El pasado 27 de diciembre de 2020 se estrenaba uno de los regresos más esperados de la televisión. Con el segundo episodio de Física o química El reencuentro se resuelven las tramas abiertas en la primera entrega, resolviendo la que es la boda de Yoli, uno de los personajes más queridos de la serie original. Nuevamente, Carlos García Miranda asume la función de guionista, mientras que Juanma Pachón se encarga de la dirección. Ambos recogen el testigo de Carlos Montero, creador de la ficción. El segundo episodio de Física o química El reencuentro llegó a Atresplayer el 3 de enero de 2021.
Crítica del segundo episodio de 'Física o química: El reencuentro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Física o química: El reencuentro
Título original: Física o química: El reencuentro
Reparto:
Andrea Duro (Yoli)
Maxi Iglesias (Cabano)
Ana Milán (Olimpia)
Angy Fernández (Paula)
Adam Jezierski (Gorka)
Año: 2020
Duración: 60 min por capítulo apróx.
País: España
Creado por: Carlos García Miranda
Guion: Carlos García Miranda
Música: Pablo Cervantes
Fotografía: Manel Aguado
Género: Drama
Distribuidora: Atresplayer
Tráiler de 'Física o química: El reencuentro'
Sinopsis de 'Física o química: El reencuentro'
Con el primer episodio de Física o química El reencuentro llegamos a la boda de Yoli, el gran evento que reúne a los compañeros del Zurbarán. Un evento especial que hace que todos ellos recuerden lo bueno y lo malo de la mejor época de sus vidas. Todos han cambiado con el paso del tiempo, algunos más que otros, como les dicen sus profesoras, aunque algunos de ellos parece que tienen problemas para recordar quienes fueron. O tal vez lo que uno de ellos quiere olvidar es que, en realidad, durante todos estos años ha estado guardando un secreto. Un secreto que le costó una amistad de este grupo de amigos. Un reencuentro es el escenario ideal para recordar sus mejores momentos, limar asperezas y confesar lo que nunca se dijeron. Porque ya se sabe que a los treinta las decisiones que se toman son para siempre. (ATRESPLAYER).
La verdadera familia
Este 3 de enero de 2021 llegaba el segundo episodio de Física o química El reencuentro, donde se resuelven aquellos conflictos que se desarrollaron en la primera entrega. A diferencia del primer episodio, en esta ocasión, el guion ha fluido con un ritmo vertiginoso, donde ya se han asentado absolutamente todos los personajes. Por lo cual, dentro de ese ajedrez de tramas, se puede ver la madurez que va surgiendo en cada uno de ellos, sin traicionar a su esencia original. De esta manera, se consigue respetar la personalidad real de los personajes, pero con una identidad que hace que la emoción y la nostalgia sí invadan al espectador. El resultado es una mejora sustancial y que deja en alto el regreso, pese a una primera entrega más tibia, pero que permite que su final luzca aún más.
Gracias a ello, se resuelve y obtiene, en su conjunto, un especial muy acertado y deja con ganas de haber disfrutado de más episodios. Asimismo, también destacar que sabe dar el peso a cada uno de sus personajes, dando un cierre conclusivo en la mayor parte de ellos. Aun así, deja la puerta abierta para ver cómo se podrían desarrollar esas nuevas vidas que se promulgan. Al igual que en la serie, se vuelve a incidir que la mayor virtud de la ficción es exponer las imperfecciones cotidianas, lo que hace que sea más cercana al público. Luego, sabe medir las partes de mayor emoción, con escenas que homenajean a toda una generación marcada por la serie de Atresmedia. En resumen, ha sido un reencuentro que culmina en puro dinamismo y locura.
Consolidación de una generación
En este segundo episodio de Física o química El reencuentro el reparto coral está ya asentado, viéndose que todos se encuentran totalmente cómodos, recuperando a sus personajes de la mítica serie original. En primer lugar, Andrea Duro se crece y retoma esa Yoli única y arrabalera, con una potencia y una jovialidad que gustó entonces. También hay que valorar que, en este capítulo, se haya dado mayor respiro a su protagonista, repartiendo el peso dramático de la acción. Por otro lado, Angy Fernández y Adam Jezierski llevan al público al ayer, con reminiscencias adolescentes de su Paula y Gorka, pero trayéndolos a un avance acorde a la edad que representan. Además, en el caso de Jezierski, tiene una naturalidad interesante con la que logra exprimir aún más su participación en la ficción.
Sandra Blázquez mejora su ya estupenda interpretación, con unas pinceladas frágiles y secuencias en las que deja salir aquella delicadeza más compleja y se deshace del maniqueísmo de su propio personaje. Lo mismo sucede con Leonor Martín, la cual obtiene su mayor esplendor cuando comparte escena con Gonzalo Ramos. En el caso de Ramos, su participación es fresca, al igual que la de Marc Clotet y Álex Barahona. Por otra parte, Ana Milán y Blanca Romero están maravillosas, son una apuesta segura y dotan al elenco de unas interpretaciones magníficas. Luego, Maxi Iglesias, uno de los principales reclamos de este regreso, está en su salsa y se puede ver que disfruta al máximo formar parte de este reencuentro. Por lo cual, lo que se comprueba es que, después de una primera toma de contacto, todos consolidan su actuación de una forma orgánica.
Pura física y química
Uno de los aspectos que identifican a "Física o química" era ese dramatismo propio y en el que pasaban todo tipo de situaciones de lo más irreverentes, pero a la vez hilarantes o sentimentales. Por tanto, el segundo episodio de Física o química El reencuentro triunfa por haber encontrado su lugar y retomar esa identidad tan característica. El montaje es su mayor fuerte, dado que el ritmo es vertiginoso, se mantiene en constante movimiento y goza de una expresividad muy bien llevada. Por ello, logra comprimir todo ese maremoto de sensaciones sin caer en lo extremo, por lo que también sabe medir la energía que va desprendiéndose en cada secuencia. Inclusive, han sabido resolver algunas de las incógnitas y ausencias más pronunciadas, con elementos simbólicos, que son el perfecto homenaje para suplir aquellas faltas.
La dirección de fotografía sigue manteniendo el peso de la imagen en los exteriores con gran espacio, pero ya no tienen la misma fuerza al centrarse más en la acción que en el componente contemplativo de la imagen. Aun así, no se puede negar que haya un gran cuidado visual y se plasma esa pomposidad que se busca desde el primer episodio. La música llega a su colofón final en la última escena, que trae lo que todos los espectadores querían ver. Lógicamente, hay ciertas licencias narrativas y creativas que pueden chirriar más o menos. Pero, una vez asumidas, es un disfrute que responde a la responsabilidad de retomar una ficción que marcó a toda una generación. En consecuencia, aunque funciona en su conjunto, puede haber una falta de matices para hacerla aún más única.
Conclusión
El segundo episodio de Física o química El reencuentro culmina un revival muy esperado por los espectadores. Sin duda, mejora sustancialmente la primera entrega y obtiene un resultado más acorde a lo que se buscaba en estos episodios. Por lo que, es innegable que el guion ha sabido equilibrar esa nostalgia, dramatismo y emoción, llevando a aquellos personajes por lugares que hacen reír, llorar y, sobre todo, recordar con ternura. El elenco actoral se consolida y se comprueba el disfrute que fue para ellos hacerlo, están en su salsa. Por otra parte, el montaje se focaliza sobre todo en la acción, por lo que sigue un esquema dinámico, en movimiento y con una buena gestión de la energía. Esta vez sí, es el revival que se merecen los seguidores de la serie, un homenaje en toda regla.
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Crecí con esta serie que me tenía enganchadísima.
Me alegro de que vuelvan a juntarse.
Saludos cinéfilos.