Después del éxito de "Cádiz" y "El secuestro", Fran Nortes estrenó el pasado 11 de enero de 2025 La extinción de los dinosaurios, en el Teatro Lara. Además, se convierte en la segunda pieza que dirige, en esta ocasión junto a Diana Lázaro. La pieza cuenta en el reparto con caras muy reconocibles para el gran público: Jorge Monje, Iván Villanueva, Ruth Núñez y Daniel Ortiz. Se representa los viernes y sábados a las 18:15 y 20:15 horas, respectivamente, hasta julio de 2025, en la Sala Lola Membrives.
Título: La extinción de los dinosaurios Título original: La extinción de los dinosaurios
Reparto: Jorge Monje
Daniel Ortiz
Iván Villanueva
Ruth Núñez
Duración: 70 min. apróx. Dirección: Fran Nortes y Diana Lázaro Dramaturgia: Fran Nortes Productor: Antonio Fuentes
Producción ejecutiva: Clara Ortega Bosch
Vestuario: Diana Lázaro
Escenografía: Asier Sancho
Luces: Pau Duvide
Regiduría: Jesús Redondo
Imagen y fotografía: Nani y Hawork
Administración: Laura Rodriguez
Marketing y ventas: Angy Abalo y Clara Ortega Producción: Teatro Lara
Sinopsis de 'La extinción de los dinosaurios'
La extinción de los dinosaurios se erige como un penetrante retrato de la complejidad humana, explorando las intersecciones tumultuosas entre el abuso de poder, el trabajo, la familia, el dinero y la muerte. Con una destreza narrativa singular, el dramaturgo sumerge al espectador en un viaje introspectivo, desentrañando capas de la existencia humana con una profundidad y agudeza inigualables. en clave de comedia negra.
Fran Nortes desentraña los mecanismos sutiles, y no tan sutiles, que perpetúan la injusticia y el control desmedido, desafiando al público a cuestionar las estructuras que permiten la perpetuación/permiten que sigan existiendo tales desequilibrios.
En última instancia, La extinción de los dinosaurios desafía a la audiencia a cuestionar hasta dónde están dispuestos a llegar por una mejor calidad de vida, explorando los límites éticos y morales en un mundo donde las decisiones difíciles y las encrucijadas personales son inevitables. Fran Nortes, con su maestría narrativa, invita a la reflexión y al diálogo sobre la complejidad de la condición humana. (TEATRO LARA).
Foto de Teatro Lara
La eterna lucha de clases
Han pasado 10 años desde que se estrenase La extinción de los dinosaurios en el Teatro Lara, siendo el debut en la dramaturgia de Fran Nortes. Tras una década, regresa a los escenarios con una versión renovada y con éxitos a su espalda como “Cádiz” o “El secuestro”. Nuevamente, se pone sobre el escenario la histórica guerra entre la clase pudiente y la trabajadora, mediante una comedia que contiene tintes de suspense y crimen. El mensaje es claro, desde el principio, donde el dinero y la ambición parece que todo lo puede. Por tanto, su intención se cumple en este aspecto. Asimismo, hay una presentación de unos personajes muy curiosos, que tienen en sí multitud de posibilidades y que forman parte del esperpento que supone la cotidianidad de la vida.
Sin embargo, a diferencia de otras de sus obras, se echa en falta más histrionismo, más de ese humor que despierta las carcajadas en el público y expone situaciones rocambolescas que no dejan de ser una representación de la naturaleza del ser humano. Por ende, se ancla en una comodidad en sus personajes, que repiten patrones que se espera de ellos, perdiéndose la oportunidad de explotarlos, de darles una vuelta de tuerca. En consecuencia, el relato confecciona una muestra del producto de un sistema que todavía sigue vigente, pero que ya se ha visto previamente, incluso en la propia carrera de Nortes con “El secuestro”. A pesar de ello, se aplaude un final, que resume la intención de la pieza y destaca como escena por el resto del montaje.
Foto de Teatro Lara
El ciclo
Jorge Monje, Iván Villanueva, Ruth Núñez y Dani Ortiz son los encargados de protagonizar La extinción de los dinosaurios. En primer lugar, Jorge Monge ofrece un trabajo actoral de gran nivel. Se ve una evolución muy bien aprovechada y que sabe explotar las oportunidades que le da el texto para sorprender en gestualidad y movimiento. Sin duda, realiza una actuación espléndida. También sucede lo mismo con Daniel Ortiz, quién se queda en la retina del espectador, pese a su poco tiempo en escena. Tiene presencia, tiene actitud. Ruth Núñez se ancla en una interpretación en la que se echa en falta matices. Se queda en un prototipo, que comienza y termina de la misma forma, no pudiendo ir a más. Por último, Iván Villanueva cumple con su función, es plausible y hace verosímil su papel sobre el escenario.
A nivel técnico y visual, se puede ver una creación interesante. Para comenzar, la transformación del espacio es una de sus grandes virtudes, con gran inteligencia saben cómo otorgar a la escenografía ese lavado de cara en cada parte. También destaca una selección de los elementos en escena, que se utilizan con precisión y aportan acción al montaje. El vestuario elegido es conveniente para los personajes, como detalle, aplaudir la rapidez del cambio de vestuario, imperceptible para los espectadores. El ritmo se ve afectado por una falta de dinamismo que termina por pasarle factura, a pesar de ello, se hace disfrutable en varios puntos y eso despierta simpatía entre los asistentes. Para terminar, el diseño de iluminación es una de sus grandes virtudes.
Foto de Teatro Lara
Conclusión
La extinción de los dinosaurios busca representar la eterna batalla en un sistema que sigue manchado por el dinero y la ambición. La dramaturgia llega a buen puerto con su mensaje, pero la ejecución está falta de mayor humor, de mayor dinamismo, ese juego que se ha podido ver en otras piezas. El reparto logra un trabajo notable, destacando unos maravillosos Jorge Monje y Daniel Ortiz, que brillan sobre las tablas. La puesta en escena es una de sus principales virtudes, destacando la transformación de la escenografía y un diseño de iluminación muy bien planteado. La escala de poder a escena, llegando su mensaje sin problema al receptor.