacularidad innecesaria a la acción. Se acude a ellos en momentos muy determinados y siempre para completar la narración, realmente se siente muy necesario el uso de estos para exteriorizar determinadas cosas. Destaco el gran uso de este recurso sin llegar nunca a ser excesivo, realmente quedé enamorado de esas imágenes visuales del ajedrez en el techo de la habitación.

Las partidas de ajedrez

Al ser una serie de ajedrez veremos muchas y muchas partidas. Esto supone un verdadero peligro para la ficción, ya que una mala filmación de estas supondría una gran pérdida de ritmo, podrían sentirse demasiado repetitivas y cansar al espectador. Pero Gambito de dama salta estos obstáculos casi sin rozarlos. Cada partida se siente distinta, ágil, y suele innovar en la forma de filmarlas para evitar la sensación de repetición. He de decir que se realizan muy bien las elipsis temporales, tanto en las partidas como en el resto de la historia.

Me ha encantado que algunas veces opte por narrar con un plano/contraplano la partida de ajedrez a través de los rostros y miradas de los personajes. Simplemente con sus expresiones acompañadas del sonido que producen las piezas al chocar con el tablero el espectador es capaz de saber cómo va la partida.

Anya Taylor-Joy
Copyright Phil Bray/Netflix

No todo es ajedrez

El guion de Gambito de dama tiene como elemento principal al ajedrez y los numerosos torneos que se suceden. Pero no solo se limita a eso. Desde el inicio hasta el final se va construyendo un gran personaje, el de Elisabeth. Una construcción que tiene como cimiento los traumas del pasado de la joven, estos golpearan intensamente en la vida de nuestra protagonista quien los exterioriza con la adicción al alcohol y a las pastillas tranquilizantes. Todo el rato parece darse un combate interior en la protagonista por superar sus problemas de adicción, pero no lo hará hasta que supere sus traumas.

Todo esto se realiza y muestra con una gran normalidad, no pretende apretar las tuercas al espectador, y creo que Elisabeth no llega a superar los traumas de su infancia, creo que sencillamente aprende a vivir con ellos, y entiende que gracias a los terribles hechos pasados es quién es. Tampoco se empeñan en enseñarte una y otra vez su adicción, solo en momentos puntuales bien escogidos para que el espectador lo mantenga en mente, pero no le atosiga como si este fuera tonto y no se hubiera enterado ya.

Los punto fuertes del guion de la serie de Scott Frank no son los sorprendentes giros de guion ni la impredecibilidad. Es la buena historia que acaba contando, un personaje perfectamente construido, y la lectura que subyace. Además, de lo bien que esta llevada en lo emocional, aunque pasada la mitad de la serie flaquea un poco en un episodio y medio. No obstante, se recupera con talento para ofrecer un gran y emocionante final. ¿Hay cosas en el guion que se podrían haber pulido mejor? Pues sí, pero realmente nada acaba afectando muy negativamente a la serie.

Gambito de dama
Copyright Netflix

Anya Taylor-Joy como Beth Harmon

¡MAGNÍFICA! No hay más nada que decir. Anya Taylor-Joy lleva de sobremanera el peso de la ficción. Una interpretación increíble que no flaquea en ningún momento. Precisa, emotiva, y con carácter, se luce en la serie dotando a su personaje de un carisma sensacional.

Asimismo, en Gambito de dama veremos caras bastante conocidas como la de Harry Melling (El diablo a todas horasla saga de Harry Potter), Thomas Brodie-Sangster (El corredor del laberinto, Love actually) etc. Todos realizan un gran trabajo con sus personajes, pero es cierto que frente a la actuación protagonista no hay quien pueda competir.

Quizás el personaje de Thomas Brodie-Sangster, Benny, sí que consigue resaltar algo más frente al resto, y el actor se deshace muy bien de su papel como Newt en la saga de El corredor del laberinto. Un personaje que para los fans de los libros resultaba muy carismático y creo que difícil de olvidar. Aunque de eso ya hace bastante tiempo.

Anya Taylor-Joy
Copyright Netflix

Otros detalles

No quiero dejar sin destacar antes de concluir la buena elección de casting en Gambito de dama. El parecido entre la Elisabeth pequeña (Isla Johnston) y la adulta es asombroso, en parte también por el corte de pelo, todo hay que decirlo. Pero la niña mantiene esa mirada penetrante y poderosa que nos regala Anya Taylor-Joy interpretando al personaje en su juventud. Asimismo, desde el comienzo, Isla Johnston configura muy bien el carácter que posteriormente presentará su yo joven.

Además, he de destacar los vínculos familiares de la protagonista con sus padres adoptivos, en especial con su madre. Se construye poco a poco, con pequeños detalles, y por lo general funciona muy bien. No obstante, en su relación al comienzo cuando Beth gana su primera partida de ajedrez competitiva, no sabemos muy bien si su madre adoptiva se está aprovechando de su talento, o la está apoyando porque la quiere realmente. Sin embargo, esta confusión desaparece por completo pronto.

Resaltar también los pequeños detalles que hay en este vínculo, por ejemplo, como pasa de llamarla Sra. Wheatley a mamá, un momento emotivo si le prestas la suficiente atención, pero que no se explota demasiado dándole demasiada intensidad. Se realiza de forma muy natural. Y lo mismo ocurre con esa mano que se dan ambas, un gesto con significado propio para ellas que se da en momentos muy puntuales.

Anya Taylor-Joy
Copyright Netflix

La temática social

Como viene siendo costumbre en las ficciones de Netflix la diversidad siempre está presente. Sin embargo, hay que tener cuidado porque muchas veces la diversidad se mete con calzador solo por meterla, y no se trata bien y le dan tanta importancia que se acaba comiendo totalmente el tema principal destruyendo a este.

En Gambito de dama este elemento está perfectamente tratado. Una de las cosas que se explora en la ficción es la sexualidad de la protagonista. Aunque no creo que se pueda decir que se explora. Sencillamente se muestra, con total sencillez, normalizándolo y no dándole más protagonismo del que tiene en la trama. Muchas de las ficciones actuales a veces pecan de eso, de gritar a los cuatro vientos tratando de normalizar el tema, pero te chillan diciendo: ¡Eh mira, este se ha acostado con este otro! Gambito de dama lo realiza realmente bien, es tan orgánico que es sinceramente magnífico. Esto sí que es mostrar diversidad, y, además, sin intentar poner etiquetas absurdas a nuestro personaje. Lo normaliza, sin más, algo que muchas veces algunas ficciones en su intento de normalizar hacen un burdo favor.

El mérito de ser mujer y ganar, y no el simple hecho de ganar

Por otro lado, subyace la lectura de que se la da más valor por hacer lo que hace siendo mujer, que por el simple hecho de hacerlo. Beth se encuentra en un mundo de hombres, y, a veces, se la valora más por ser mujer y ganar, que simplemente por ganar. La ficción lleva muy bien este determinado tema, y lo fluye con naturalidad durante toda la historia, manteniendo el perfecto equilibrio. Y no, no se lo tira todo el rato a la cara al espectador, es algo que se irá viendo en los pequeños detalles, y que tendrá su propia evolución hasta desaparecer ese valor de más que la dan por ser mujer.

El retrato de una pasión contagiosa en 'Gambito de dama'

En cambio, creo que la serie representa muy bien el sentimiento de fascinación y pasión que se siente por el ajedrez. Algo que al final prácticamente acaba también rozando la obsesión, pero es realmente asombroso el retrato y la historia que ofrece de un genio y su obsesión. Y también es algo que se transporta con facilidad a la realidad, quizás no es con el ajedrez, pero cada uno tiene su maravillosa obsesión, por ejemplo el cine. La serie contagia esa pasión por el ajedrez y se la hace llegar al espectador.

Gambito de dama
Copyright Phil Bray/Netflix

Conclusión de 'Gambito de dama'

Gambito de dama es un producto serio, muy bien filmado y con una puesta en escena cuidada que ahonda de lleno en el mundo del ajedrez y sus torneos. Anya Taylor-Joy está excelente y se luce llevando el peso de toda la serie sin ni si quiera flaquear en su interpretación. Además, hace suyo al personaje y le dota de una personalidad única que el espectador va a amar, y que llega a romper la cuarta pared en los momentos más emocionales de la serie.

Hay un guion que puede mejorar en aspectos puntuales, pero que ninguna de sus "debilidades" va a penalizar demasiado a la serie. La serie de Netflix nos otorga una vibrante e intensa historia con una construcción del personaje protagonista que se me hace imposible criticar. Denle una oportunidad porque os aseguro que merece la pena, yo ya estoy deseando volverla a ver.

"Me fijé primero en el tablero. Es un mundo en solo 64 casillas. Me siento segura en él. Puedo controlarlo, dominarlo y es predecible. Si me hago daño, solo es culpa mía"

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