Todos los días es una obra teatral escrita por Leila Baida y dirigida por Lita Echeverría. Una historia de amor entre dos jóvenes, que van aprendiendo sobre la marcha como quererse la una a la otra. Una obra que cuenta con muchas referencias de la cultura pop española de ayer y de hoy, lo que le da un toque muy atractivo y desenfadado.
Es una buena noticia, que cada vez haya más obras que traten con la máxima normalidad una relación entre dos personas LGBTQ, sin caer en una retórica previsible en la trama; puede que por obras como esta, algún día consigamos ver con los mismos ojos, a todos los tipos de amor. Todos los días es una historia de amor con mucha rebeldía, pero al mismo tiempo es enternecedora y llena de inocencia.
Todos los días está protagonizada por Gäelle Diego y Ana Merchante, dos actrices con mucho talento y carrera artística por delante. La obra se puede disfrutar en el Teatro de las Aguas de Madrid hasta el próximo 17 de diciembre.
Crítica de 'Todos los días'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Todos los días
Título original: Todos los días
Reparto:
Gaëlle Diego (Irene)
Ana Merchante (Ainhoa)
Duración: 70 min. apróx.
Dirección: Lita Echeverría
Dramaturgia: Leila Baida
Ayudante de dirección: Leila Baida
Diseño de iluminación: Sara Torres
Escenografía: Lita Echeverría
Producción: LGB Comunicaciones
Sinopsis de 'Todos los días'
Irene y Ainhoa van todos los días a la biblioteca, pero lo que parece algo rutinario puede ser el comienzo de algo que dure toda la vida.
Irene nunca ha estado con nadie mientras que Ainhoa acaba de salir de una relación que le ha hecho más mal que bien, juntas aprenderán a quererse a pesar de las inseguridades y las dudas de cada una.
Todos los días es una comedia romántica sobre el amor y la complejidad de las relaciones que te sacará más de una sonrisa. (TEATRO DE LAS AGUAS).
¿Qué me está pasando?
Una de las cosas que más me gustan de esta obra, es lo bien que retrata esos amores adolescentes, en los que carecíamos de experiencia alguna y los vivíamos con una intensidad y pasión desmedida. Ese florecer sexual y amoroso, donde lo único que sabes a ciencia cierta es que quieres seguir disfrutando de esa sensación extraña y a la vez reconfortante. Las dos protagonistas de Todos los días, Irene y Ainhoa, son muy distintas entre sí, lo que da pie a muchos golpes cómicos que se producen entre ellas. Existe una naturalidad y franqueza en los diálogos de la obra, que la vuelve muy cercana y muy reconocible de primeras, para todos los que somos milenials.
No pretende en ningún momento, dramatizar el amor que están experimentando las dos protagonistas; algo que es de agradecer, después de haber visto tantos melodramas del estilo. Es una obra que rebosa sencillez (lo que no significa simpleza), cosa que me parece un total acierto por parte de la creadora. Tampoco quiere decir que la historia no se tome en serio a sí misma, sino que sabe conceder suficiente espacio cuando toca a la comedia. Eso convierte a la obra en algo muy disfrutable de ver y sentir, a partes iguales.
En camino
Me da la sensación de que Todos los días, es uno de los primeros trabajos teatrales a los que se ha enfrentado la directora. La historia que cuenta y sus personajes, tal y como me he referido anteriormente, me parece que tienen un trasfondo detrás que los hace interesantes, pero a su vez considero de que no se ha sabido desarrollar del todo bien la trama narrativa. Las transiciones que vamos viendo de escena a escena, hacen que la obra pierda cierto dinamismo o fluidez para el espectador. También da la impresión de que la obra intenta abarcar mucho, en muy poco tiempo. Los acontecimientos que van produciéndose en la vida de estas dos protagonistas, están contados de una manera algo acelerada, lo que no deja al espectador saborear del todo las diferentes escenas con las que cuenta la trama.
Aun viendo cosas que no son del todo positivas, creo que sobresalen más las virtudes de la obra que sus defectos. Más bien los aspectos negativos de la obra, son cosas que a la larga se perfeccionan y acaban resolviéndose por parte del creador, por lo que tampoco se está cuestionando en gran medida la calidad de la obra. No todo es blanco o negro y menos cuando hablamos de una obra artística.
Cuando nuestros miedos nos paralizan
La cuestión más atrayente de la obra y que merecía resaltar en este tramo final de la crítica, es lo bien representado que están los miedos e inseguridades dentro de una relación de pareja. De algún modo, es el tema que compone el acto final de Todos los días y que considero que es un total acierto. Está muy bien reflejado en la obra, lo febril y efímera que puede ser una relación amorosa, cuando el miedo está demasiado presente en ella.
Hay como un despertar de consciencia en las protagonistas, que muestran una evolución o superación de todo aquello que las estaba separando la una de la otra. También es mérito de las dos actrices protagonistas, que demuestran una química absoluta en el escenario. Sus interpretaciones manifiestan una variedad de registros interpretativos, que te dan a entender claramente del talento que poseen las dos. Pese a su juventud, da la impresión de que han estado toda una vida subidas encima de un escenario, por la confianza y naturalidad que trasmiten hacia el público. Estoy convencido de que estas dos actrices darán mucho que hablar, en estos años venideros dentro de la esfera teatral y cinematográfica.
Conclusión de 'Todos los días'
Todos los días es una obra teatral canalla y a la vez enternecedora, que refleja de una manera muy fehaciente las dinámicas de pareja de la juventud de hoy en día. Protagonizada por dos actrices con un potencial enorme, esta obra consigue satisfacer y divertir a la audiencia. Si es cierto que hay algunos aspectos en lo que respecta a la construcción de la trama, que podrían tener mejoría; en todo caso, es una obra que cuenta con más virtudes que defectos, por lo que recomiendo ir a verla. Todos los días estará en el Teatro de las Aguas de Madrid, hasta este próximo 17 de diciembre.
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