El pasado 2 de septiembre se estrenó La noche del año en el Pequeño Teatro Gran Vía, tras dos temporadas de éxito en los Teatros Luchana (puedes leer nuestra primera crítica de La noche del año pulsando AQUÍ). En esta tercera temporada cuenta, nuevamente, con Ger, Sara Jiménez, Teresa López, Sara Herranz y Paula Reyes. Asimismo, Víctor Páez vuelve a ejercer de director, con el guion de Carlos Mesa. La Compañía Opción Teatral afianza así su ascendente camino en la cartelera madrileña. Se puede disfrutar los miércoles y jueves a las 20 y 22 horas, respectivamente.
Título: La noche del año Título original: La noche del año
Reparto: Sara Herranz (Noe) Paula Reyes (Lucía) Ger (Lito) Teresa López (Noe) Sara Jiménez (Lucía)
Duración: 75 min. apróx. Dirección: Víctor Páez Dramaturgia: Carlos Mesa Diseño de luces: Sergio Benito Producción: Compañía Opción Teatral
Entrevista a Ger de 'La noche del año'
Sinopsis de 'La noche del año'
La noche del año nos presenta a Lucía, que tiene novio desde hace muchos años y son muy felices, os lo aseguramos. Lito es gay, y su único propósito de Año Nuevo es echar un polvo. Y siempre lo cumple. Y Noe es… Bueno, Noe es Noe. A ella se la suda todo, sólo quiere pasárselo bien.
Son amigos, pero también compañeros de piso… Y el salón no va a ser lo único que van a compartir esta noche. Una fiesta de Nochevieja que se acaba desmadrando. Un despertar con una resaca de la hostia. Un no saber qué coño pasó la noche anterior, ni durante la fiesta… Ni después. Solo preguntas: ¿alguien se acuerda de qué hicimos ayer? ¿Por qué coño nos hemos intercambiado la ropa interior? ¿Tenéis un Ibuprofeno? (PEQUEÑO TEATRO GRAN VÍA).
Una Nochevieja picante
Tras dos temporadas de gran éxito en los Teatros Luchana, La noche del año llega al Pequeño Teatro Gran Vía. Esta crítica habla de la representación del estreno, realizada el pasado 2 de septiembre. El guion a cargo de Carlos Mesa mantiene el espíritu jovial, que encaja a la perfección con la generación millenial y, sobre todo, Z. Aun así, hay varios puntos en los que las carcajadas son generalizadas y se comprende la intención del texto. Por tanto, el fin es el disfrute y el entretenimiento, trasladando a los espectadores a esas noches de locura e ibuprofeno, donde la memoria no siempre es la mejor aliada. Con lo cual, no se debe indagar en el relato más allá de lo que vende, dado que no es una pieza que busque, o quiera, ir más allá.
Sí es cierto que hay partes de locura que podrían haber extendido su aroma a otras partes de la obra. No obstante, la frescura es uno de los atributos que se mantiene a lo largo de todo el espectáculo. En relación a otras temporadas, la interacción con el espectador se fomenta más. Dicho de otra forma, la compañía ha sabido mejorar y preparar una relación más directa con el público, manteniendo todavía los límites que hay por la pandemia mundial. Por otro lado, una de las partes que se echa en falta son las famosas campanadas y la alusión al 2020. La razón no es otra que ese leitmotiv era un buen gancho humorístico y ofrecía mayor dinamismo durante dichas escenas. Por lo demás, ha logrado guardar aquellas características que ya llamaron la atención en su momento.
Amigos y lo que surja
En la anterior crítica de La noche del año no se había podido disfrutar todavía del nuevo elenco. Gracias a la representación de estreno, se pudo ver a todos los rostros que forman parte de la obra. En primer lugar, Paula Reyes es la auténtica reina del espectáculo, demostrando una vez más que es una de las mejores interpretaciones de la obra. La forma en la que controla su Lucía, mezclada con una irreverencia llevada al extremo y un acento tan exagerado como brillante, hacen de su trabajo una delicia. Esa locura desmedida, que se vive en la evolución de su personaje, cobra vida de una manera genuina por la forma de ejecutarlo en escena. Tras dos temporadas a sus espaldas, al igual que el buen vino, lo único que se puede ver es mejora y haber asentado su personaje totalmente.
Después, Ger ofrece una actuación que recuerda a su contenido digital en redes, pero caricaturizado y adaptado a la historia. Por tanto, encaja en el planteamiento que se busca y sigue siendo uno de los mayores atractivos para el público. Asimismo, hay escenas en las que ofrece ese picante e ironía, que le han convertido en todo un fenómeno en Internet. Junto a Ger y Reyes, durante la primera parte, estuvo una espectacular Teresa López, parte de los nuevos rostros de la segunda temporada. Carismática, con personalidad y un brillo especial, hace de su Noe el engranaje perfecto de este trío tan particular. Sin embargo, la segunda parte trajo a Sara Jiménez y Sara Herranz. Por la parte de Jiménez, se ve excesivamente encorsetada, necesita soltarse y dar una visión más orgánica. Le falta creerse la mamarrachería. En el caso de Herranz, no se ve avance en su trabajo escénico.
Luces y neón
Uno de los puntos importantes a comentar en esta crítica de La noche del año es la evolución que hay en la escenografía. Se ve una profesionalización en la forma de fabricar el entorno de los protagonistas, siendo fieles al material original. Además, han incorporado un juego de luces muy interesantes, que captan la esencia festiva que se desea poner sobre el escenario. Sin embargo, las transiciones entre los flashback y el presente, a veces, les falta una fluidez que les impide sacar todavía más energía a la escena. A pesar de ello, el ritmo es gratificante y deja una sensación de haber pasado una fiesta teatral divertida. Por ello, en tiempos donde todavía la COVID-19 sigue muy presente, se agradecen proyectos que proporcionen un divertimento ligero. Un espectáculo que obtiene su fuerza en su puesta en escena.
La selección musical es una oda al petardeo fiestero español, algo que se combina gustosamente con la esencia de la obra. Hay temas que son ya un clásico en las fiestas y no podían faltar en esta, en particular. Uno de los momentos musicales que expone la potencia de la producción es la presentación de los personajes. Ese ritmo cortante, la iluminación dura y el trabajo de los actores la convierten en una de las escenas más redondas de la obra. Cambiando de tercio, durante esta función se presentaron algunos problemas de microfonía que se hicieron excesivamente notorios. Aun así, al ser el estreno, son detalles que pueden ir puliéndose. Por último, mencionar que introducir un karaoke durante el inicio de cada función es una idea atrayente que se espera que coja más cuerpo.
Conclusión
La tercera temporada de La noche del año introduce varios cambios que mejoran en perspectiva la obra. Por lo tanto, mantiene ese ambiente festivo y ligero, que lo convierte en un entretenimiento energético. Aun así, todavía deben pulirse algunos puntos que menguan el efecto que provoca en el espectador. A nivel interpretativo, Paula Reyes se encumbra como la verdadera estrella de la obra, acompañada de unos estupendos Ger y Teresa López. No sucede lo mismo con Sara Jiménez y Sara Herranz, donde se presenta una falta de naturalidad, por causas independientes cada una. Por otra parte, técnicamente, destacan los juegos de luces, la selección musical petarda y un ritmo dinámico. Una Nochevieja teatral que sigue creciendo, con unas luces y sombras que aseguran, mínimamente, la diversión y el humor.
Puedes leer nuestra CRÍTICA de la primera temporada de La noche del año, de Carlos Mesa, pulsando AQUÍ.
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