Raging Grace, híbrido entre terror, suspense y sátira social, estrenada en el Festival de Cine de Sitges, donde una mujer filipina indocumentada en Reino Unido debe luchar por su vida y la de su hija. Raging Grace es la ópera prima de Paris Zarcilla, un director sin ningún pudor a mostrar su realidad y la de miles de inmigrantes. Su debut ha sido premiado en South by Southwest y Neuchâtel.

"[...] Les traemos nada menos que eso: la Historia. Sólo les pedimos que trabajen para nosotros. Pero los haremos progresar. Caminarán hacia el mismo porvenir que nosotros. Porque es el único. Solos, retrocederían otra vez hasta la edad de los monos y los dinosaurios. De nuestra mano les aguarda el porvenir. Sólo exigimos sumisión y trabajo duro. Algunas veces soltaremos sus manos y serán libres. Entre tanto, crecerán vigilados por nosotros. Porque ustedes, los bárbaros, sólo pueden crecer, avanzar, formar parte del progreso, de la historia humana, si se aferran a nuestra mano, la de la civilización. [...]"

El filósofo argentino José Pablo Feinmann contextualizó de esta manera los versos de Rudyard Kipling en La carga del hombre blanco, uno de sus poemas con mayor componente imperialista y colonialista. Kipling es, precisamente, el autor que firma las citas que fragmentan Raging Grace (Paris Zarcilla, U.K., 2023). Zarcilla, en un inteligente uso de la ironía, alerta al espectador —no a las protagonistas— de lo que sucederá en su obra con el empleo de dichas citas.



Raging Grace

Crítica de 'Raging Grace'

Ficha Técnica

Título: Raging Grace
Título original: Raging Grace

Reparto:
David Hayman (Mr. Garrett)
Leanne Best (Katherine)
Oliver Wellington (Gary)
Caleb Johnston-Miller (Orlando)
Max Eigenmann (Joy)
Jodie Cuaresma (Apparition)
Jaeden Paige Boadilla (Grace)
Seb Yates Cridland (Hombre joven)

Año: 2023
Duración: 99 min.
País: Reino Unido
Director: Paris Zarcilla
Guion: Paris Zarcilla
Fotografía: Joel Honeywell
Música: Jon Clarke
Género: Terror
Distribuidor: Flamingo Films

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Raging Grace'

Sinopsis

Raging Grace cuenta la historia de una inmigrante filipina indocumentada que acepta un trabajo como cuidadora de un anciano terminal con la esperanza de mejorar así su vida y la de su hija. Sin embargo, un descubrimiento inquietante pone en peligro todo lo que ha conseguido. (Flamingo Films)

Dónde se puede ver la película en streaming



La no persona

El concepto de no persona (del inglés unperson) fue acuñado por George Orwell en su libro 1984. Hace referencia a aquellas personas que, por motivos políticos, han sido desaparecidas no solo físicamente, sino también su existencia al completo. No queda rastro de que hayan vivido.

Desde los años 90, se está viendo un sobrepaso de la emigración femenina frente a la masculina debido a la domesticación de la oferta de mano de obra. Zarcilla toma este dato como antecedente para asentar a sus personajes en su historia, que además contiene un componente autobiográfico muy importante.

La inmigración femenina filipina está estrechamente vinculada al trabajo como empleadas domésticas. Son mujeres que dejan atrás sus vidas para buscar algo mejor. Y en ese lugar mejor lo que encuentran es una exclusión a un espacio doméstico ajeno. No se les permite formar un hogar propio, y tampoco pueden cruzar la línea invisible que las separa de las familias empleadoras, con las que sí llegan a establecer relaciones de familiaridad aunque desde un paternalismo latente.

Joy (Max Eigenmann), la protagonista, agradece cada mínimo detalle que su jefa (Leanne Best) le ofrece. Esas dádivas, a simple vista, son un simpático acercamiento entre ambas. Más adelante, con los mordaces comentarios racistas y la actitud de la mujer se podrá ver que esa caridad viene de la supremacía y no del entendimiento. Como si Joy debiese estar agradecida con ella, un sentimiento estrechamente vinculado al pensamiento de Kipling, que veía a los nativos de los países colonizados como bárbaros sin cultura ni voluntad más allá de aceptar lo que ellos (los colonizadores) les otorgaban.

Joy ya no puede ser quien era. En parte, porque ha abandonado sus raíces en otro lugar. Pero también porque no se le permite crear un arraigo a su nueva tierra puesto que se percibe como forastera, como extranjera. Es despojada de toda identidad. De repente, en realidad, no es nadie. No tiene nada. Y ahí es donde entra Grace (Jaeden Boadilla).

Grace, a diferencia de Joy, es parte de las nuevas generaciones de inmigrantes, ya asentadas en el país de residencia actual. Ella, por su situación, comprende la problemática en la que están inmiscuidas madre e hija. Mas no se conforma con el estatus de inferioridad que su madre —probablemente por su edad adulta y por ser completamente consciente de sus responsabilidades— ha aceptado y abrazado para sacar el máximo partido de él. No, Grace continuamente pelea por su libertad. Su libertad a no tener que pedir permiso a nadie y a no tener que esconderse como forma de vida.

Del terror gótico a la crítica social

Todo este entretejido social que presenta Raging Grace, tanto de manera implícita como explícita, se enmascara parcialmente tras la estructura de una película de género tradicional.

Una mansión gigante, vacía, encantada. Habitaciones oscuras con sombras que se mueven de un rincón a otro, pasillos laberínticos y una familia de lo más críptica. La frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se desdibuja, dando lugar a las imaginaciones infantiles de Grace y el recuerdo de un pasado no tan lejano que todavía las amenaza.

Spoiler

Con la idea de muerte es imposible no tratar el tema de la anterior empleada doméstica. La mujer yace, ya fallecida, en una urna en una de las habitaciones de la mansión. De una manera tan visual e impactante, Paris Zarcilla está poniendo sobre la mesa el hecho de que los colonizadores percibían a las personas nativas como objetos, algo que poseer, un trofeo que colocar. Como si de un cazador y su presa se tratase. Y que, a día de hoy, siguen considerando a las personas inmigrantes de la misma y degradante manera.

[plegar]

Para acrecentar esta atmósfera inquietante que predomina en todo el filme, se establece una clara diferencia entre opulencia y pobreza: de la magnitud de la mansión al cuartucho en el que guardan todas sus pertenencias, del poder a la nada absoluta.

Spoiler

También los pesadillescos flashbacks que tiene Joy no hacen más que evidenciar otra forma de agresión más: la violación que dará lugar a la gestación y nacimiento de Grace.

[plegar]

Puede parecer que se trata de una película de horror al uso, pero Paris Zarcilla se encarga de cimentar una crítica social increíblemente potente sobre ella. Todos los elementos que constituyen el imaginario del terror están al servicio de la narrativa, que hace un especial hincapié en la condición de inmigrantes de las protagonistas y sus consecuencias.

Resulta de lo más interesante poder explorar un comentario social de tal calibre de una manera tan distendida. Llegado el momento de la resolución, Raging Grace se torna un tanto histriónica en su tramo final. Sin embargo, no lo suficiente como para desmerecer la obra en su conjunto.

Conclusión de 'Raging Grace'

Paris Zarcilla presenta con Raging Grace una ópera prima de la que sentirse orgulloso. Pese a que a veces peque de fantasiosa y explicite demasiado sus conclusiones, es una clara evidencia de que lo político y el terror pueden ir de la mano. Y de que quedan muchísimas voces por descubrir escondidas durmiendo en armarios.

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