Gafas de sol, camisa negra, cigarrillo en mano, cubata y “Saben aquel que diu…”. Cómo no distinguir los icónicos elementos que acompañan a la figura del memorable Eugenio Jofra, uno de los cómicos más reconocidos de nuestro país. La historia del humorista catalán da el salto a la gran pantalla de la mano de David Trueba y narra los primeros años de su carrera y cómo llegó a convertirse en uno de los rostros más populares para toda una generación. Saben aquell estará disponible en cines a partir del 1 de noviembre de 2023



Saben Aquell poster

Crítica de 'Saben Aquell'

Ficha Técnica

Título: Saben Aquell
Título original: Saben Aquell

Reparto:
David Verdaguer (Eugenio)
Carolina Yuste (Conchita)
Pedro Casablanc (Vicente)
Marina Salas (Mari Carmen)
Ramon Fontserè (Amadeu)

Año: 2023
Duración: 120 min.
País: España
Director: David Trueba
Guion: David Trueba, Albert Espinosa
Música: Andrea Motis
Género: Comedia. Biopic
Distribuidor: Warner Bros Pictures España

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Saben Aquell'

Sinopsis 

Barcelona, finales de los 60. Eugenio Jofra, un joven joyero, conoce a Conchita en un autobús de línea. El flechazo es instantáneo y los dos comienzan la historia de amor de sus vidas. Eugenio aprende a tocar la guitarra para acompañar a Conchita, para lo que tendrá que luchar contra el miedo escénico. Empieza así la carrera musical de 'Els dos'. Cuando Conchita se tiene que ausentar durante dos semanas de Barcelona, convence a Eugenio de que lleve las actuaciones a cabo él solo. Cuando vuelve, Eugenio se ha convertido en un fenómeno del humor underground de la ciudad. Poco a poco, entre los dos irán construyendo al personaje: las gafas, la camisa negra, el taburete, los cigarrillos y el vaso de tubo, que se convertirá en un éxito inesperado en una España deprimida que busca desesperadamente reírse con ese singular cómico que empieza todos sus chistes con 'Saben aquell...'. (Warner Bros. Pictures España)

Dónde se puede ver la película en streaming



El biopic de un humorista visionario

No sería arriesgado afirmar que los biopics están viviendo su edad de oro. Si bien es cierto que este género siempre ha estado presente, en los últimos años las salas y plataformas cosechan una extensa lista de títulos que abarcan todos los ámbitos: músicos (Elvis o Bohemian Rhapsody), figuras políticas (Spencer o Lincoln), cine (Mank), deportistas (Yo, Tonya), científicos (La teoría del todo)... 

En primer lugar, podría decirse que esta tendencia cinematográfica se debe a que suele resultar un acierto seguro de cara a los principales premios. Por otro lado, también responde a la necesidad de buscar relatos más arriesgados frente a la multitud de secuelas, precuelas, reboots, remakes y un largo etcétera de categorías que generalmente brillan por su poca originalidad. En el mejor de los casos esperamos de ellos descubrir una gran figura, conocer cuál fue su papel, cuáles fueron los logros que la han llevado a ser de interés como para plasmar su vida en el celuloide…

Quien suscribe estas palabras pertenece a un marco histórico que no llegó a tiempo para ubicar a Eugenio Jofra entre los pilares de su ideario. En su biografía esperaba encontrar la respuesta a alguno de los objetivos que he mencionado anteriormente, y vaya si lo he conseguido. 

En Saben aquell, David Trueba no sólo apuesta por poner el foco sobre uno de los humoristas más populares en España en los años 80 y 90, sino en construir un conmovedor relato humano sobre el hombre que vestía de negro, subía al escenario pese al pánico escénico y aferraba sus miedos en los cigarrillos y el alcohol. Aquel cuyos chistes hicieron reír a millones de personas mientras su vida no tenía ninguna gracia. 

Saben Aquell
Fotos de Warner Bros. España

¿Saben aquell que diu un joyero que fue cantante y vendió millones de casetes de chistes?

La cinta que nos ocupa abre con un casi paralizado Eugenio Jofra desde su camerino ante uno de los miles de espectáculos que realizó. En él se recompone y adorna su cuerpo con los característicos atrezzos que acompañan a su leyenda. Desde esta presentación, la trama retrocede hasta 1967 y se extenderá a lo largo de un flashback que centra su parte inicial en los primeros pinitos del genio (su sueño de ser joyero, sus andaduras en el mundo de la música o la formación de su humilde familia) y finalizará cuando alcanzó la fama.

David Trueba y Albert Espinosa, tomando como base la novela “Eugenio” escrita por su propio hijo, narran con buen gusto y medido timing ya no sólo la historia de su vida y su legado como cómico, sino la de su gran amor. Como si de un chiste se tratara, Jofra dejó plantada a la que era su novia cuando su boda estaba en preparativos y cayó rendido ante la que se convertiría en su mujer, Conchita Alcaide. Desde entonces, ambos compartirían noches interminables sobre el escenario como dúo musical “Els dos”, sueños, dificultades y sacrificios. A destacar el recurso utilizado en el que la preciosa voz de Carolina Yuste persigue al protagonista incluso cuando ella no aparece en pantalla para hacernos cómplices de ese primer flechazo.

En este sentido, es un gran acierto por parte del director repartir la carga dramática del largometraje entre los dos personajes y no únicamente sobre Eugenio. De este modo, Saben aquell consigue adentrarnos aún más en la figura del humorista catalán. Y es que, ¿de qué otra manera iba a ser si él utilizaba un lenguaje cotidiano y sus chistes se basaban en hechos reales que conocía o había experimentado?

Una gran mujer tras un gran hombre

Si hay una auténtica prueba de fuego a superar en cualquier biopic es conseguir que los personajes se asemejen lo más posible a la realidad sin caer en la caricatura. Un trabajo aún más arduo en el caso presente teniendo en cuenta que ambos pertenecen al imaginario colectivo de toda una generación. Pues bien, guarden las antorchas, porque en Saben aquell solo podemos rendirnos ante una pareja de actores en estado de gracia.

Verdaguer se mete de lleno en la piel del artista. Es capaz de contagiar la risa dentro y fuera de la pantalla y al mismo tiempo mostrarnos su lado frágil, atormentado, vulnerable… Mención especial a su técnica para imitar la voz de Jofra. Al igual que sucedía con el genio, le basta con echar una calada de humo sobre el micrófono y un silencio para introducirnos dentro de este regalo cinematográfico. ¡Sublime!

Y, si bien es cierto que el actor cumple con creces, es innegable que el corazón de la película lo sostiene una inmensa Carolina Yuste. Hay vidas que merecen ser contadas por su relevancia en la historia y otras que, a pesar de haber quedado en un segundo plano, necesitan ser reconocidas. La extremeña rinde homenaje a la cantante con un papel bordado en sensibilidad y matices, repleto de verdad.

Saben Aquell
Fotos de Warner Bros. España

Conclusión de 'Saben aquell'

Con cada escena de Saben aquell el espectador es consciente de la gran película que está viendo. Trueba pone cariño a cada fotograma, desde la maravillosa ambientación y la elegante puesta en escena pasando por la enorme cantidad de guiños (desde actores a datos históricos). Sin olvidar, por supuesto, unos diálogos llenos de vida. Nada que envidiar a otras grandes biografías americanas. 

Incluso en las escenas más costumbristas el director acierta y consigue crear el mismo aura que el humorista, convirtiendo en extraordinario lo ordinario. Se han hecho los deberes y se nota. Y es que no era el chiste, era cómo los contaba.

Reportaje de Saben aquell en Días de Cine TVE

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CINEMAGAVIA
9/10
90 %
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Antonio Fuentes Belando
Graduado en Comunicación Audiovisual. Cine como estilo de vida. Sigo esperando a Godot...
saben-aquell-pelicula-critica-estreno-cineCon cada escena de Saben aquell el espectador es consciente de la gran película que está viendo. Trueba pone cariño a cada fotograma, desde la maravillosa ambientación y la elegante puesta en escena pasando por la enorme cantidad de guiños (desde actores a datos históricos). Sin olvidar, por supuesto, unos diálogos llenos de vida. Nada que envidiar a otras grandes biografías americanas.  Incluso en las escenas más costumbristas el director acierta y consigue crear el mismo aura que el humorista, convirtiendo en extraordinario lo ordinario. Se han hecho los deberes y se nota. Y es que no era el chiste, era cómo los contaba.

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