Alexandra Dean aborda en su segundo documental una de los iconos mediáticos más famosos del mundo con This is Paris. A través de esta película documental, se analiza la figura de Paris Hilton, profundizando y diferenciando entre el fenómeno y la persona. La propia Hilton ha sido partícipe del proyecto, quién además lo ha estrenado en el prestigioso Festival de Cine de Tribeca. Asimismo, se encuentra disponible de forma gratuita en Youtube, dado que la plataforma ha sido la encargada de producir este proyecto. Su estreno mundial fue el pasado 14 de septiembre de 2020.
Título: This is Paris Título original: This is Paris
Año: 2020 Duración: 110 min País: Estados Unidos Dirección: Alexandra Dean Guion: Alexandra Dean Música: Lara Meyerratken Fotografía: Arlene Nelson Género: Documental Distribución: YouTube
Creíamos conocer a Paris Hilton. Nos equivocábamos. This is Paris es la verdadera historia no contada que moldeó a la mujer y al icónico personaje que ha creado. (YOUTUBE).
Si se habla de un fenómeno social dentro de la farándula social, es innegable que Paris Hilton es una de las pioneras en lo que se refiere a ser famosa por el hecho de serlo. De esta forma, el documental This is Paris reflexiona sobre la figura de la exheredera de los hoteles Hilton. Desde el principio se muestra ese universo pomposo en el que se mueve la estadounidense. Sin embargo, lejos de seguir dando esa caricatura a la que ya está acostumbrado el público, se decanta por una visión en la que se deja clara la diferencia entre su vida personal y su trabajo público. Por este motivo, se empieza a dar pinceladas de cierta profundidad ante la figura de la celebrity y su intención de romper, por fin, con su pasado. El guion tiene un principio estupendo, pero se va desgastando en la mitad de la narración.
A partir de esa mitad, se observa que dejan fluir esa imagen pomposa a la que está acostumbrado el público. Por lo cual, difumina la reivindicación, dado que no contrasta más que con declaraciones que afirman que no es la realidad. No obstante, hay puntos interesantes como su posición como empresaria, feminista, su adicción al trabajo y sus problemas constantes de confianza. Asimismo, se añaden los traumas que van dejándose ver como pequeñas gotas de lluvia a lo largo del largometraje. A continuación, llega una de las partes más emocionales del documental, donde se revela el origen del comportamiento, considerado a veces errático, de Hilton. Una historia desgarradora, en la que no se abusa del dramatismo y se afronta desde una visión que deja una reflexión importante. Sin duda, deja patente que se podría haber realizado un documental todavía más potente y brillante.
Detrás de Paris
No siempre se cuenta con la propia protagonista, que rema a favor de obra, como en This is Paris. En primer lugar, Paris Hilton se muestra cómoda ante la cámara, también con aquellos pensamientos que no comparte normalmente. Por dicha razón, tiene el poder de concentrar la atención sobre ella, pero lejos de quedarse en una visión distante, hay momentos en los que se entrega a los sentimientos que afloran con sus declaraciones. Con lo cual, es importante aplaudir la disposición de la celebridad. Es una virtud acceder a una parte menos conocida y que pertenece a su intimidad, aunque hay que reconocer que hay un interés en un lavado de cara público, que puede ser notorio en algunas partes. Aun así, su declaración acerca de su pasado es compungido y afectivo. También se suma la franqueza con la que enfrenta sus defectos y responsabilidad en sus decisiones menos positivas.
Hilton se acompaña de dos miembros muy importantes de su familia: su madre y su hermana, la desaparecida Nicky Hilton. Mientras que Paris deja salir una faceta más natural, tanto Nicky como su madre no acaban por deshacerse de una nube de superficialidad y más impostadas. De ahí que su participación no fluya como debiera, incluyendo las escenas en las que se trata un tema tan delicado como la última parte del film. Pese a ello, hay otras colaboraciones como la de las compañeras de internado, que poseen frescura y, sobre todo, verdad y sinceridad. Además, se puede ver que completa una denuncia social y reivindicativa, que merece ser escuchada. Por esa razón, no se entiende por qué no se ha dado un enfoque todavía más crudo y trascendente con el material que tiene entre manos.
En busca de su personalidad
Alexandra Dean resarce la figura de Paris Hilton y lo plantea con un repaso por sus vivencias públicas, a la vez que las contrarresta con lo que había detrás de todo ello. Consecuentemente, This is Paris gana en el montaje de las escenas grabadas para el propio documental. De forma análoga, se hace uso de un archivo fotográfico familiar muy tierno, que fomenta esa dualidad narrativa que establece la fuerza de la imagen. Gracias a esa disposición visual, se crea una simbología, una composición del imaginario colectivo, pero no por su propuesta creativa. El montaje no arriesga en su estructura expresiva, donde sigue un esquema estándar con un ritmo ameno y certero, pero sin grandes innovaciones en su envoltorio. En consecuencia, el impacto de las palabras de Hilton no se ven apoyadas por un influjo de la imagen vigoroso y a la altura de lo que se expone.
Aun así, hay algunas secuencias en las que se presenta una propuesta con dinamismo y con una búsqueda distinta. Por ejemplo, las recreaciones animadas, tienen un diseño minimalista, pero perspicaz y con un sentido elegante. En concreto, el uso de los colores refleja esa oscuridad y tristeza, que se queda en la retina del espectador. Así, se consigue comprender y vivir ese sufrimiento interior que ha recorrido la vida de la artista a lo largo de los años. Por ello, no se entiende que no haya aprovechado el momento para ser un homenaje visual a una de las figuras pop más importantes del circo de la fama. Falta mayor desgarro, potencia, fuerza. Asimismo, se echa en falta una atmósfera más íntima y personal, como en trabajos como “Amy (La chica detrás del nombre)”.
Conclusión
This is Parises un documental que rompe y explica la empresa detrás de la marca de Paris Hilton. Gracias a sus declaraciones y un análisis del fenómeno social que supone, se profundiza en la contradicción entre su vida personal y pública. Sin embargo, el punto mejor desarrollado es el descubrimiento de los traumas del pasado y las consecuencias personales en su figura. Sin duda, emociona y reivindica la necesidad de romper con los estereotipos formados a su alrededor. Por esta razón, Hilton se muestra sin tapujos, más natural que en cualquier otro proyecto y rema a favor de obra.
De igual forma, las participaciones de gente de su pasado son certeras. No obstante, a nivel estético no revoluciona y se echa en falta más intimidad y elegancia, aunque hay flashes de cierto influjo con personalidad como las escenas animadas. En consecuencia, sigue un esquema estándar que no aprovecha el material exquisito que tiene entre sus manos. Con una artesanía visual y compositiva más cuidada, hubiera dado un resultado especial. Paris Hilton se despide de su vieja imagen como socialité, para dejar salir a lo que la verdadera Paris tiene que decir con firmeza y humanidad.