Presentada en el Festival de Cannes dentro de la Sección Oficial, La zona de interés (The Zone of Interest) supone el regreso al largometraje del aclamado cineasta Jonathan Glazer. En ella, el director británico (Sexy Beast, Under The Skin) aporta una particular mirada sobre el Holocausto adaptando la novela de Martin Amis: The Zone of Interest. Estreno en salas de cine españolas el 19 de enero de 2024.



La zona de interés (The Zone of Interest) película

Crítica de 'La zona de interés (The Zone of Interest)'

Ficha Técnica

Título: The Zone of Interest
Título original: The Zone of Interest

Reparto:
Sandra Hüller (Hedwig Höss)
Christian Friedel (Rudolf Höss)
Ralph Herforth
Max Beck (Schwarzer)
Marie Rosa Tietjen
Sascha Maaz
Stephanie Petrowitz (Sophie)
Lilli Falk (Heidetraut)

Año: 2023
Duración: 105 min.
País: Reino Unido
Director: Jonathan Glazer
Guion: Jonathan Glazer. Novela: Martin Amis
Fotografía: Lukasz Zal
Música: Mica Levi
Género: Drama. Nazismo
Distribuidor: Elastica Films / Wanda Visión

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'La zona de interés (The Zone of Interest)'

Dónde se puede comprar la novela

Oferta

Sinopsis

El comandante de Auschwitz Rudolf Höss y su esposa Hedwig se esfuerzan en construir una vida de ensueño para su familia en una casa con jardín cerca del campo.

Dónde se puede ver la película en streaming



El retorno de Jonathan Glazer

Jonathan Glazer no es un cineasta común. Gran maestro de la técnica y con un gusto particular por personajes heridos, se curtió en el teatro y en el mundo del videoclip antes de estrenar en año 2000 su primer largometraje: Sexy Beast. Cuatro años después, Birth. Y hubo que esperar nueve para su siguiente película: la aplaudida Under The Skin. Desde entonces, llevábamos una década sin noticias de un nuevo lanzamiento en la gran pantalla del director británico... Hasta que se confirmó su presencia en el Festival de Cannes con  La zona de interés (The Zone of Interest), adaptación de la novela homónima del recientemente fallecido Martin Amis. Desde que se anunció su nombre, se situó su película como una de las más esperadas de esta edición del Festival. Y su estreno no ha dejado indiferente.

La novela de Martin Amis relata la historia de un oficial nazi en la II GM que se enamora de la mujer del comandante de su campo de concentración. Sin embargo, en la película de Glazer queda muy poco de esto, más allá de situar la acción en el mismo contexto. De hecho, el cineasta británico propone un enfoque muy distinto y particular: limitarnos a contemplar el día a día de la familia del comandante del campo de Auschwitz, Rudolf Höss (Christian Friedel) y su esposa (Sandra Hüller), pero sin salir de la casa y de los dominios que tienen situados en el propio complejo.

The Zone of Interest filme

Otra mirada hacia el horror

Resulta curioso que este año se hayan estrenado en el Festival de Cannes dos películas sobre la Segunda Guerra Mundial caracterizadas por la manera tan particular en la que enfocan el conflicto. Y aún más si consideramos que su tratamiento es, grosso modo, el mismo. Si Occupied City de Steve McQueen (de la que hablamos aquí hace unos días) optaba por hablar sobre la situación de Amsterdam durante el conflicto sin utilizar ni una sola imagen o audio de la época,  La zona de interés (The Zone of Interest) nos presenta el horror de los campos de concentración sin alejar nunca su mirada de la familia nazi protagonista.

Sólo intuimos el horror a través de lo que se ve de fondo o mediante el ruido. Son, por lo tanto, dos películas unidas por en su apuesta por el fuera de campo. Una decisión formal que, si bien no hace por sí misma mejor a una película, sí que le otorga un rasgo distintivo. “No hay nada que dé más miedo que lo que no podemos ver”, parecen decirnos ambos cineastas británicos.

La zona de interés película
Copyright Wanda Films

Una precisión milimétrica

Jonathan Glazer ha ido puliendo con el paso de los años el apartado técnico de sus películas y  La zona de interés (The Zone of Interest) es, hasta el momento, la mayor muestra de su virtuosismo en términos compositivos. La gran parte de los planos de la película, que parecen sacados de un sistema de videovigilancia, son de una precisión milimétrica. Los cambios de plano se suceden a raíz del movimiento de los personajes y mientras tanto la cámara órbita con lentas panorámicas y travellings. La cotidianeidad de la familia está rodada con una perfección casi asfixiante, que contrasta enormemente con lo que hay de fondo.

La casa de los protagonistas, como la de muchos altos cargos del ejército alemán, está ubicada en el mismo Auschwitz. Por lo tanto, en muchos de los planos de la película se perciben por detrás las fábricas y los edificios del complejo. Es la viva representación del contraste, acentuada más si cabe (y ahí es donde es más potente el resultado) a través del sonido.

Los dos primeros planos de la película sintetizan muy bien el modus operandi. Una larguísima pantalla en negro acompañada por una escalofriante melodía de Mica Levi (impecable la dupla que forma con Jonathan Glazer) que es interrumpida por una estampa de la familia nazi disfrutando del día en un río. El horror de lo que es simplemente sugerido, frente a lo vulgar de lo visible. Como decíamos, la película se dedica a repetir este proceso durante su metraje, generando situaciones realmente incómodas y escenas de logrado malestar.

La zona de interés película
Copyright Wanda Films

Un dispositivo medidísimo, pero con grietas

El problema, que lo hay, es que Jonathan Glazer no consigue ser totalmente constante a la hora de generar ese sentimiento. Si bien la desazón persiste, también lo es el tedio al no lograr ir más allá de su premisa. Si en Occupied City hablábamos de un efecto de pesar logrado por la acumulación de metraje, lo cierto es que en La zona de interés (The Zone of Interest), no hay una progresión en la generación de tensión. Hay secuencias cumbre, pero están seguidas por otras donde la nada (en el peor sentido) empieza a ser latente.

Tampoco ayudan algunas decisiones de guion que terminan llevando la acción a otro escenario. Se entiende su propósito argumental, pero también provoca un cierto sentimiento de traición con lo previamente establecido. Porque, si bien desde casi el primer momento sabemos que la acción se sitúa en el marco de la Segunda Guerra Mundial, pierde "gracia" si se abandona el contexto de la rutina familiar y se pasa a uno ejecutivo-militar. Y si bien en el tramo final llega una secuencia muy efectiva por lo rupturista que es en términos espaciales y sobre todo temporales (de nuevo el sonido, aquí en forma de silencio, es clave), la película ya se encuentra un poco mermada. El cierre (de nuevo, Mica Levi), eso sí, es muy potente por invitar de nuevo a la sugestión.

Volvemos a la oscuridad y frente la música-alarido de los créditos finales queda la sensación de haber visto una pieza peculiar, que pone de manifiesto el talento de su director y que nos acerca de una forma especial al horror del Holocausto, pero también una película que no consigue quitarse de encima la sensación de ser, antes de nada, un ejercicio de estilo. Un trabajo admirable en cuanto a dispositivo, pero quizás ineficaz a la hora de generar impacto. En cualquier caso, una obra digna de un director que alegra volver a ver en activo.

Conclusión de 'La zona de interés (The Zone of Interest)'

El retorno de Jonathan Glazer tras una década de ausencia está a la altura de las expectativas en cuanto a la peculiaridad de su dispositivo. La zona de interés (The Zone of Interest) no es, ni de lejos, una película cualquiera y ofrece perspectivas diferentes de un tema que resulta familiar en la ficción. No obstante, se queda a medio camino entre la fascinación técnica y el impacto emocional. Una obra para tener muy en cuenta, eso sí.

Reportaje de La zona de interés (The Zone of Interest) en Días de Cine TVE

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM